Caitlin Clark, en el firmamento: 41 puntos, 9 triples y a la Final Four
Iowa se clasifica para la final de la Final Four de la NCAA gracias a una exhibición estelar de su estrella, Caitlin Clark, inconmensurable.
Caitlin Clark, impresionante con 41 puntos y 9 triples, se vengó este lunes de LSU, que le dejó el año pasado sin título en la final de la NCAA, y lideró a Iowa a la Final Four del baloncesto femenino con una victoria por 87-94. Considerada como la estrella más importante del deporte universitario en Estados Umnidos en estos momentos y llamada a marcar un antes y un después en el baloncesto femenino, Clark dio un recital fabuloso y acabó con 13 de 29 en tiros de campo (incluyendo un 9 de 20 en triples), 6 de 7 desde la línea de personal, 7 rebotes, 12 asistencias, 2 robos y un tapón. Esta es la última oportunidad para Clark de coronarse con el título de la NCAA puesto que ya ha anunciado que dará el salto a la WNBA, donde con toda probabilidad las Indiana Fever la escogerán como número uno del draft. “Esta vez (en la Final Four) probablemente me siento un poco mejor porque es mi año senior (...), pero el trabajo no está terminado”, dijo Clark, muy sonriente, en declaraciones a la cadena ESPN nada más acabar el partido contra LSU.
Clark, un extraordinario talento ofensivo y con una asombrosa capacidad para anotar desde el exterior, se convirtió a comienzos de marzo en la máximo anotadora de la historia del baloncesto universitario (masculino o femenino) superando el récord que ostentaba Pete Maravich desde 1970. En 2023, Iowa perdió el título ante LSU en una final que dejó momentos de feroz competitividad (y cierta dosis de polémica) entre Clark y Angel Reese, otro enorme promesa del baloncesto femenino. Reese, que todavía no ha anunciado si se marchará este año a la WNBA, fue esta noche la mejor de LSU con 17 puntos, 20 rebotes, 4 asistencias, 2 robos y 3 tapones. Este nuevo cara a cara entre Clark y Reese, que se disputó en Albany (Nueva York, EE.UU.), se vivió con una expectación descomunal en Estados Unidos dentro de un March Madness con el público más pendiente de la competición femenina que de la masculina.
La exhibición de Clark
Clark golpeó con su primer triple nada más empezar el encuentro y dictó el ritmo de las Hawkeyes, que dieron forma a un excelente y muy inspirado arranque (17-9 con 6.03 por jugarse). A LSU se le atragantó la defensa en zona de Iowa, pero no tardó en reaccionar de la mano de Reese, omnipresente ya fuera reboteando, robando balones o anotando en la zona. Con todo ello y un parcial de 0-10, LSU le dio la vuelta al marcador y cerró el primer cuarto por delante (26-31) en lo que ya era un enfrentamiento por todo lo alto de las dos principales estrellas: 11 puntos y 3 asistencias para Clark por 10 puntos y 5 rebotes para Reese.
La figura de las Tigers dio el susto en el segundo cuarto al hacerse daño en el tobillo, pero tras un breve descanso en el banquillo pudo regresar a la cancha. El partido seguía siendo un toma y daca de ataques furiosos y sin tiempo para darse un respiro aunque el acierto descendió respecto al primer cuarto. Varios chispazos de Clark, que encontró la forma de ser una amenaza tanto en el exterior como atacando el aro, le devolvieron el mando a Iowa, pero un canastón de Flau’jae Johnson sobre la bocina para LSU dejó el encuentro en tablas (45-45) tras una vibrante primera mitad. Camino del vestuario, Clark llevaba 19 puntos y 5 asistencias mientras que Reese tenía para entonces 13 puntos y 8 rebotes.
Clark descorchó la segunda parte tal y como había empezado el partido: con un triple lejanísimo. No se detuvo ahí y después de marear a Hailey Van Lith clavó otro triple maravilloso casi pisando el logo central que envió a LSU al rincón de pensar (55-49 con 8.02 en el reloj). Iowa había cambiado a defensa individual y a LSU le costó adaptarse. Mientras, Clark seguía a lo suyo con artillería pesada desde el perímetro y también asistiendo a sus compañeras cuando sus rivales se cerraban sobre ella.
El viento soplaba a favor de las Hawkeyes frente a unas Tigers con muchos problemas para anotar, con dificultades para hacerle llegar el balón a Reese, ya no tan dominantes en el rebote y con síntomas de precipitación en algunas jugadas. El marcador de 69-58 al final del tercer cuarto dejó a LSU contra las cuerdas. Las de Luisiana trataron de reaccionar en busca de la épica, pero cada triple de Clark suponía un golpe a su cada vez más tocado espíritu de remontada. No hubo milagro para LSU, que además perdió por faltas a Reese en el desenlace, y Iowa con Clark al timón tendrá la posibilidad de conseguir el título de la NCAA en la Final Four que se disputará del 5 al 7 de abril en Cleveland.
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