Alemania pasa de ganar por 27 a Montenegro a pedir la hora

La sólida Alemania, anfitriona de este Eurobasket, sigue sin salirse de la trazada, pese al susto final, y con buenas sensaciones. Se deshizo de Montenegro (85-79) de más a menos, levantando el pie del acelerador en la segunda parte, incluso en exceso, lo que le costó un buen susto; y ya está en cuartos de final con una sola derrota, la que sufrió ante la Eslovenia de Doncic. La mala noticia es que, si Grecia no falla este domingo ante la República Checa (20:45 horas), el martes les aguarda Giannis Antetokounmpo. Y añádanle un contratiempo grave, la duda sobre el estado físico de su jugador con más talento, Franz Wagner, que sufrió un esguince de tobillo que genera alarma en el equipo alemán para el decisivo cruce.

Sin Wagner en pista, jugadores como Dennis Schröder, sobre todo él (22 puntos y 8 asistencias), y Johannes Thiemann dieron un pasito al frente para contrarrestar el vendaval generado por Kendrick Perry. El estadounidense nacionalizado montenegrino y nuevo base del Unicaja casi lo pone todo patas arriba (25+6). Los interiores Bojan Dubljevic (22 tantos) y Marko Simonovic (13) y el escolta Vladimir Mihailovic (12) lo secundaron. El parcial que levantaron entre el tercer y el último cuarto era impensable poco antes: 18-40, del 51-24 (+27) del minuto 21 al 69-64 (+5) del 33.

Alemania daba entonces un empujón que se intuía definitivo; sin embargo, Montenegro mantuvo el pulso para ponerse 80-75 ya dentro del último minuto y… robar un balón y recibir una posible falta antideportiva no pitada en el contraataque. Anotó a la carrera, en cualquier caso (80-77, ¡a tiro de tres!), y a falta de 24 segundos el castigado con la antideportiva en su intento por parar rápido el reloj fue Perry, lo que sentenciaba el triunfo germano.

La supremacía indiscutible de los equipos del grupo de la muerte respecto a los del A (“otro nivel”, en boca de Ergin Ataman, seleccionador turco) no resultó tan aplastante en el arranque de octavos. Francia, especialmente, y Eslovenia sudaron la gota gorda para derrotar a Turquía y Bélgica, respectivamente. Pero en el tercer asalto de octavos, esa teórica superioridad le explotó de inicio en la cara a Montenegro, desarbolada por completo ante el solidísimo bloque alemán, que, con Gordon Herbert en el banquillo, sabe a lo que juega, explota sus puntos fuertes, su físico y su talento. El golpe de realidad en Berlín para los montenegrinos resultó contundente hasta su reacción en la segunda parte.

La defensa local, ahora en Berlín, donde se disputan las eliminatorias, en lugar de Colonia, asfixió a su adversario: 19-10 y 29-14 en los dos primeros actos. Justo tras el descanso, 51-24. La anotación fluía frente a una sucesión de despistes balcánicos que ponían en órbita a Alemania, trabajo atrás y facilidades delante. Franz Wagner, un brillantísimo alero de 2,08 m y 21 años, ya en la NBA (Orlando), mostraba su enorme talento hasta que en un intento triple cayó sobre un rival y se torció el tobillo derecho. Al banco para no jugar más (14 puntos y 5 rebotes en 21:16), pie en alto y mucho hielo. A ver el martes.