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LIGA ENDESA | 10ª JORNADA

Hakanson ejecuta al Gran Canaria

Triplazo lejano ante Shurna del sueco, que alcanzó su récord de anotación en ACB: 27 puntos. El Bilbao Basket, con un espectacular 6-4.

Hakanson ejecuta al Gran Canaria
AIOL
Liga Endesa

Hakanson se ha hecho una señora estrella en esta Liga y más allá, en el concierto europeo. El base sueco que brotó en la cantera del Barça tuvo que ganarse las habichuelas en Sevilla, Fuenlabrada y Estudiantes; luego hizo las maletas hacia Polonia para seguir creciendo; y en Bilbao ha encontrado ese paisaje que alumbra todo su talento, como pudo ocurrir el año pasado con Musa en Lugo, salvando las distancias. En el sitio adecuado y en el momento preciso. Está en una etapa de deliciosa madurez y su juego es demoledor, irresistible para quien trata de marcarle. Si no es por él, el Bilbao Basket habría sufrido una decepción ante el Granca, uno de los equipos que habitan por las alturas de la tabla, con un grupito de compañeros de viaje a la estela del Tenerife. Su actuación está al nivel de los portentos que han pasado por Miribilla vestidos de negro, de los mejores Mumbrú, Vasileiadis, Raúl López, Jackson... Cuando apretaba la soga, se sacó un uno contra uno que ningún aficionado podría cansarse de ver durante horas. Ante Shurna, lanzándose hacia atrás para esquivar el tapón, desde poco más de siete metros, lanzó un triplazo que era la sentencia: 74-40 a 19 segundos para acabar. Una obra de arte y si hubiera justicia, se tenía que haber decretado ahí el final de la contienda, para que permaneciera como último recuerdo, memorable, para una grada que empezó muy fría, pero acabó en combustión por el efecto contagio de un equipo que nunca da el brazo a torcer. Su tope en la ACB, 27 puntazos, ante la mirada de su padre, un señor más que orgulloso por lo que ha engendrado. Ludde estuvo colosal e invalidó la casi perfecta estrategia insular de ir madurando el partido, punto a punto, remontando el dominio local en los tres primeros cuartos.

Decía Ludde que su ídolo siempre ha sido Lakovic. Bonita manera de honrarle y demostrárselo, ejecutando al equipo que apadrina este con mano firme jugando exactamente como lo hacía el propio Jaka. “No me ha tratado bien”, bromeaba el esloveno. Su ausencia por dolores en un costado se ha notado, aunque en Zaragoza el plantel supo salir adelante. Fue un partido tedioso, sin ritmo en parte por el constante viaje de los árbitros al ‘instant replay’, pero con un final apoteósico. Lo mejor quedó para los dos minutos finales. Se desmontó la sensación de un Gran Canaria pletórico, imponiendo su larguísimo equipo, con jugadores de reserva muy por encima de los suplentes locales. Slaughter fue el único que no dio el nivel esperado. Andersson desde el tiro libre puso el lazo al compromiso. El Surne sigue siendo un titán en su casa, asentado entre los ocho mejores, con 6-4. La zona de descenso está a kilómetros de distancia. La sensación que flotaba en el ambiente era que los amarillos, que venían picados tras caer en la Eurocup ante el Trento, lo tenían todo controlado, estaba en su mano. El 54-62 a 5:04 gracias a un parcial de 2-11 o el mismo 57-64 a 4:07 ilustraban el olorcillo insular que gobernaba el pabellón. El Bilbao Basket había sufrido lo indecible para anotar bajo el aro, por el colapso de la zona de los pupilos de Lakovic. Se sacaron un gran 43 por ciento en tiros de tres, por encima de los lanzamientos dobles (42 por ciento).

Hakanson, tras la victoria que llevaba su firma
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Hakanson, tras la victoria que llevaba su firma

El Gran Canaria no enamora, pero es tremendamente efectivo. Un poco como el líder Tenerife. Tienen las ideas claras y saben cómo hacer daño. Bilbao casi siempre recibe a sus ex con afecto. Pasó con Inglis, sujeto a derecho de tanteo por parte del club vizcaíno, pero finalmente arrebatado por los euros del Granca, y como el siguiente en ser presentado correspondía a Lakovic puede decirse que se atenuó cierta indiferencia hacia el exbase esloveno. Aunque el Surne hizo ataques sin pies ni cabeza, se puso por delante con 10-5 gracias a la gestión individual de Smith. Radicevic salió para ordenar un poco las ideas. Apoyó a ambos Rabaseda con otro de esos inicios suyos muy a fuego. Así que los ‘hombres de negro’ cogieron una buena ventaja (17-7) en un primer cuarto que, tras la reacción canaria con un 0-7 plasmado por Salvó, Inglis y Benite (17-14), terminó con los locales por delante (20-16).

Los amarillos realizaban una labor de zapa. Lakovic eligió hacer daño con Inglis a través de sus posteos (empate a 22), y luego incidió con esa misma estrategia con Shurna. Los marcajes sobre Hakanson, de Bassas y a veces de Benite, eran férreos. Al descanso, el visitante llevaba 20 puntos en la pintura. Se pusieron por delante con 24-27. Y entró en acción el reaparecido Hakanson, que logró zafarse de su severo marcaje para liderar con dos triples en un parcial de 9-0 (33-27) una remontada que permitió a los de Ponsarnau llegar al descanso también por delante (35-29).

Cuatro puntos seguidos del sueco a vuelta de vestuarios relanzaron a los de negro hasta los diez puntos de ventaja (39-29), pero volvieron a reaccionar los de canarios: 52-51. Muchos partidos en un mismo compromiso. El Gran Canaria encontraba siempre la muñeca precisa para minar la moral del enemigo: Diop, Bassas, Salvó... Ahondaron los visitantes en las carencias de los locales sin Hakanson en pista en el arranque del último cuarto hasta parecer que tenían amarrada la victoria con ocho puntos de ventaja. A cinco minutos del final, el conjunto de Ponsanau parecía precipitado hacia la derrota. Pero siempre niega su destino. Rabaseda estaba haciendo su clásico partido de intendencia. Eso sí, hizo la cuarta falta y el Bilbao perdió rigor defensivo. A Reyes no le salían las cosas, hasta que cogió la sintonía y sus puntos ayudaron a hacer masa. Pero el que enganchó al equipo y a Miribilla fue Hakanson. El regreso del omnipresente internacional sueco a la cancha resultó letal, levantó a su equipo con un primer triple clave (57-62) y el decisivo en el suspiro final. Diplomatura sueca con Andersson. Tercera victoria seguida en ACB, que entierra la decepción con el Igokea bosnio en la Champions. A una de los segundos clasificados. De momento nadie se atreve a pronunciar la palabra Copa. pero con esta gente empeñada en destrozar la lógica, tampoco van a tachar de loco al que lo haga.

RESUMEN

Surne Bilbao Basket (20+15+17+24): Hakanson (27), Smith (14), Rabaseda (2), Andersson (11) y Withey (4) -cinco inicial-; Radicevic (10), Francis Alonso, Reyes (8), Sulejmanovic, Kyser y Ubal. 

Gran Canaria (16+13+22+21): Albicy (3), Slaughter (7), Brussino (3), Shurna (7) y Balcerowski (7) âcinco inicial- Bassas (13), Benite (8), Salvó (8), Inglis (6) y Khalifa Diop (10). 

Árbitros: Carlos Peruga, Vicente Bultó y Roberto Lucas. Sin eliminados. 

Incidencias: Partido de la décima jornada de la Liga de Endesa disputado en el Bilbao Arena de Miribilla ante 8.221 espectadores 

Ponsarnau: “Hakanson ha sido un martillo todo el partido”

Ponsarnau se mostró muy satisfecho por el triunfo. “Hemos encontrado muchos puntos con Hakanson. Ha estado inspirado y ha hecho mucho daño. Ha sido un martillo todo el partido. Era muy difícil acercarnos a la pintura y no encontramos a nuestros pívots, pero sí a Ludde”, subrayó el técnico, quien consideró clave que no dejaran “dominar” a su rival “las cosas en las que se sienten cómodos”.

“Cuando las cosas se han complicado hemos encontrado reacción, defensa, inspiración y baloncesto. Por eso hemos ganado. Teníamos claro que era un partido de pequeños partidos y era importante entenderlo. El valor de equipo ha sido tener una buena defensa”, incidió. Ponsarnau, por último, destacó que esta sexta victoria de la temporada supone “un paso importante para ser uno de los mejores 16 equipos de la Liga” al final de la temporada, sin ponerse otra metas a corto plazo que el partido del próximo domingo, también en el Bilbao Arena, frente al Obradoiro.

Lakovic admite que la victoria del Surne Bilbao “fue merecida”

Jaka Lakovic admitió que la victoria del Bilbao Basket “fue merecida por cómo fue” un partido en el que su equipo “empezó mal y sin la intensidad necesaria para jugar” en Miribilla. “Empezamos dormidos y hasta el tercer cuarto nos costó igualar el partido y tener el control. Y luego, en el último cuarto, no fuimos capaces de resolver y Bilbao nos castigó. Ahora toca aprender la lección y seguir adelante”, apuntó el técnico en su valoración del encuentro.

El esloveno lamentó, además, que no encontraran “la defensa para parar” a Hakanson y “un triple imposible” que decidió el choque. “Al final el baloncesto te da lo que mereces y por sensaciones y dinámica entra un triple muy difícil”, comentó el exbase, que inició su carrera en la élite como primer entrenador dirigiendo a los ‘hombres de negro’ en los cuatro últimos partidos de la temporada 2017-18 que acabó con el descenso a la LEB. “No fue un año exitoso, pero no todo es baloncesto. La gente de Bilbao nos trató muy bien a mí y a mi familia. Lo aprecio y por eso siempre es agradable regresar”, destacó Lakovic admitiendo que el pasado verano “hubo conversaciones” para su regreso a Bilbao “aunque nunca llegaron tan lejos como se publicó”.