Yabusele se redime
El ala-pívot francés estuvo en el ojo huracán al final de la pasada temporada en la Euroliga. En la presente ha comenzado como un ciclón.
Guerschon Yabusele (27 años y 2,01 metros) no pudo acabar la Euroliga de la pasada temporada sobre la cancha. El francés se perdió por sanción los últimos cinco partidos del Madrid. No estuvo ni en los tres últimos de la serie de cuartos contra el Partizán serbio, el de la remontada blanca, ni en las semifinales de la Final Four ante el Barcelona ni en el encuentro por el título, que alzaría el Real para sumar la undécima en su palmarés, frente al Olympiacos griego.
El motivo del castigo, la batalla campal en el Palacio frente al conjunto balcánico en el segundo duelo de la eliminatoria. Un encuentro que se dio por terminado antes de tiempo al no contar ninguno de los dos equipos con el número suficiente de jugadores y que llevaría a la máxima competición a sancionar a cuatro jugadores, entre ellos, Yabusele. El galo recibió la mayor pena: cinco encuentros por su llave de judo a Dante Exum.
Este no era el primer incidente del ala-pívot desde su llegada al Madrid en el verano de 2021 desde el Asvel Villeurbanne de su país. Según la griega SDNA, estuvo involucrado en la salida nocturna de marzo de 2022 previa al partido de la Euroliga en Atenas frente al Panathinaikos y que se saldó con castigos para Thomas Heurtel y Trey Thompkins. Ambos saldrían del club al cerrarse esa temporada. El ala-pívot, que renovó meses antes hasta 2025, salió indemne.
El pasado curso, antes del incidente del WiZink Center, Yabusele había gritado a la cara de un árbitro en el Palau Blaugrana tras certificarse la derrota blanca contra el Barcelona (71-69). No hubo reprimenda de ningún tipo. En el Buesa Arena, y después de un tropiezo del Real, se encaminó hacia vestuarios tocándose las partes nobles, mientras miraba a los aficionados del Baskonia.
Hechos que desdibujaron una figura que parece en proceso de perdón. De redimirse. La cancha lo limpia todo. Las buenas actuaciones sobre una pista borran afrentas pasadas y hacen olvidar lo malo. Y el francés está en ello. Sobre todo, en la Euroliga, donde en sus dos primeros partidos se ha desbocado.
Primero fue en Vitoria. Frente al Baskonia, en la inauguración del torneo continental, el ala-pívot lideró el ejercicio de supervivencia blanco (77-79) con 18 puntos (4 de 8 desde el triple) y 8 rebotes para 22 de valoración. Su único punto negro, la defensa. Este jueves, siguió por la misma senda en Estambul contra el Anadolu Efes, en el mejor partido del Madrid en lo que llevamos de temporada (80-103) con 22 tantos (3 de 3 de tres) y 8 capturas para 39 de valoración. Créditos que le valieron para ser nombrado MVP de la segunda jornada de la Euroliga.
Su portentoso inicio de competición europea le colocan como el máximo anotador (20 puntos de media) y máximo valorado (30,5). En rebotes, es segundo con 8 capturas, empatado con Juancho Hernangómez, Mathias Lessort e Isaac Bonga. Solo Tadas Sedekerskis supera a los cuatro con 11,5 de promedio. El Oso Bailarín se redime, el Madrid sonríe.
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