Jugosa ventaja para Turquía
El Bilbao Basket defenderá 12 puntos en la vuelta de los cuartos de final ante el Tofas Bursa.
Estaba cantado que todo se iba a decidir en Turquía. Pero el Bilbao Basket pegó primero en los cuartos de final de la FIBA Europe Cup ante el Tofas Bursa, un partido de ida que fue una verdadera montaña rusa. Hubo rachas espectaculares por cada bando, errores clamorosos, amagos de ruptura, de acabar igualados... un montón de matices y un arbitraje indescifrable que sacó de sus casillas a todos. Los ‘hombres de negro’ llegaron a liderar el tanteador por 15 en dos ocasiones, pero la sensación que queda es que nadie sabe muy bien a qué atenerse en un cruce de lo más variopinto. Así que los 12 de ventaja que se llevarán a Turquía se dan por buenos y los habría firmado cualquiera antes de arrancar este pulso a 80 minutos, ocho cuartos, como remarca Ponsarnau habitualmente. La defensa vasca sobre uno de los mejores ataques de la competición fue clave.
El más regular fue el Bilbao Basket, y el más rico tácticamente, apoyado en De Ridder, jugador clave en Europe Cup por el tema de los cupos y los descartes, Frey y Dragic. Sólo perdieron un cuarto. Fue encontrando respuestas a las situaciones que se le daban, con diferentes protagonistas a cada paso. Tuvo mucha más lucidez en los instantes finales, supo gestionarlos, hasta el desquiciamiento del último suspiro, donde encadenó un error tras otro. Para empezar, una falta que no venía a cuento del impetuoso De Ridder. Dragic hizo el 81-66. Y luego, el caos, falta de Pantzar a Saybir, un jugador muy completo, en la línea de tres y técnica al banquillo para sumar cuatro puntos desde la línea de libres: 81-70. Hubo posteriormente dos más: 81-72. Menos mal que Frey se sacó un as de la manga, una canasta acrobática cuando notó un agarrón de Bankston, que se castigó con falta, pero se revisó y no se catalogó como antideportiva. Al menos permitió estabilizar la diferencia en 12, una renta jugosa.
Era el colofón de un choque vistoso, en el que el Bilbao Basket emergió a través del rebote defensivo y el contragolpe. Kullamae y Gielo fueron los descartados. Hay que hacer malabares para configurar las convocatorias, ya que en ellas hay que meter a Sylla y Bagayoko por los cupos. El acierto de los exteriores fue condicionando la velada y Jones tomó la responsabilidad en el tramo final con mucha y buena participación. Las faltas empezaron a recargar pronto a jugadores claves del cuadro otomano, como Reed, su mejor anotador, pero supieron aguantar sin caer eliminados. El Surne arrancó como un cohete: 21-4 (de 4-2 se pasó a 16-2), era muy pronto y parecía anecdótico, pero le sirvió para cargar las pilas de moral, darle la confianza precisa. Mientras el Tofas se perdía en protestas y su banquillo era castigado con técnica. Frey estaba inmenso y metió ocho puntos seguidos, aderezados con un mate de Sylla para el 47-35. Este aprovecha cada minuto que tiene y las ayudas exteriores en el bloqueo y continuación son buenísimas.
Rubén Domínguez también cogió su cuota de protagonismo en su torneo fetiche y Rahkman protagonizaba una de sus penetraciones fulgurantes, machando feroz el aro: 62-50, a 2:12 para acabar el tercer cuarto. Bankston, al que nadie pudo parar en las continuaciones, empezó con su colección de mates, uno ante De Ridder de postal. Los árbitros esperaban mucho más que en ACB para pitar las faltas, pero es algo común en Europa. Domínguez anotó un triple que ponía el 65-50. La mentalidad visitante no alcanzaba la enorme intensidad local, pero el Tofas es equipo experimentado en estas lides y seguro que no ha dicho su última palabra. Todo iba encarrilado para la gran diferencia del Bilbao Basket, hasta que los colegiados, con gestos extraños hacia el tendido, empezaron a regalar tiros libres a los otomanos. Algunas decisiones fueron de lo más delirante, pensar que perfiles de estos pueden decidir los cuartos en Turquía... La semifinal está un poco más cerca, pero mejor no apostar ni un euro por nadie. El segundo asalto, el próximo miércoles, en el bullicioso Tofas Spor Salonu. Habrá que ser sólido y tener mucha cabeza, pero también corazón. Promete emociones. Pero los hombres de negro han gritado en el capítulo inicial: “¡Sí se puede!”. La presión ahora está en el tejado otomano, pero suyo es el factor pista. El resultado se asemeja al del otro partido en este lado del cuadro, ya que el Dijon se impuso como local al Ludwigsburg por 88-75. En el otro sector, los dos encuentros se cerraron con empate, el Zaragoza-Cholet (83-83) y el Friburgo-PAOK (62-62).
Ponsarnau, satisfecho
Jaume Ponsarnau estaba contento. “Creo que tengo que irme satisfecho con los 12 puntos, con el esfuerzo del equipo, pero me voy insatisfecho con cositas que debemos mejorar”, comentó en su valoración del partido. “Creo que hemos acertado en el plan del partido, pero a nivel de ejecución tenemos que hacerlo mejor y tenemos que defender un poco más inteligente esas virtudes”, añadió, en referencia a los 14 puntos, varios de ellos en mates sobre el aro bilbaíno, anotados por el pívot Bankston.
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El técnico de Tàrrega destacó, además, que su equipo “entendió el partido desde la intensidad, la fuerza y la mentalidad de correr” encontrando “consistencia en el rebote defensivo”. “El Tofas es un equipo experimentado y sabe competir estos partidos de forma que no nos fuéramos en el marcador y en momentos nos han hecho daño. Seguro que en la vuelta van a encontrar más inspiración y más acierto y tendremos que dar respuesta”, añadió. Sobre lo tarde que se pitan las faltas en Europa, esgrimió que hay que reeducarse para entenderlo, porque no es como en la ACB.
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