Marc aleja al Bilbao de la Copa
Partidazo de la estrella del Girona ante un Bilbao Basket sin actitud en el peor partido de la temporada. Tercer triunfo consecutivo de los de Fontajau.
Jaume Ponsarnau es un hombre de absoluta confianza de Marc Gasol. Este requirió sus servicios el año pasado para impulsar al Girona a un ascenso histórico. El técnico de Tàrrega sabe de memoria cómo juega el hermanísimo de Pau y también conoce casi todos los tics del equipo de Fontajau. Pero a la hora de la verdad, cuando el balón ha saltado al aire esta tarde, ha sido Aíto, el que ha tomado las riendas en el banquillo catalán, el que ha descifrado y desmontado al Bilbao Basket a base de una defensa férrea con muchas ayudas y Marc ha campado a sus anchas, ha plasmado un recital de esos que siguen engrandeciendo la figura de una estrella absoluta, de un lujo en esta ACB: 19 puntos y 29 de valoración. Primera vez que encadenan tres triunfos. Da igual que vaya al paso, que ya no le lleguen los pulmones muchas veces, la clase se le sigue cayendo de los bolsillos. Entre él y Colom, otro veteranísimo con el físico justito, manejaron el ritmo a su antojo y humillaron a un rival que completó su partido del año. Es raro ver a un Surne tan medroso, sin actitud, irreconocible, sin comparecer, que no peleara la penúltima oportunidad por entrar en la Copa. El palizón que consintió le deja con las mismas opciones que un Breogán que descarriló en el Carpena. Tercer tropiezo en las cuatro últimas jornadas. El Valencia lo celebra. Es el favorito ahora para la cita de Badalona junto con el Gran Canaria.
Radicevic volvió a una convocatoria, pero Ponsarnau no quiso forzarle. Aíto montó una de sus trampas infinitas para desactivar a los ‘hombres de negro’ desde el principio. Marc se plantó en la línea de tiros libres y desde ahí, enorme e inabarcable, fue dando pasitos en las cuatro direcciones posibles para incomodar la organización del juego de Hakanson. La cabecera de la zona era una guillotina que mejor no pisar y el Bilbao Basket se dedicó a lanzar triples. Andersson empezó enchufado, el equipo vizcaíno parecía tener controlada la situación. ¡Engaño! A la larga iba a ser su perdición. No metían una canasta de dos ni por encargo y no lograban equilibrar su juego. Un aro pasado de Reyes fue la única cesta dentro del arco en casi ocho minutos. Sólo se pasaban la pelota por fuera, apenas reboteaban y los ataques eran lentísimos. El primer período acabó con una renta local de ocho puntos (22-14), tras un mate sobre la bocina de Hill en su bautizo en el pabellón de Fontajau. La ventaja catalana creció hasta los 11 puntos en el segundo cuarto con una acción de ‘Pato’ Garino, reaparecido tras seis partidos de baja y al descansó paró en 37-28.
RESUMEN
59 - Surne Bilbao Basket (14+14+14+17): Hakanson (8), Smith (6), Rabaseda (4), Andersson (12), Withey (-) -cinco inicial; Kyser (2), Sulejmanovic (15), Reyes (10), Alonso (-), Ubal (-) y Rosa (2).
Árbitros: Peruga, Bultó y Sánchez. Eliminaron por cinco faltas personales al visitante Tomic (min. 32).
Incidencias: Partido de la decimosexta jornada de la Liga Endesa, disputado ante 5.181 aficionados en el Pabellón de Fontajau, en Girona.
El Girona era un torbellino, con mucha intensidad atrás, pero sin excesivo desgaste físico, al paso, caminando, como su líder Gasol. Hay intangibles en el baloncesto, como el movimiento de los jugadores sin balón. Ante el colapso de la zona, es básico y el Bilbao Basket, cada vez más frustrado uy obsesionado en tirar de tres, estaba de huelga en esa faceta. Hakanson al fin pudo estrenarse, un triple nada más arrancar la segunda parte. Pero lo mejor del repertorio Marc estaba por llegar: un par de triples ante una defensa lamentable de Withey (la frialdad de este quedó en evidencia ante la pasión de Fontajau), un robo, una asistencia portentosa, un tirito girándose y en caída... Una maravilla, como si el tiempo no hubiera pasado para el ganador de casi todo lo posible en el baloncesto. Casualmente cuando al fin el Bilbao hizo una jugada con cierto sentido colectivo, fue castigado con una acción en alley-oop en el otro aro. Marc es tan bueno que hace lucir a sus compañeros. Los reservas se sumaron a la fiesta y el joven Prkacin se soltó un partidazo. Taylor, otro baloncestista de altísimo nivel, puso la máxima diferencia: 84-57. El Girona se aleja del infierno del descenso. Y el Bilbao Basket del calor de la Copa.