Centenaria Casas
La alero cumple este domingo 100 partidos con la Selección ante Hungría, el último encuentro del Preolímpico de Sopron.
La Selección sacó este viernes adelante un duro enfrentamiento contra Canadá (55-60) en la segunda jornada del Preolímpico de Hungría (Sopron). Un triunfo que deja el viaje a París de este verano en manos de España: si gana este domingo a las anfitrionas (17:30 horas, Tdp), estará en los Juegos Olímpicos. Una victoria mascada, competida, que estuvo comprometida en algunas fases del encuentro… pero las jugadoras de Miguel Méndez nunca se dieron por vencidas. Es puro ADN de La Familia: si es complicado, es suyo. No lo quieren compartir.
Pero para llegar a tener esa fe inquebrantable, necesitas soldados que la forjen como Queralt Casas, que fue la más destacada contra las norteamericanas. Por números, 13 puntos, 3 rebotes, 2 asistencias y ¡6 robos! para 17 de valoración. Y por sensaciones, siempre estaba ahí, mirases donde mirases… y fueron 28 minutos sobre la cancha. “Estoy reventada, cansada, pero hay que ir a por todas”, confesó a AS tras finalizar un encuentro que no jugó al 100% por culpa de la espalda: “Esta mañana (por la del viernes) me había quedado clavada de la espalda y estaba un poco cabizbaja, pero sabemos de la importancia de este torneo: es ir a unos Juegos. Y, aunque sea, a morir. El domingo (por hoy) también tenemos 40 minutos y, estamos cansadas porque venimos de la temporada, pero hay que ir a tope”.
Un duelo, contra Hungría, que será especial para la alero del Valencia Basket (31 años y 1,77 m) porque cumple 100 internacionalidades con España. Un camino que empezó oficialmente en los amistosos preparatorios para el Eurobasket de Francia 2013. Su debut, el 16 de junio de 2013, ante Italia. Desde ahí, dos oros europeos (2013 y 2019), una plata continental en 2023 y un bronce Mundial en 2018. “Es un orgullo. Estoy supercontenta. Todo trabajo tiene su recompensa”, dice la catalana cuando se la nombra su centenario. “Nunca me planteé que llegaría a esa cifra, voy día a día, pero esta guay”.
En estos 100 partidos, Casas ha pasado de ser aquella jugadora que fue a su primera concentración, con históricas como Amaya Valdemoro, Elisa Aguilar y Laia Palau, “más a mirar el espectáculo que a jugar” a una de las principales referencias de la Selección. Una navaja suiza que ya no es una novata: “Me siento veterana por las piernas, por el cansancio que antes no tenía. Ahora estoy muerta todos los días”, comenta entre risas la centenaria, una defensora de primer orden que desea ir a París: “Es el sueño de cualquier deportista. Ya estuve en unos Juegos, pero fueron en época COVID, con gradas vacías… y tengo la espinilla clavada de estar en unos de verdad. Ojalá nos clasifiquemos y estemos allí”.