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CAZOO BASKONIA

Historias de pizzas y palomitas

El jugador que mete el punto 100 tiene que invitar a la plantilla y el club ha decidido obsequiar también a los aficionados presentes si se pasa del dígito 99.

Vitoria
Costello hizo el punto 100 el miércoles y pagará las pizzas
GEORGIA PANAGOPOULOUEFE

El Baskonia ha superado trece veces la centena de en la presente temporada, ocho en liga y cinco en Euroliga. Su juego efervescente le lleva a veces a encajar demasiados puntos del rival. Pero en el intercambio de golpes casi siempre sale victorioso. Del segundo al último cuarto contra el Monbús, por ejemplo, encajó 85 puntos. Sólo en 30 minutos. Sin embargo, para el 26, ya estaba en el dígito 50.

Cuando un jugador del equipo de Peñarroya anota el dígito 100, tiene que pagar una ración de pizzas a todo el resto de compañeros. Por eso se celebra la centena en el banquillo como si fuera un gol de fútbol. El club, además, se ha comprometido a regalar palomitas a todos los espectadores si el logro se ha conseguido en casa, en el Buesa Arena. Ocurrió, por ejemplo, el miércoles contra el Obradoiro.

El 110-94 fue tan sólo un ejemplo en la presente campaña. Se ha conseguido en liga otras siete veces más: ante el Unicaja (103-89), el Real Betis (107-103), con el UCAM Murcia (102-73), el Fuenlabrada (102-88), el Granada (105-81), el Bilbao Basket (100-78) y el BAXI Manresa (107-92). Además, también lo ha conseguido en cinco ocasiones en una Euroliga que no volverá a disputar hasta la temporada próxima.

Un día el Howard, otro Thompson, también Marinkovic, Kotsar o Heidegger. Cada noche tiene un héroe diferente pero lo cierto es que ya se ha superado la marca de la temporada 2008-09, con Dusko Ivanovic en el banquillo, cuando se consiguieron doce “centenariazos” entre todas las competiciones. Por otro lado, el 34-9 del primer cuarto del miércoles iguala la diferencia histórica de un primer cuarto en la historia de la ACB.

El curso actual ha estado marcado por el “terremoto Pi Henry”. Todavía se desconoce qué ocurrió con aquel control antidoping con resultado no concluyente y la posterior lectura de la segunda muestra. Su salida del equipo provocó el fichaje del base Max Heidegger. El estadounidense, con padre austriaco y pasaporte israelí, batió el otro día una marca más: fue el primer jugador en anotar 25 puntos y repartir 5 asistencias en menos de 20 minutos en un partido de ACB.

Otro que destapó el tarro de las esencias fue Kassius Robertson, el escolta del Monbús Obradoiro, que terminó el partido con 44 puntos y 9 triples. Su anterior marca anotadora estaba en 37 puntos pero lo de los nueve lanzamientos de tres acertados ya lo había hecho en otra ocasión. En el primer cuarto sólo metió 2, así que en los tres últimos hizo 42. El canadiense se marchó de la cancha aclamado por un Buesa Arena en donde los aros parecen ser piscinas en la presente temporada. Para muchos equipos al margen del local.