Homesley liquida al Casademont Zaragoza a base de triples
Su excelente serie de tiro del último cuarto alicata la victoria del Granca ante el combativo equipo maño. Bell-Haynes tuvo la posibilidad de la prórroga en los últimos segundos.
Dreamland Gran Canaria y Casademont Zaragoza se acaban de marcar un precioso partido de baloncesto al menos para el espectador, probablemente también para los jugadores, puede que no tanto para Jaka Lakovic y Porfirio Fisac. Casi siempre por delante, los locales no pudieron sentenciar el partido hasta los últimos segundos ni siquiera tras la colosal secuencia triplista de Homesley en el último cuarto, tan decisiva esta para firmar el octavo triunfo liguero del curso, unos números estupendos.
Se rompe así el empate entre ambos equipos. Nada debe reprocharse el equipo maño, que tantas veces parecía irse del partido, las mismas que volvió para pelearlo con todas las de la ley. Irreductible hasta el pitido final, tuvo incluso la posesión para, al menos, haberse ganado el derecho a jugar cinco minutos más.
Estaba en la parra el Gran Canaria en los primeros instantes del partido. Tanto fue así que, casi en menos de lo que dura un pestañeo, el punzante Casademont Zaragoza se había puesto 2-8 con sendos triples de Fernández y Slaughter, homenajeado en la que tanto tiempo fue su casa. El segundo triple del escolta norteamericano de pasaporte polaco mantenía la distancia hasta que los locales sellaron un 7-0 de parcial iniciado por una canasta desde la periferia de Pelos y sellado con un gancho de Brussino que, con el 12-11 en el marcador, obligó a Fisac a pedir tiempo muerto.
Ambos equipos, haciendo gala del juego ofensivo alegre y coral que tanto les gusta poner en práctica, ofrecían un espectáculo baloncestístico de lo más entretenido para el espectador. Del mismo salió favorecida la hueste visitante, que acabó cerrando el acto inicial con una ligera ventaja, 22-27, gracias a dos mates de Mencía como perfecto epílogo de estos vibrantes 10 minutos iniciales. En medio se contaron dos triples de Haynes, seis puntos en la primera parte, 17 al final, tan tranquilo esta mañana tras masacrar al Barça hace una semana.
El Granca irrumpió en el segundo cuarto como viento huracanado y, con ese 8-0 de parcial de inicio, obligó de nuevo a Fisac a tomarse un tiempo con sus propios jugadores. Parecía que el duelo, tan vibrante en ambas canastas en todo momento, se teñía de un ligero color amarillo. Así, el equipo de Jaka Lakovic marcaba músculo tras el 2+1 que Homesley le sacó a Sulejmanovic, 38-31 después de conseguir estos tres puntos de dos tacadas, canasta y falta. Parecía aturdida la formación maña, que se recompuso antes de un descanso al que llegó totalmente metida dentro del partido: 44-41.
Intercambio
Ni que fuera un combate de boxeo que acabara decidiéndose a los puntos, el intercambio de golpes en el rectángulo de madera se mantenía a la salida de los vestuarios. La ventaja era siempre del Gran Canaria hasta que Yusta, el súperhéroe de las últimas Ventanas, empató a 53 y, acto seguido, Sulejmanovic, desde el tiro libre, le dio al Zaragoza su primera ventaja desde aquel pretérito 10-11.
El Dreamland volvió a recobrar la ventaja con Albicy enchufando desde el extrarradio. Con el viento a favor empezó a navegar a toda vela el equipo local, que tras sendas canastas de Diop, poderoso bajo el aro rival, alcanzó un esclarecedor 75-66, su máxima renta a favor de todo el partido. Pero ocurre que el de Porfirio Fisac es un equipo contestón, por lo que la respuesta no pudo ser más contundente: triple de Spissu. Cuando todo parecía perdido, los visitantes empezaron a remar hasta tocar orilla con el tercer triple de Slaughter y, así, ponerse por delante aunque fuera por la mínima: 79-80.
El duelo era por momentos una delicia visual a la que el propio Slaughter añadió su cuarto enceste desde el 6,75, pero tres casi consecutivos de Homesley desde idéntica distancia le dieron al Granca todo el aire que necesitaba (92-87). El propio Homesley volvió a cantar bingo desde el más allá para, a falta de 20 segundos, poner un caliente 95-91 que tanto enfrió Bell-Haynes desde idéntica distancia. Conditt le cerró el aro al propio Bell-Haynes con un sonoro tapón para empatar el duelo tras el tiro libre encestado por Brussino, que había fallado el primero. El norteamericano falló después el tiro decisivo para llevar el duelo a la prórroga y, entonces sí, se alzó el telón de un estupendo partido de baloncesto, emocionante a más no poder, acaso decidido por pequeños detalles.
El triunfo fue doble para el Gran Canaria, que rompe así el empate con el correoso Casademont Zaragoza y continúa, con todas las de la ley, en la pelea por ser cabeza de serie de la Copa del Rey, la cual disputará también como anfitrión.
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