AlemaniaALE
FinlandiaFIN
EuroBasket | Alemania-Finlandia

David contra Goliat

Finlandia, que pisa por primera vez las semifinales de un torneo FIBA, se enfrenta a Alemania, vigente campeona del mundo y principal favorita. Una batalla (a priori) muy descompensada y un Markkanen que busca lo imposible, con mucho que ganar y nada que perder.

RIGA (Latvia), 10/09/2025.- Dennis Schroder of Germany celebrates after winning the FIBA EuroBasket 2025 quarter-finals basketball match between Germany and Slovenia in Riga, Latvia, 10 September 2025. (Baloncesto, Alemania, Letonia, Eslovenia) EFE/EPA/TOMS KALNINS
TOMS KALNINS
Alberto Clemente
Alberto Clemente es licenciado en Historia y Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. Empezó su andadura en el periodismo en Cadena SER, donde estuvo de mayo de 2018 a enero de 2019, desempeñando sus funciones en la web, dentro de la sección de deportes. Tras dicha estancia, pasó a formar parte de As, siendo parte de la sección de baloncesto.
Actualizado a

El cuadro de semifinales del Eurobasket 2025 está lleno de sorpresas. De hecho, el único equipo que todo el mundo esperaba de forma unánime que estuviera ahí es Alemania, esa vigente campeona del mundo que busca ahora su primer título continental desde 1993, también el segundo de su historia. En un lado del cuadro, Turquía y Grecia llegan con cierta forma lógica a esta ronda teniendo en cuenta sus plantillas, pero el equipo entrenado por Ergin Ataman venía de cuajar un ciclo absolutamente horrible (eliminados en octavos en 2022 y sin disputar Mundial ni Juegos Olímpicos), mientras que el liderado por Giannis Antetokounmpo se cuela por primera vez en dicha eliminatoria con la estrella. Algo realmente sorprendente al tratarse de un jugador generacional, dos veces MVP de la NBA (entre otros muchos trofeos) y un portento físico sin parangón... Pero cierto, al fin y al cabo.

Pero en el otro lado del cuadro nadie se esperaba a Finlanda. NADIE. Lauri Markkanen y compañía, en un torneo espectacular, llegan por primera vez en su historia a semifinales de cualquier torneo FIBA. Y lo hacen de forma tan inopinada como merecida. Quedaron terceros de grupo con un récord de 3-2 por detrás de Alemania (que sigue invicta en el torneo) y Lituania. Pero la sorpresa llegaría después, cuando en cuartos de final acabaron con el sueño de Nikola Jokic, que se sigue estrellando en los Eurobaskets, y pusieron rumbo a cuartos de final en la que ha sido hasta ahora el resultado más inesperado del torneo. Luchando con sangre, sudor y lágrimas; pero también imponiéndose a una Serbia que partía como favorita y a su pívot, que es probablemente el mejor jugador del mundo en este momento si tenemos en cuenta su currículum, su historia reciente y su nivel en la NBA. Ay, pero esto no es la NBA...

Y hay que hablar de Lauri Markkanen, que perdido en Salt Lake City muchos se habrán olvidado del inconmensurable talento que atesora. El finlandés es la estrella de un proyecto roto como el de los Jazz, donde amasa estadísticas y millones (firmó por 238 millones en cinco años en agosto de 2024) sin ningún tipo de competencia. Pero, a sus 28 años, sigue siendo uno de los mejores jugadores del Viejo Continente, por mucho que se sitúe un escalón por debajo de los más grandes (Doncic, Jokic, Giannis), aunque muy por encima de todos los demás. No podemos dejar de resaltar que, en la temporada 2022-23 promedió 25,6 puntos y 8,6 rebotes en 66 partidos disputados. Y que la calidad y la capacidad para jugar al baloncesto están ahí, por mucho que su desarrollo se haya estancado en los dos últimos curso baloncestísticos, con alguna que otra lesión pero con buenos datos: 23,2 tantos por noche hace dos años y 19 el último, con bastante menos brillo pero todavía alguna que otra actuación destacable.

Su Eurbasket está siendo sencillamente fabuloso, haciendo exhibición tras exhibición... excepto ante la todopoderosa Alemania, su rival ahora. Ahí, en fase de grupos, los germanos arrasaron (61-91) y el ala-pívot se quedó en 11 puntos. Antes de eso se fue a 28 (contra Suecia), 43 (frente a Gran Bretaña), 26 (con 13 rebotes, ante Montenegro) y 19 (con 11 y 6 asistencias, contra Lituania). En octavos de final, saco músculo teniendo enfrente a la principal favorita del torneo, la ya mencionada Serbia, a la que endosó 29 puntos, 8 rechaces, 3 asistencias y 4 robos en 34 minutos, dejando en nada los 33 de su Jokic. El cruce con Georgia, que despachó a Francia, era un regalo envenenado para Markkanen y sus compañeros, pero bien resuelto. Al final, victoria finlandesa con con 17 puntos (7 de 12 en el lanzamiento), 6 rebotes, 2 asistencias y 4 tapones de Markkanen. Y a seguir soñando.

¿Es posible el milagro?

Precisamente de ese partido de la fase de grupos es del que tiene que escapar emocionalmente Finlandia. Olvidarse y ser el rival peligroso que cualquiera es cuando no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. No hubo opción en la fase de grupos, pero cuando se trata de ganar o morir pueden ocurrir los milagros, y si este equipo ha podido con Serbia puede con cualquiera si se da la atmósfera y el contexto adecuados. Eso sí, hay que remontarse a la historia: el head to head histórico entre ambos equipos es de 5-5... Pero las cinco victorias finlandesas fueron entre 1951 y 1968. desde entonces, todo para los germanos, que promedian más de 100 puntos por noche en este Eurobasket, además de atrapar más rebotes, y tener mejor porcentaje que sus rivales en tiros de dos, en triples y desde la personal. Finlandia, por su parte, se va a 23,3 asistencias, único dato en el que se sitúan por encima de sus rivales. Pero ya se dice que las estadísticas están para eso...

Y no acaba ahí la cosa: Markkanen es el mejor jugador de Finlandia con casi 25 puntos por partido, mientras que Franz Wagner se va a 21 y mostró su temple en los instantes finales frente a Eslovenia, un partido que le costó mucho a Dennis Schröder y al resto de Alemania y que puso en evidencia lo bueno que es Luka Doncic (algo que ya se sabía), pero también algunas carencias de los germanos, que recibieron además alguna que otra ayudita arbitral (lanzaron nada menos que 37 tiros libres) para cerrar el que para ellos ha sido el partido más complicado de todo el torneo. La capacidad de Schröder para generar juego será una de las claves que necesitará frenar Finlandia, que tienen jugadores muy voluntariosos pero sin demasiada capacidad para según qué cosas más allá del triple, una variable en la que no tienen problema en hincharse hasta desinflarse, si es que se llega a ese punto.

Alemania es un equipo plagado de estrellas incluso con la baja de Johannes Voigtmann, que sufrió una lesión de rodilla y tuvo que decir adiós al torneo. Y casi todos tienen o han tenido experiencia en la NBA, algo que es más una normalidad que otra cosa dada la globalización de la mejor liga del mundo y el constante ir y venir de jugadores de un lado al otro del Atlántico. Algo que no pasa en Finlandia, cuya experiencia en ese tipo de élite se ve reducida ese Markkanen por el que pasarán muchas opciones. La capacidad germana para aprovechas las pérdidas de su rival y convertirlas en puntos a favor o de correr en transición es la mejor del campeonato y un arma mortífera que obliga a un extraordinario repliegue defensivo que ya veremos si los fineses son capaces de ejercer. Y el acierto en el triple para los blanquiazules será esencial si quieren mantenerse en un partido en el que su rival parte como absoluto y principal favorito, algo casi insólito cuando nos plantamos en una ronda como esta.

Hay una conocida historia bíblica donde el joven pastor David derrota al gigante filisteo Goliat en un combate singular, usando su honda y fe en Dios para vencer al formidable guerrero. Esta narrativa, narrada en el Libro de Samuel, simboliza la victoria de la fe y el coraje sobre la fuerza bruta. Un pasaje muy utilizado en el mundo del deporte para hablar de la lucha eterna entre los equipos pequeños contra los grandes. En este caso incluso de forma numérica más allá del baloncesto: Finlandia no supera los 5 millones de habitantes, mientras que Alemania está por encima de los 83 millones. Desde luego, todo está a favor de un equipo que busca una nueva corona y finiquitar de esa manera un ciclo espectacular al que sólo le quedó la medalla olímpica, quedándose en París a las puertas con ese cuarto puesto al no poder contra Serbia en la lucha por el bronce. Por otro lado, cualquier resultado contrario supondría una de las historias más grandes jamás contadas. Como en David contra Goliat.

Noticias relacionadas

¡Tus opiniones importan!

Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí.

Etiquetado en:
Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Te recomendamos en Más Baloncesto

Productos recomendados