Francis vuelve a casa por Navidad
El escolta malagueño visita el Martín Carpena con el Bilbao Basket. “Será emotivo, pero intentaré que no me afecte”, aduce. Sueños de Copa en Miribilla.
Francis Alonso no es un tipo al que le asusten los retos. Si no a ver quién entendería que a los 18 años abandonase su zona de confort, su querido Málaga y Unicaja, para embarcarse en la aventura norteamericana de un instituto y una universidad, sin conocer apenas nada del suelo que iba a pisar. Pasó por la Cushing Academy y la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro. Ahí dejó una impronta de gran jugador de ataque. En 2019 se sintió mucho más maduro y formado y regresó a casa. Firmó por dos años y uno más opcional, y fue cedido al Fuenlabrada. “Llegué a Unicaja en una etapa complicada, que no era buena a nivel de victorias”, lamenta. Así que notaba que se estaba estacando y volvió a dar un giro a su vida. Apareció el Bilbao Basket y arrancó una nueva etapa. Gracias a las Ventanas ha sido internacional, un honor en su carrera.
Mañana llega un momento cargado de nostalgia, la visita al Carpena. Regresa a casa por Navidad, aunque con colores forasteros. “Unicaja es un equipo al que siempre tendré mucho cariño porque hay muchas personas con las que tengo amistad, pero en cuanto la pelota vaya arriba, estaré centrado y con los cinco sentidos y concentración en lo que pasa en la pista. Será emotivo, pero intentaré que no me afecte”, subraya. Confiesa que tiene “muchas ganas” de llegar a Málaga “para saludar a esa gente con la que tanto me une, pero también para ganar el partido” a un rival “muy físico, ágil y explosivo”, que tendrá además a su favor “el factor Carpena”.
Al margen de ese sentimentalismo, lo que le preocupa es elevar sus porcentajes de tiro, ya que el equipo necesita sus puntos. Empezó la temporada como un cohete en Badalona, pero ha ido perdiendo confianza en sus lanzamientos. “Soy honesto y muy autoexigente. El acierto no está de mi parte ahora mismo, pero eso forma parte de lo que es ser tirador. Lo que puedo controlar es el trabajo que pongo para que todo acabe saliendo. Con la ayuda de mi familia, que sabe mucho de tiro y técnica, estoy intentando evolucionar para que los tiros entren. Ser tirador supone aceptar el fallo y hay que seguir esforzándose. No siempre va a ser así y tenemos que centrarnos en lo que podemos controlar, que es la labor para que todo salga bien”, subraya.
Al margen de esta cita, el Bilbao Basket piensa en que dos triunfos más en la primera vuelta le pueden dar el pasaporte para la Copa. Hay mucha ilusión en Miribilla. El entrenamiento matinal del viernes (11:00 horas) fue a puerta abierta, con gran respuesta popular. Se entregaron un total de mil posters, hasta agotar existencias. Tras el mismo, jugadores y cuerpo técnico se dedicaron a firmar autógrafos. En la primera vuelta les queda visitar a Unicaja, Girona y Barcelona y recibir al Murcia. “Sabemos que está ahí, pero no hay que centrarse en ello y si llega, sería la recompensa al trabajo en el día a día. Hasta ahora nos ha ido bien y no hay que cambiar esa mentalidad. La Copa te viene por sí misma cuando lo haces bien, no por una obsesión”, reflexionó. Como hay que ir paso a paso, se centran en el choque de mañana en la Costa del Sol: “Será complicado, pero hemos demostrado en los grandes retos y los partidos difíciles que somos un equipo férreo y duro. Si seguimos los valores del equipo creo que podemos hacer un buen partido y plantar cara”, concluyó.
Ponsarnau va en la misma dirección con respecto a la Copa. “Es positivo que la afición tenga ilusión por la Copa, pero en el vestuario tenemos claro que hay un objetivo más importante, que es ser uno de los 16 mejores equipos al final de la temporada”. O, lo que viene siendo lo mismo, la permanencia. “Si a una jornada estamos con opciones en ese momento lo pensaremos. La Copa es una ilusión y yo no soy nadie para quitarla, pero nosotros debemos estar centrados en ser lo más competitivos posible para ganar en Málaga”, refrendó el preparador de los ‘hombres de negro’.
Lo que más preocupa al técnico de Tàrrega es que Radicevic vuelve a arrastrar problemas físicos. Su baja puede llevar al canterano Barandalla a la convocatoria. “Es una pieza importante que no acabamos de tener ajustada”, alude sobre el balcánico. Aseguró que salvo el “hándicap” de esos problemas físicos del base serbio, su sensación sobre el estado de la plantilla “es buena” porque “todo el mundo asume su papel” y jugadores que “no estaban jugando al nivel que pueden dar”, como un Sulejmanovic lastrado por un problema de tobillo, están progresando.
Por último, sobre el Unicaja destacó que “está compitiendo muy bien” esta temporada y subrayó que además “en el Carpena han encontrado una fórmula que les da mucha competitividad”. “Es un equipo muy físico y con una táctica muy bien encontrada para aprovechar esas virtudes. Tienen un buen equilibrio entre talento y actividad y una defensa muy bien construida y sólida desde la que consiguen muchos puntos”, explicó. Además, considera que la posición más fuerte de Unicaja es la de base “con dos especialistas defensivos de nivel top en Europa” como Alberto Díaz y Kendrick Perry. Del primero, todo un campeón de Europa, tanto Ponsarnau como Francis coinciden que “afortunadamente hoy todo el mundo sabe de su valor y lo conoce, es uno de los mejores defensores que hay”.
Navarro: “El Bilbao Basket explota al máximo sus virtudes”
Ibon Navarro advirtió de que el Surne Bilbao Basket es “más equipo” porque “explota al máximo sus virtudes” y el trabajo de su entrenador, Jaume Ponsarnau, ha conseguido “esconder sus posibles defectos”. “Es un equipo con un juego muy coral, con varios registros en ataque y defensa, y el pívot que tiene en el campo les marca mucho la filosofía defensiva a la que juegan”, subrayó este martes el entrenador vitoriano, en declaraciones facilitadas por el club malagueño antes del último entrenamiento.
Destacó que el conjunto bilbaíno está “rindiendo a un nivel altísimo” y que por ello “tiene siete victorias”, y añadió que, como ya hizo la pasada temporada, una de sus virtudes es que ha sabido “reponerse a la lesión de jugadores importantes”. “Sin ir más lejos, el fichaje de Damian Inglis el año pasado les cambió la temporada y este año la lesión de Goudelock parecía una catástrofe, pero han tenido la capacidad de ir al mercado, encontrar un jugador como Smith, readaptarse a los roles y funcionar como están funcionando”, recalcó.
El preparador del Unicaja aseguró que el “rebote” volverá a ser una de las claves del partido de los suyos ante los vizcaínos, como ocurrió en el de la pasada jornada contra el UCAM Murcia, en el que valoró que su equipo hizo “un gran trabajo, sobre todo en la segunda parte”. Navarro apeló, en este sentido, a la necesidad de “ser capaces de jugar a campo abierto y, a pesar de tener bajas de jugadores, seguir manteniendo el nivel más alto y constante posible”, además de que “la responsabilidad del uno contra uno contra ellos (Bilbao) es muy importante”.
También hizo un llamamiento a la afición malagueña para que acuda al Martín Carpena y deseó que, “en estas vísperas de Reyes”, vuelva a vivirse el ambiente “tan bonito” y “con ese toque navideño” que hubo en el partido ante el UCAM Murcia previo a la Nochevieja.