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Lakers, Blazers, Warriors… Superequipos que se estrellaron estrepitosamente

En este fotorrelato te dejamos los superequipos más destacados de la historia que no consiguieron lo que se esperaba de ellos.

Por desgracia para ellos, los angelinos van a aparecer en demasía en esta lista. En 2012 es otro de esos años con una fácil explicación del fracaso: Steve Nash, Kobe Bryant, Ron Artest (ya se llamaba Metta World Peace por aquel entonces), Pau Gasol y Dwight Howard, con Antawn Jamison en el banquillo. El quinteto titular al completo era All Star, pero Nash no podía defender a nadie y fue pasto de las lesiones, Howard tuvo problemas de ego, no quería salir al pick and roll con Nash y tuvo problemas eternos en el hombro, Pau se vio obligado a jugar lejos del aro y fue Kobe, cómo no, el que hizo su última gran temporada, llena de heroicidades, para meter al equipo en playoffs, pero en séptima posición (45-37). Mike Brown fue despedido, Phil Jackson estuvo cerca de volver y al final el que fichó en el banquillo, como enésimo gran error, fue Mike D’Antoni. El sobreesfuerzo le costó a Kobe, camino de los 35 años, la lesión del tendón de Aquiles y su final anticipado. Sin él, la derrota en primera ronda ante los Spurs (4-0) no tuvo historia. Un fracaso sin paliativos.
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Lakers 2012-13

Por desgracia para ellos, los angelinos van a aparecer en demasía en esta lista. En 2012 es otro de esos años con una fácil explicación del fracaso: Steve Nash, Kobe Bryant, Ron Artest (ya se llamaba Metta World Peace por aquel entonces), Pau Gasol y Dwight Howard, con Antawn Jamison en el banquillo. El quinteto titular al completo era All Star, pero Nash no podía defender a nadie y fue pasto de las lesiones, Howard tuvo problemas de ego, no quería salir al pick and roll con Nash y tuvo problemas eternos en el hombro, Pau se vio obligado a jugar lejos del aro y fue Kobe, cómo no, el que hizo su última gran temporada, llena de heroicidades, para meter al equipo en playoffs, pero en séptima posición (45-37). Mike Brown fue despedido, Phil Jackson estuvo cerca de volver y al final el que fichó en el banquillo, como enésimo gran error, fue Mike D’Antoni. El sobreesfuerzo le costó a Kobe, camino de los 35 años, la lesión del tendón de Aquiles y su final anticipado. Sin él, la derrota en primera ronda ante los Spurs (4-0) no tuvo historia. Un fracaso sin paliativos.

FOTO:Scott HalleranGetty Images
Pilla más lejos, pero es de sobra conocido, incluso en esa temporada perdida por el lockout, los 50 partidos, la ausencia de All Star y el segundo adiós de Michael Jordan. Se podría ampliar temporalmente este fracaso para el equipo texano situándolo en 1996, año en el que aterrizó en la franquicia Charles Barkley, buscando su última oportunidad de un anillo siempre esquivo. Coincidió con Clyde Drexler y Hakeem Olajuwon, pero la eliminación en las finales de Conferencia ante los Jazz en seis partidos supuso su último acercamiento a ese campeonato que jamás ganó. Drexler se retiró y Scottie Pippen formaba otro gran equipo histórico tras abandonar los Bulls y los problemas con Jerry Krause. Temporada desastrosa, decepcionante y eliminación en primera ronda por los Lakers de Shaq y Kobe (3-1), que todavía tendrían que esperar para iniciar su dinastía particular.
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Rockets 1998-99

Pilla más lejos, pero es de sobra conocido, incluso en esa temporada perdida por el lockout, los 50 partidos, la ausencia de All Star y el segundo adiós de Michael Jordan. Se podría ampliar temporalmente este fracaso para el equipo texano situándolo en 1996, año en el que aterrizó en la franquicia Charles Barkley, buscando su última oportunidad de un anillo siempre esquivo. Coincidió con Clyde Drexler y Hakeem Olajuwon, pero la eliminación en las finales de Conferencia ante los Jazz en seis partidos supuso su último acercamiento a ese campeonato que jamás ganó. Drexler se retiró y Scottie Pippen formaba otro gran equipo histórico tras abandonar los Bulls y los problemas con Jerry Krause. Temporada desastrosa, decepcionante y eliminación en primera ronda por los Lakers de Shaq y Kobe (3-1), que todavía tendrían que esperar para iniciar su dinastía particular.

FOTO:The Sporting NewsSporting News via Getty Images
En esta lista, antes de que alguien se lo pregunte, no solo hay equipos que jamás ganaron el anillo, también muchos que fracasaron en una temporada en concreto. Los Celtics del big three (Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen) ganaron el anillo en 2008, pero no pudieron repetir el éxito a pesar de contar con una plantilla similar en los años siguientes. La pérdida de efectivos y la edad les perjudicó en el futuro cercano, pero la 2008-09 era una temporada en la que estaban llamados a repetir y eran favoritos para ellos. Sin embargo, su sostén defensivo, un Garnett que era la jorya de la corona de Tom Thibodeau, entrenador defensivo y asistente de Doc Rivers, se lesionó. Primero el 19 de febrero ante Utah, antes de regresar durante cuatro partidos, una racha que finalizó rápidamente el 25 de marzo, ante unos Magic que les eliminaron posteriormente en playoffs. La rodilla derecha dejó a Garfnett sin playoffs y, con Glenn Davis en el quinteto titular, los Celtics sufrieron para eliminar a los Bulls en 7 partidos y sobrevivieron también hasta el séptimo contra los Magic. Rajon Rondo y sus promedios rozando el triple-doble no fueron suficientes y Garnett ya no volvió al nivel de 2008, ni mucho menos al de los Tiomberwolves. Las Finales de 2010 y las finales de Conferencia de 2012, las últimas oportunidades de un equipo que siempre fue competitivo mientras mantuvo a ese trío espectacular.
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Celtics 2008-09

En esta lista, antes de que alguien se lo pregunte, no solo hay equipos que jamás ganaron el anillo, también muchos que fracasaron en una temporada en concreto. Los Celtics del big three (Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen) ganaron el anillo en 2008, pero no pudieron repetir el éxito a pesar de contar con una plantilla similar en los años siguientes. La pérdida de efectivos y la edad les perjudicó en el futuro cercano, pero la 2008-09 era una temporada en la que estaban llamados a repetir y eran favoritos para ellos. Sin embargo, su sostén defensivo, un Garnett que era la jorya de la corona de Tom Thibodeau, entrenador defensivo y asistente de Doc Rivers, se lesionó. Primero el 19 de febrero ante Utah, antes de regresar durante cuatro partidos, una racha que finalizó rápidamente el 25 de marzo, ante unos Magic que les eliminaron posteriormente en playoffs. La rodilla derecha dejó a Garfnett sin playoffs y, con Glenn Davis en el quinteto titular, los Celtics sufrieron para eliminar a los Bulls en 7 partidos y sobrevivieron también hasta el séptimo contra los Magic. Rajon Rondo y sus promedios rozando el triple-doble no fueron suficientes y Garnett ya no volvió al nivel de 2008, ni mucho menos al de los Tiomberwolves. Las Finales de 2010 y las finales de Conferencia de 2012, las últimas oportunidades de un equipo que siempre fue competitivo mientras mantuvo a ese trío espectacular.

FOTO:ElsaGetty Images
Las ansias de Mijaíl Prójorov fueron lo único que provocó que Danny Ainge demostrara un inopinado atrevimiento para traspasar a una plantilla ya muy mayor a los Nets, dar salida a Doc Rivers de mutuo acuerdo e iniciar un nuevo proyecto. Los Celtics iniciaron así un nuevo proyecto con Brad Stevens de entrenador (hoy de directivo, ya sin Ainge) y una ingente cantidad de jóvenes promesas que hoy son grandes estrella o complementos espectaculares (Jayson Tatum, Jaylen Brown, Marcus Smart…), mientras que los Nets hipotecaron su futuro, por mucho que hoy estén a otras cosas. El quinteto fue de ensueño: Deron Williams, Joe Johnson, Paul Pierce, Kevin Garnett y Brook Lopez. Pero la plantilla estaba envejecida: Deron iba camino de los 30 años, Johnson tenía 32, Pierce 36 y Garnett 37, siendo el único joven Lopez (25), pero cuyo mejor momento estaría por venir. El banquillo también estaba lleno de veteranos (Jason Terry, Jason Collins, Reggie Evans, algo de aportación de Andrei Kirilenko , Alan Anderson…) y Jason Kidd en el banquillo no era ni similar a lo que es ahora en los Mavericks, tras un proceso de mejora notorio y reconocible. Sextos de la Conferencia Este (44-38) y eliminación ante los Heat en segunda ronda (4-1). Un permio menor para un equipo que acaparó muchos focos sin motivos deportivos a inicios de curso. Un desastre.
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Nets 2013-14

Las ansias de Mijaíl Prójorov fueron lo único que provocó que Danny Ainge demostrara un inopinado atrevimiento para traspasar a una plantilla ya muy mayor a los Nets, dar salida a Doc Rivers de mutuo acuerdo e iniciar un nuevo proyecto. Los Celtics iniciaron así un nuevo proyecto con Brad Stevens de entrenador (hoy de directivo, ya sin Ainge) y una ingente cantidad de jóvenes promesas que hoy son grandes estrella o complementos espectaculares (Jayson Tatum, Jaylen Brown, Marcus Smart…), mientras que los Nets hipotecaron su futuro, por mucho que hoy estén a otras cosas. El quinteto fue de ensueño: Deron Williams, Joe Johnson, Paul Pierce, Kevin Garnett y Brook Lopez. Pero la plantilla estaba envejecida: Deron iba camino de los 30 años, Johnson tenía 32, Pierce 36 y Garnett 37, siendo el único joven Lopez (25), pero cuyo mejor momento estaría por venir. El banquillo también estaba lleno de veteranos (Jason Terry, Jason Collins, Reggie Evans, algo de aportación de Andrei Kirilenko , Alan Anderson…) y Jason Kidd en el banquillo no era ni similar a lo que es ahora en los Mavericks, tras un proceso de mejora notorio y reconocible. Sextos de la Conferencia Este (44-38) y eliminación ante los Heat en segunda ronda (4-1). Un permio menor para un equipo que acaparó muchos focos sin motivos deportivos a inicios de curso. Un desastre.

FOTO:Maddie MeyerGetty Images
Poco hay que decir de ellos. En ningún momento fueron un fracaso ni los consideraremos como tal, pero su derrota en las Finales de 2016 fue inesperada y fraguada por una remontada que jamás se había dado en la última ronda de los playoffs. El 73-9 entró a la historia y la serie ante los Cavaliers condenó a Harrison Barnes, que salió de la franquicia e hizo hueco a Kevin Durant, al que los Warriors habían apeado de las finales del Oeste remontando, precisamente, un 3-1. Una dinastía histórica y uno de los mejores equipos de todos los tiempos. Que, para forjar su leyenda, tuvo que experimentar también la derrota. De eso, claro, no se ha librado nadie.
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Warriors 2015-16

Poco hay que decir de ellos. En ningún momento fueron un fracaso ni los consideraremos como tal, pero su derrota en las Finales de 2016 fue inesperada y fraguada por una remontada que jamás se había dado en la última ronda de los playoffs. El 73-9 entró a la historia y la serie ante los Cavaliers condenó a Harrison Barnes, que salió de la franquicia e hizo hueco a Kevin Durant, al que los Warriors habían apeado de las finales del Oeste remontando, precisamente, un 3-1. Una dinastía histórica y uno de los mejores equipos de todos los tiempos. Que, para forjar su leyenda, tuvo que experimentar también la derrota. De eso, claro, no se ha librado nadie.

FOTO:MediaNews Group/Bay Area News via Getty ImagesMediaNews Group via Getty Images
Un ejemplo muy similar a alguno ya mencionado. En 2010, LeBron James formó en Miami el primer superequipo de la historia creado exclusivamente por las estrellas, ya que fueron tres agentes libres (el alero, Dwayne Wade y Chris Bosh) los que decidieron su destino sin interferencia de los grandes propietarios. La polémica The Decision organizada por LeBron para revelar su futuro, en directo en la ESPN, con una pésima gestión de imagen organizada por el entorno del jugador y el periodista Jim Gray, condenó la figura del deportista, que se convirtió en el hombre más odiado del planeta desde ese preciso momento. Hubo algún analista que se atrevió a asegurar que los Heat podían hacer un 82-0 esa temporada. Nada más lejos de la realidad: 58-24, visita al despacho de Pat Riley por parte de LeBron y Wade para pedir al padrino de la NBA que bajara personalmente al banquillo y despidiera a Erik Spoelstra y derrota (muy celebrada por los haters de LeBron) en las Finales ante los Mavericks de Dirk Nowitzki (4-2), que se vengaron del amargo recuerdo de 2006 y consiguieron su redención particular. Pat Riley, que despidió amablemente de su despacho a James y Wade, mantuvo a Spoelstra. LeBron se empezó a convertir en lo que es hoy, inclinando hacia el otro lado la balanza de la opinión pública, y el proyecto dio 2 anillos en 4 Finales. Casi nada.
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Heat 2010-11

Un ejemplo muy similar a alguno ya mencionado. En 2010, LeBron James formó en Miami el primer superequipo de la historia creado exclusivamente por las estrellas, ya que fueron tres agentes libres (el alero, Dwayne Wade y Chris Bosh) los que decidieron su destino sin interferencia de los grandes propietarios. La polémica The Decision organizada por LeBron para revelar su futuro, en directo en la ESPN, con una pésima gestión de imagen organizada por el entorno del jugador y el periodista Jim Gray, condenó la figura del deportista, que se convirtió en el hombre más odiado del planeta desde ese preciso momento. Hubo algún analista que se atrevió a asegurar que los Heat podían hacer un 82-0 esa temporada. Nada más lejos de la realidad: 58-24, visita al despacho de Pat Riley por parte de LeBron y Wade para pedir al padrino de la NBA que bajara personalmente al banquillo y despidiera a Erik Spoelstra y derrota (muy celebrada por los haters de LeBron) en las Finales ante los Mavericks de Dirk Nowitzki (4-2), que se vengaron del amargo recuerdo de 2006 y consiguieron su redención particular. Pat Riley, que despidió amablemente de su despacho a James y Wade, mantuvo a Spoelstra. LeBron se empezó a convertir en lo que es hoy, inclinando hacia el otro lado la balanza de la opinión pública, y el proyecto dio 2 anillos en 4 Finales. Casi nada.

FOTO:Doug BencGetty Images
Uno de tantos. El proyecto de Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden era todavía un equipo en maduración y no se puede incluir en esta lista. Pero se esperaba mucho más y hubo mucho revuelo cuando, dos años después de la salida de Durant, llegaban dos jugadores no del draft, y sí de otros equipos: Paul George y Carmelo Anthony. La cosa, claro, salió bastante mal: Westbrook no superó la primera ronda en ninguno de los años que jugó en los Thunder sin Durant y Carmelo Anthony inició su paulatina caída a los infiernos, no era capaz de defender a nadie y acabó objetivamente defenestrado hasta que los Blazers le recuperaron hace solo unos meses. Paul George se quedó en 2 de 16 en tiros de campo en el sexto partido de la primera ronda ante los Jazz, sus verdugos con un Donovan Mitchell excepcional. El alero aguantó un año más que Carmelo, en el que opositó para el MVP (líder de robos y 28 puntos por partido). Pero los Blazers no dieron opción (4-1) y el proyecto se disolvió con una conclusión bien clara: con Westbrook, ganar era imposible. Al menos, con ese Westbrook. El problema, es que casi nunca hemos visto otro.
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Thunder 2017-18

Uno de tantos. El proyecto de Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden era todavía un equipo en maduración y no se puede incluir en esta lista. Pero se esperaba mucho más y hubo mucho revuelo cuando, dos años después de la salida de Durant, llegaban dos jugadores no del draft, y sí de otros equipos: Paul George y Carmelo Anthony. La cosa, claro, salió bastante mal: Westbrook no superó la primera ronda en ninguno de los años que jugó en los Thunder sin Durant y Carmelo Anthony inició su paulatina caída a los infiernos, no era capaz de defender a nadie y acabó objetivamente defenestrado hasta que los Blazers le recuperaron hace solo unos meses. Paul George se quedó en 2 de 16 en tiros de campo en el sexto partido de la primera ronda ante los Jazz, sus verdugos con un Donovan Mitchell excepcional. El alero aguantó un año más que Carmelo, en el que opositó para el MVP (líder de robos y 28 puntos por partido). Pero los Blazers no dieron opción (4-1) y el proyecto se disolvió con una conclusión bien clara: con Westbrook, ganar era imposible. Al menos, con ese Westbrook. El problema, es que casi nunca hemos visto otro.

FOTO:Ezra ShawGetty Images
Curiosamente y a pesar de tratarse de una franquicia tradicionalmente perdedora, los Clippers aparecerán por partida doble en esta lista, que habla de equipos que eran candidatos en su momento, una vitola que pocas veces han tenido los angelinos. Con el fichaje de Kawhi Leonard y Paul George en 2019, que ignoraron a los Lakers para ir al hermano malo y hacerle mejor, sí que lo eran. Es más, tras la exhibición de Kawhi en los playoffs con los Raptors, anillo incluido, y la victoria en el duelo inaugural de la temporada, precisamente ante los Lakers, los favoritos eran los Clippers. Pero la pandemia mundial del coronavirus afloró y, en la burbuja y con todos sanos, los Clippers no dieron la talla y desperdiciaron una ventaja de 3-1 en semifinales ante los Nuggets para caer eliminados. Kawhi se quedó en 14 puntos y 6 de 22 en tiros de campo en el partido clave. George, en 4 de 16, incluido un ignominioso 2 de 11 en triples. En total, 10 de 38, 4 de 18 en triples. Un fracaso rotundo que partió de los que no podían fallar. Y en el único momento en el que los Clippers, desde su llegada, han disfrutado de la salud de su plantilla al completo. El resto ya se sabe: despido de Doc Rivers, primeras finales de Conferencia de su historia al año siguiente y una cantidad ingente de peros que acompañan al proyecto a pesar del buen hacer de Tyronn Lue. No es para menos.
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Clippers 2019-20

Curiosamente y a pesar de tratarse de una franquicia tradicionalmente perdedora, los Clippers aparecerán por partida doble en esta lista, que habla de equipos que eran candidatos en su momento, una vitola que pocas veces han tenido los angelinos. Con el fichaje de Kawhi Leonard y Paul George en 2019, que ignoraron a los Lakers para ir al hermano malo y hacerle mejor, sí que lo eran. Es más, tras la exhibición de Kawhi en los playoffs con los Raptors, anillo incluido, y la victoria en el duelo inaugural de la temporada, precisamente ante los Lakers, los favoritos eran los Clippers. Pero la pandemia mundial del coronavirus afloró y, en la burbuja y con todos sanos, los Clippers no dieron la talla y desperdiciaron una ventaja de 3-1 en semifinales ante los Nuggets para caer eliminados. Kawhi se quedó en 14 puntos y 6 de 22 en tiros de campo en el partido clave. George, en 4 de 16, incluido un ignominioso 2 de 11 en triples. En total, 10 de 38, 4 de 18 en triples. Un fracaso rotundo que partió de los que no podían fallar. Y en el único momento en el que los Clippers, desde su llegada, han disfrutado de la salud de su plantilla al completo. El resto ya se sabe: despido de Doc Rivers, primeras finales de Conferencia de su historia al año siguiente y una cantidad ingente de peros que acompañan al proyecto a pesar del buen hacer de Tyronn Lue. No es para menos.

FOTO:Harry HowGetty Images
Un equipo inequívocamente histórico que tuvo una mala suerte supina: coincidir generacionalmente con los Celtics de Bill Russell, la mayor dinastía de la historia por títulos (11 en 13 años, 8 de ellos consecutivos). Elgin Baylor perdió las 8 Finales que disputó en su carrera, todas ellas contra los Celtics. Jerry West disputó 9 y ganó una, por fin, en 1972, un año en el que Baylor se lesionó y se quedó sin anillo (por mucho que los Lakers se lo dieran a final de curso, la NBA no le reconoce como ganador). La tortura ante los verdes fue una constante y West no volvió a vestir prendas verdes ni a visitar el Boston Garden excepto como entrenador en su breve etapa en los banquillos (1977-79), un periodo en el que ejerció un papel correcto y academicista, pero con desmayo al prestar un servicio a la entidad y que realmente nunca quiso hacer. De esas Finales, la más dolorosa fue la de 1969, en la que habían fichado a Wilt Chamberlain. En el séptimo partido, Jack Kent Cooke, el propietario de la franquicia previo a Jerry Buss, tenía los globos preparados en el Forum convencido de la victoria. Este hecho enfureció a West y motivó a los Celtics, que ganaron de 2 puntos y en campo rival. West (42 puntos, 13 rebotes y 12 asistencias) intentó la remontada en el último cuarto y fue elegido MVP de las Finales, el primero y el único que lo ha conseguido pese a la derrota. La más dolorosa de su carrera, seguro.
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Lakers 1968-69

Un equipo inequívocamente histórico que tuvo una mala suerte supina: coincidir generacionalmente con los Celtics de Bill Russell, la mayor dinastía de la historia por títulos (11 en 13 años, 8 de ellos consecutivos). Elgin Baylor perdió las 8 Finales que disputó en su carrera, todas ellas contra los Celtics. Jerry West disputó 9 y ganó una, por fin, en 1972, un año en el que Baylor se lesionó y se quedó sin anillo (por mucho que los Lakers se lo dieran a final de curso, la NBA no le reconoce como ganador). La tortura ante los verdes fue una constante y West no volvió a vestir prendas verdes ni a visitar el Boston Garden excepto como entrenador en su breve etapa en los banquillos (1977-79), un periodo en el que ejerció un papel correcto y academicista, pero con desmayo al prestar un servicio a la entidad y que realmente nunca quiso hacer. De esas Finales, la más dolorosa fue la de 1969, en la que habían fichado a Wilt Chamberlain. En el séptimo partido, Jack Kent Cooke, el propietario de la franquicia previo a Jerry Buss, tenía los globos preparados en el Forum convencido de la victoria. Este hecho enfureció a West y motivó a los Celtics, que ganaron de 2 puntos y en campo rival. West (42 puntos, 13 rebotes y 12 asistencias) intentó la remontada en el último cuarto y fue elegido MVP de las Finales, el primero y el único que lo ha conseguido pese a la derrota. La más dolorosa de su carrera, seguro.

FOTO:BettmannBettmann Archive
LeBron, como muchos otros, aparece por partida doble en esta lista. En 2014 abandonó los Heat tras dejar un legado imborrable y regresó a casa para disgusto de Pat Riley, que definió esta decisión como “el mayor error” de su carrera. Pero LeBron, que tenía las cosas claras, no quiso hacer todo esto solo e instó a David Griffin, directivo con el que hoy está enemistado, a construir una plantilla a su altura. El primer intento fue agua, como ya se sabe; a pesar de Kevin Love y Kyrie Irving (y JR Smith, un traspasado Dion Waiters, Timofey Mozgov, Anderson Varejao, Tristan Thompson, Iman Shumpert, Matthew Dellavedova, el envejecido Shawn Marion), las lesiones dejaron sin título a los Cavaliers el año que más cerca parecían estar del nivel de sus rivales, que volaron en 2017 y 2018 gracias a una plantilla de ensueño y también parecieron superiores en 2016, al menos en la primera parte de la eliminatoria. LeBron, sin Love ni Kyrie, hizo un esfuerzo tremendo ante los Warriors 35,8+13,3+8,8 asistencias de promedio, pero con más de 30 lanzamientos por noche intentados y menos del 40% en tiros de campo) y llevó a poner 2-1 arriba a los Cavs. Pero la lógica se impuso y los Warriors ganaron el primer anillo (4-2) de su particular dinastía.
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Cavaliers 2014-15

LeBron, como muchos otros, aparece por partida doble en esta lista. En 2014 abandonó los Heat tras dejar un legado imborrable y regresó a casa para disgusto de Pat Riley, que definió esta decisión como “el mayor error” de su carrera. Pero LeBron, que tenía las cosas claras, no quiso hacer todo esto solo e instó a David Griffin, directivo con el que hoy está enemistado, a construir una plantilla a su altura. El primer intento fue agua, como ya se sabe; a pesar de Kevin Love y Kyrie Irving (y JR Smith, un traspasado Dion Waiters, Timofey Mozgov, Anderson Varejao, Tristan Thompson, Iman Shumpert, Matthew Dellavedova, el envejecido Shawn Marion), las lesiones dejaron sin título a los Cavaliers el año que más cerca parecían estar del nivel de sus rivales, que volaron en 2017 y 2018 gracias a una plantilla de ensueño y también parecieron superiores en 2016, al menos en la primera parte de la eliminatoria. LeBron, sin Love ni Kyrie, hizo un esfuerzo tremendo ante los Warriors 35,8+13,3+8,8 asistencias de promedio, pero con más de 30 lanzamientos por noche intentados y menos del 40% en tiros de campo) y llevó a poner 2-1 arriba a los Cavs. Pero la lógica se impuso y los Warriors ganaron el primer anillo (4-2) de su particular dinastía.

FOTO:Jason MillerGetty Images
“El mejor equipo que el dinero puede comprar”. Así definió Phil Jackson a esta horda ingente de talentos a inicios de curso. Scottie Pippen, miembro de esa plantilla, también picó al Maestro Zen en el primer Blazers-Lakers de la temporada: “Vuestro triángulo, más que un triángulo parece un cuadrado”, dijo en tono jocoso tras la victoria del equipo de Oregón. Finalmente, la moneda salió cara para los Lakers, que liderados por Kobe Bryant consiguieron una remontada histórica en el séptimo partido de las finales de la Conferencia Oeste, que perdían de 16 puntos en el último cuarto. Esto, la aparición clave de Shaquille O’Neal (en la mejor temporada de su carrera) y la crisis de los Blazers, inclinó la balanza. Además de Pippen, la plantilla era impresionante: Avrydas Sabonis, Steve Smith, Rasheed Wallace, Damon Stoudemire, Detlef Schrempf, Bonzi Wells… Los problemas con el entrenador Mike Dunleavy demostraron que el talento sin sentido vale de poco. Y el proyecto no tuvo más oportunidades. Y fue Phil Jackson, y no Scottie Pippen, el que después de los éxitos de los Bulls, tuvo la oportunidad de luchar por su séptimo anillo. Con éxito, claro. Al fin y al cabo, llegó hasta los 11 como entrenador, 13 si contamos también su etapa como jugador. Se dice pronto.
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Blazers 1999-00

“El mejor equipo que el dinero puede comprar”. Así definió Phil Jackson a esta horda ingente de talentos a inicios de curso. Scottie Pippen, miembro de esa plantilla, también picó al Maestro Zen en el primer Blazers-Lakers de la temporada: “Vuestro triángulo, más que un triángulo parece un cuadrado”, dijo en tono jocoso tras la victoria del equipo de Oregón. Finalmente, la moneda salió cara para los Lakers, que liderados por Kobe Bryant consiguieron una remontada histórica en el séptimo partido de las finales de la Conferencia Oeste, que perdían de 16 puntos en el último cuarto. Esto, la aparición clave de Shaquille O’Neal (en la mejor temporada de su carrera) y la crisis de los Blazers, inclinó la balanza. Además de Pippen, la plantilla era impresionante: Avrydas Sabonis, Steve Smith, Rasheed Wallace, Damon Stoudemire, Detlef Schrempf, Bonzi Wells… Los problemas con el entrenador Mike Dunleavy demostraron que el talento sin sentido vale de poco. Y el proyecto no tuvo más oportunidades. Y fue Phil Jackson, y no Scottie Pippen, el que después de los éxitos de los Bulls, tuvo la oportunidad de luchar por su séptimo anillo. Con éxito, claro. Al fin y al cabo, llegó hasta los 11 como entrenador, 13 si contamos también su etapa como jugador. Se dice pronto.

FOTO:Otto Greule JrGetty Images
Otra vez los Clippers. Quizá distintos a los otros que también están en esta lista y a todos los demás, ya que no se preveía que ganaran el título, pero se quedaron mucho más lejos de lo que en un principio se suponía. Una temporada regular genial (56-26), pero el peor rival en primera ronda: los Spurs de Gregg Popovich con todavía ramalazos de talento de Tim Duncan y el campeonato del año pasado, el quinto de la dinastía, que les convertía en los vigentes campeones. Los Clippers sobrevivieron a una serie larga a 7 partidos con mucho pundonor y salvando un 2-1 en contra con partido en San Antonio, pero perdieron inexplicablemente una ventaja de 3-1 ante los Rockets en semifinales, con un bochornoso sexto partido en el que manejaron ventajas superiores a los 20 puntos antes de hundirse en el último cuarto, con un 40-15 de parcial en contra. Algo imperdonable que acabó con el aura de Doc Rivers, alargó la maldición de Chris Paul y se confirmó en el séptimo partido en Houston. Un equipo del que se esperaba más. Mucho más.
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Clippers 2014-15

Otra vez los Clippers. Quizá distintos a los otros que también están en esta lista y a todos los demás, ya que no se preveía que ganaran el título, pero se quedaron mucho más lejos de lo que en un principio se suponía. Una temporada regular genial (56-26), pero el peor rival en primera ronda: los Spurs de Gregg Popovich con todavía ramalazos de talento de Tim Duncan y el campeonato del año pasado, el quinto de la dinastía, que les convertía en los vigentes campeones. Los Clippers sobrevivieron a una serie larga a 7 partidos con mucho pundonor y salvando un 2-1 en contra con partido en San Antonio, pero perdieron inexplicablemente una ventaja de 3-1 ante los Rockets en semifinales, con un bochornoso sexto partido en el que manejaron ventajas superiores a los 20 puntos antes de hundirse en el último cuarto, con un 40-15 de parcial en contra. Algo imperdonable que acabó con el aura de Doc Rivers, alargó la maldición de Chris Paul y se confirmó en el séptimo partido en Houston. Un equipo del que se esperaba más. Mucho más.

FOTO:Scott HalleranGetty Images
El equipo por excelencia de esta lista, el que la cierra y en el que todo el mundo piensa cuando recuerda un superequipo que acabó en fracaso. Karl Malone y Gary Payton se rebajaban considerablemente sus salarios y llegaban a un equipo que había conseguido tres anillos en los últimos cuatro años y, con ellos, volvía a ser el principal favorito. Pero todo salió mal: la denuncia por agresión sexual de Kobe Bryant antes de empezar fue una sombra que planeó constantemente por encima del equipo. Y la relación, ya irrecuperable, de la Mamba Negra y Shaquille O’Neal había explotado hasta límites insospechados. Los problemas físicos de Malone fueron una constante y Phil Jackson, siempre más favorable al pívot (al contrario que Tex Winter, que apoyaba al escolta), se hartó de la batalla y no fue renovado por Jerry Buss, que prescindió de sus servicios (volvería solo un año después) y traspasó a Shaquille para quedarse con Kobe, su preferido. Tal y como fue el curso, que ese equipo disputara las Finales fue casi un milagro. En ellas, los Pistons les apearon por 4-1 y acabaron con un proyecto que, cuando hubo paz entre sus dos máximas estrellas, fue una auténtica dinastía. Desde luego, la joya de la corona de una lista de ilustres fracasos que tiene a esos Lakers como principales integrantes.
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Lakers 2003-04

El equipo por excelencia de esta lista, el que la cierra y en el que todo el mundo piensa cuando recuerda un superequipo que acabó en fracaso. Karl Malone y Gary Payton se rebajaban considerablemente sus salarios y llegaban a un equipo que había conseguido tres anillos en los últimos cuatro años y, con ellos, volvía a ser el principal favorito. Pero todo salió mal: la denuncia por agresión sexual de Kobe Bryant antes de empezar fue una sombra que planeó constantemente por encima del equipo. Y la relación, ya irrecuperable, de la Mamba Negra y Shaquille O’Neal había explotado hasta límites insospechados. Los problemas físicos de Malone fueron una constante y Phil Jackson, siempre más favorable al pívot (al contrario que Tex Winter, que apoyaba al escolta), se hartó de la batalla y no fue renovado por Jerry Buss, que prescindió de sus servicios (volvería solo un año después) y traspasó a Shaquille para quedarse con Kobe, su preferido. Tal y como fue el curso, que ese equipo disputara las Finales fue casi un milagro. En ellas, los Pistons les apearon por 4-1 y acabaron con un proyecto que, cuando hubo paz entre sus dos máximas estrellas, fue una auténtica dinastía. Desde luego, la joya de la corona de una lista de ilustres fracasos que tiene a esos Lakers como principales integrantes.

FOTO:Lisa BlumenfeldGetty Images