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ACB | BILBAO-GRANCA

Lakovic acapara las miradas en Bilbao

El técnico que no pudo obrar el milagro de la permanencia y al que se intentó contratar el pasado verano regresa a Miribilla con el Gran Canaria. Inglis, otro de vuelta.

Lakovic acapara las miradas en Bilbao
Elvira Urquijo A.EFE

Regresa Jaka Lakovic a Miribilla. Y todas las miradas se concentran en él. No ha sido ‘hombre de negro’, pero sus apariciones en la era reciente del club, en un importante segundo plano, le ponen en el escaparate en cuanto a interés mediático de cara a la visita de mañana al recinto bilbaíno. Para empezar, fue el elegido por Carles Duran en la temporada 2017-18 como uno de sus ayudantes. Había sido uno de los grandísimos bases que ha dado Europa, con una trayectoria fabulosa y un palmarés envidiable, y en 2015 inició una segunda etapa en Barcelona para jugar en el filial y a la vez simultanear esa labor con la de entrenador. Al acabar la campaña, se centró en la pizarra, como asistente en el Barça B y en la Eslovenia de Doncic que ganó el Eurobasket en 2017.

Para él fue un máster aquella tormentosa temporada 2017-18 en Miribilla. Tras la destitución de Duran, su nuevo jefe fue Veljko Mrsic, pero este también cayó, en abril de 2018, por los malos resultados, así que asumió su primera experiencia en la élite como entrenador jefe, uno de los nueve que ha tenido el club vizcaíno en sus más de 600 compromisos en ACB. Tenía cuatro partidos por delante y buscaba un verdadero milagro. Pero la fatalidad se cruzó por el camino en el primero, ante el Obradoiro, con una canasta ganadora final lejanísima de Sàbat, actual ayudante en el Girona, que complicó aún más la situación. Dejan Todorovic cometió un despiste en una ayuda larga y la angustia empezó a tornarse en tragedia. El descenso matemático llegó en la jornada siguiente, ante el Baskonia. Se jugó ya solo por acabar con cierta dignidad ante Murcia y Burgos, en la despedida de Mumbrú como jugador en activo. Hizo un 0-4. Después Jaka siguió los pasos de Duran y volvió a ejercer de segundo en el Joventut. Y dio el salto de nuevo como jefe en el Ratiopharm Ulm de la Basketball Bundesliga, al que dirigió brillantemente durante tres temporadas. El verano pasado, tras la salida de Mumbrú al Valencia, era el elegido por el Bilbao Basket para tomar las riendas, pero cuando estaba todo medio acordado, a última hora prefirió el proyecto del Gran Canaria.

El 14 de junio de 2022, el esloveno se convierte en nuevo entrenador del Herbalife Gran Canaria. Mañana aterriza en Miribilla como visitante. Compiten un Surne que llega tras la amarga decepción en Champions ante el Igokea y un Granca que saboreó el mismo vinagre en la Eurocup ante el Trento. Desde Italia, la expedición amarilla ha preferido no volver a casa y está en Bilbao trabajando, en La Casilla, ya que estos días Miribilla anda ocupado. Estarán 12 días fuera porque la semana que viene jugarán en Turquía frente al Turk Telekom. El Surne se verá en las mismas en breve, en la semanada del 12, entre Turquía con el Bahçesehir y la visita al Manresa.

Al final el elegido en Bilbao fue Jaume Ponsarnau, que primero ayudó a subir al Girona de Marc Gasol y luego se decantó por la oferta bilbaína. “Son un equipazo”, detalla ahora antes de enfrentarse al Granca. “Tienen muchas capacidades para desbordar, crear ventajas... Están bien entrenados, cohesionados y con buena táctica”, analiza a un rival que solo ha perdido dos partidos en la ACB, contra el Unicaja, otro que ha mejorado mucho con respecto al año pasado, y el derbi ante el líder Lenovo Tenerife. Lleva un 7-2 y es cuarto, en el pelotón de perseguidores del equipo de Vidorreta. ”Vamos a tener que hacer las cosas muy bien para contrarrestar sus puntos fuertes, que son muchos”. Persiste la duda de Hakanson, por molestias musculares, pero es más que probable que pueda reaparecer. Es una cita especial para Ludde, que cuando estaba en el Estudiantes afirmó que Lakovic es su ídolo. Al llegar el sueco a la cantera del Barcelona mucha gente los comparaba, por aquello de ser bases, rubitos y con buen tiro, y al final se ha quedado como un espejo para él.

También regresa Damien Inglis, sujeto a derecho de tanteo en Bilbao pero con una oferta en Las Palmas imposible de igualar. Fue clave el ‘cuatro’ francés para disparar las expectativas la temporada pasada hasta pasar de los agobios por el descenso a pelear por el playoff. “No se si habrá otros años en los que han hecho inversiones más altas. El equipo está muy bien hecho. Son ajustados, sólidos, equilibrados, sin fisuras. Eso les hace muy buenos”, reflexiona Ponsarnau. El pabellón volverá a tener su peso en el juego mañana (18:00 horas). “Queremos seguir siendo fuertes en casa. Sabemos que es necesario. En Zaragoza hubo un mini-Miribilla. Con nuestra gente somos más fuertes y encontramos lo mejor de nosotros”.

El preparador ilerdense ha sacado su lado más irónico esta mañana, al aludir al choque ante el Igokea como una cita muy alejada en el pasado, que tratan de sacar de la mente. “No recuerdo ningún partido que hayamos jugado el miércoles. Estamos con el Gran Canaria. Esa es la mentalidad: pasar página. Ya aprenderemos del encuentro del Igokea, pero ahora nos preparamos para esto”, ha resaltado. Frente a la estrategia de algunos colegas de castigar a sus jugadores a base de reproches e indiscreción, el talante positivo y conciliador del preparador de Tàrrega. Los jugadores han tomado nota y su cabeza ya no procesa el desastre europeo, tan sorprendente como doloroso. Va a mudar Miribilla de algo más de tres mil espectadores a nueve mil y eso eleva la expectación y garantiza una mayor intensidad de los protagonistas.

El que está cada vez más integrado tras la larga etapa fuera por lesión es Radicevic, aunque le falta ritmo competitivo. “No tengo ninguna duda de que Miribilla nos va a ayudar. Estará lleno. Nosotros tenemos que hacer nuestra parte, que es jugar duro y con energía”. El serbio trata de maniobrar con paciencia, para no recaer de su lesión. aún le falta para estar perfecto físicamente. “No me gusta estar fuera, es malo ver a mis compañeros jugar y no poder ayudar. Estoy de vuelta, con entrenamientos y partidos, podré recuperar el tono. Hemos tenido un calendario complicado cuando estaba fuera, el equipo ha perdido algunos partidos por mala suerte. Lo importante es que nadie ha perdido la motivación por mejorar. Al fin estamos todos y vamos a intentar dar un paso al frente”, remarca. Coincide con su técnico que la derrota del miércoles no puede dejar una huella negativa en el vestuario y que van a dar su mejor versión para encadenar la tercera victoria consecutiva en ACB y asentarse en la zona playoff. El base es consciente del potencial del Gran Canaria y de su plantilla, plagada de gente ben curtida. “Juegan muy bien. Será un partido difícil, un reto para nosotros. Competiremos”, concluye.