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SURNE BILBAO BASKET

La ‘pájara’ del Bilbao Basket

Ponsarnau compara la actual crisis de resultados del equipo con el mal momento de los ciclistas en alguna etapa de montaña.

La ‘pájara’ del Bilbao Basket
AIOLDiarioAS

Jaume Ponsarnau ha tirado de un símil ciclista para ilustrar el mal momento que atraviesa su equipo, con seis derrotas en ocho partidos entre ACB y Europa. El Murcia cuajó un partido malísimo y al menos el colchón que se trae del otoño le hace transitar sin dramas. “Esto es como cuando Indurain sube Les Arcs en 1996, cuando tuvo un golpe, el del mazo, le pasó a él que era el mejor, ¿cómo no nos va a ocurrir a nosotros?“. Los síntomas son esos, un hundimiento momentáneo, ahora toca aplicar la solución. “La receta para superar la pájara es actitud y baloncesto. En lo mental, pocas cosas nos quedan por hacer más que buscar en el propio baloncesto la forma de corregirlo. Tenemos jugadores a los que se les nota mucho la frustración y eso lo estamos intentando atacar. Estamos encontrando defensas ante las que la inspiración es importante y ahora tenemos menos jugadores inspirados”, admitió.

“A pesar de los problemas físicos que estamos padeciendo, aprendimos de los remeros y aprendimos de la historia minera que hay bajo Miribilla. Hay mucho en este territorio de lo que aprender para no dudar en darlo todo”, expone en alusión a su conocimiento y labor en una trainera a comienzos de temporada y las explicaciones sobre los secretos del subsuelo en el que se asienta el pabellón. El Surne se ha complicado Europa tras la paliza ante los pimentoneros (-18) y en la ACB buscan un final de temporada dulce, tras quedar fuera de la Copa, un sueño que no pudo completarse para una plantilla muy humilde que está muy desgastada por las lesiones. La dirección en pista está siendo una tortura. Hakanson se encuentra asfixiado, incluso lesionado, y Radicevic “no está jugando aún con el tono competitivo necesario” tras recuperarse del edema óseo que le dejó fuera varias semanas. “Niko ha entrenado mucho menos que el resto de compañeros y esto nos ha llevado a que forcemos un poco más a Ludde y ahora el chasis de Ludde va con dificultades”, lamentó.

Para Ponsarnau la explicación a partidos como el de Murcia es que la “frustración” que genera a algunos jugadores “jugar mal” provoca que pierdan “actitud e implicación”. “Tenemos que entender que es lógico que juguemos mal porque los otros equipos hacen todo lo posible para que juguemos mal y nosotros en estos momentos no tenemos el máximo de fuerza e inspiración para jugar bien. Pero, a pesar de eso, tenemos que jugar con la máxima actitud”, incidió.

El preparador de Tàrrega asumió también que, cuando se han fijado otros desafíos diferentes al de la permanencia, como entrar en la Copa o superar fases en Europa, “no la hemos metido”. “La cruda realidad es que no somos tan buenos como para asumir estos retos, pero tenemos la ambición de poder hacerlo. Tenemos que recuperar nuestro nivel competitivo y la receta es actitud y baloncesto. Debemos ser resilientes y hacer el esfuerzo de adaptarnos a lo que nos planteen”, subrayó.

“Ya nos hemos levantando unas cuentas veces y nos volveremos a levantar, que nadie tenga ninguna duda”, lanzó, optimista, un Ponsarnau que encara la visita del sábado al Monbus Obradoiro como un reto frente a un rival “en racha y con confianza que ha encontrado la propuesta para ser competitivo”. Tras la cita de mañana, el equipo volará directamente hacia Canarias, ya que el martes juega en la Champions ante el Tenerife, vigente campeón del torneo, en la tercera jornada del Top-16. “Lo hacemos también para garantizar descanso y en lo mental intentaremos buscar exigencias y retos en cosas simples que nos ayuden a recuperar nuestro nivel de competitividad”, concluyó el técnico ilerdense.