Alocén se libera
El base (23 años y 1,94 m) fue de lo más destacado de la Selección en esta Ventana. Un paso más en su progresión tras la lesión y su salida del Madrid en verano rumbo Gran Canaria.
Carlos Alocén es esa clase de jugador que deseas que le vaya bien. Promesa española que debuta con tan solo 15 años en la élite con su Casademont Zaragoza, sufrió una gravísima lesión con 18, cuando afrontaba su segunda temporada con el Madrid. 22 meses fuera de las canchas. De febrero de 2022 a noviembre de 2023. Una pesada losa para un chico muy joven, aunque con mucha tralla en sus piernas (seis temporadas entre los mayores), que debía reiniciar su carrera.
En verano, empezó ese proceso de redescubrimiento. Salió del conjunto blanco para una nueva etapa en el Dreamland Gran Canaria. Una nueva experiencia que le abrió otra puerta: la Selección y sus Ventanas al no disputar ya la Euroliga. Y Alocén ha aprovechado la oportunidad en los dos partidos contra Eslovaquia. Dos duelos de auténtica reivindicación. Para poder “candidarse” (sic), en palabras de Sergio Scariolo, para el futuro. “Yusta y él me ha mostrado cosas. Es significativo lo que han hecho”, aseguró el seleccionador en la rueda de prensa posterior a la segunda victoria ante Eslovaquia (84-71).
Un triunfo que dio la clasificación para el Eurobasket de 2025 y en el que fue fundamental el aragonés. Sus estadísticas hablan de su enorme rendimiento: 11 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias para 22 de valoración. España tuvo un +22 con él en cancha. El máximo +/- del duelo.
“No voy a mentir, partidos así me liberan. Una vez cumplido el objetivo de volver a jugar al baloncesto y sentirme bien, ahora quiero volver a la normalidad, centrarme en mi futuro. Olvidarme que he tenido una lesión larga”, subrayó Alocén, cuya incidencia estuvo más allá de los números. Cada vez que pisaba la pista, cambiaba los humores y el ritmo del juego. Impulsaba a sus compañeros y a la grada del Pazo Paco Paz de Ourense, que aplaudió a rabiar un costa a costa suyo que no acabó en canasta por poco.
“Son muchas cosas que se te pasan por la cabeza. Llevar esta camiseta significa algo superior y haberlo conseguido me da un sentimiento de liberación, de satisfacción, de alegría... por todo el camino trabajado, que ha tenido recompensa”, continuó el base, cuyos minutos en Bratislava, en el partido milagro de España (72-76), fueron muy importantes para mantener el barco a flote. En tramos relevantes, fue el único que tuvo claro qué hacer, cómo atacar y conectar con sus compañeros. Siempre con un bote de balón suelto y exquisito. Que contagiaba alegría. De mucha calidad.
“Estoy muy feliz de poder pasar esta clase de semanas, de jugar estos partidos con esta camiseta, que al final es el objetivo de cualquier jugador. Hay mucho talento en nuestro país y hay que seguir picando piedra para volver”, cerró Alocén, que mete los codos para ser uno de los elegidos por Scariolo para el Eurobasket de 2025 en una posición que muy cotizada: Juan Núñez, Lorenzo Brown, Sergio Llull, Alberto Díaz, los jóvenes Rafa Villar, Mario Saint-Supery, Sergio de Larrea… Un problema mayúsculo para el seleccionador nacional.
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