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INTERNACIONAL

Una Europa unida con menos competiciones y más fuertes

La Euroliga y la FIBA Europa negocian un acuerdo integral que afectaría a una posible fusión de torneos. La Eurocup y la Champions podrían ser solo una en el curso 25-26.

David Kravish, del Unicaja, equipo de la Champions FIBA, pelea un balón con Jovan Kljajic y Ethan Happ, del Gran Canaria, ahora en la Eurocup.
Mariano Pozo

En este siglo, el baloncesto europeo de élite, el que engloba a las federaciones, las ligas y los clubes, ha dado casi tantos pasos para enfrentarse como para acercarse. Algo ha cambiado, sin embargo, recientemente y en los próximos meses se intuyen avances muy importantes. La Euroliga y la FIBA Europa, que ahora preside Jorge Garbajosa, llevan tiempo negociando con “un buen ambiente de fondo” para acercar posturas y lograr un acuerdo integral, que afectaría a múltiples cuestiones, entre ellas las Ventanas de selecciones y la segunda competición continental, donde la ­Eurocup, la que permite acceder a la Euroliga (al campeón y, a veces, al subcampeón), y la Basketball Champions League de la FIBA podrían agruparse en un gran torneo con más de 30 participantes.

De darse ese paso tan significativo, cualquier equipo podría entrar desde su liga nacional en Europa y de ahí a la Euroliga. Ahora, por ejemplo, el Gran Canaria y el Joventut pueden ganarse una plaza en la primera competición, pero no el Unicaja, el Lenovo Tenerife y el UCAM Murcia (supervivientes españoles en la Champions). Eso cambiaría con un único segundo torneo, aunque luego la FIBA seguiría manteniendo un tercero, como el actual FIBA Europe Cup, que permite a los clubes no tan poderosos un espacio para poder crecer. Este curso han participado en él el Casademont Zaragoza y el Surne Bilbao Basket. “Cuatro competiciones, como en este momento se disputan, son demasiadas”, reconocen ambas partes.

La dirección de la Champions se reunió la pasada semana con sus clubes y les comunicó que las negociaciones van por buen camino. La realidad es que aún no hay nada definitivo, y que pueden pasar todavía unos meses hasta que eso suceda, si ocurre; pero la sintonía es bastante buena. En cualquier caso, aunque se cerrase el acuerdo y fuera rápido, no veríamos una gran segunda competición hasta la campaña 2025-26, porque la próxima se encarará sin modificaciones.

La continuidad de Paulius Motiejunas

La Euroliga, por su parte, mantiene asuntos internos abiertos. El primero en resolverse puede ser la continuidad del lituano Paulius Motiejunas al frente de la Euroliga, como director ejecutivo, acompañando al presidente Dejan Bodiroga. Llegó al cargo en junio pasado procedente del Zalgiris Kaunas por un año y, este mismo mes, en la junta prevista de los clubes se podría aprobar su renovación multianual.

Más allá, sobre la mesa, está la seria opción de que las tres próximas Final Four, a partir de 2025, se disputen en Abu Dabi por unos 75 millones de euros. De aprobarse la sede, la competición y los clubes tendrían que garantizar, con el propio emirato, ciertas facilidades de desplazamiento para los aficionados de los cuatro equipos clasificados en cada una de las citas.

No tan cerca, en cambio, parece el desembarco de un equipo de Dubái (Emiratos Árabes Unidos) en la Euroliga. Las negociaciones llevan más de dos años produciéndose y podrían acabar finalmente con este citado nuevo club probando su estructura y potencial en el segundo escalón, en la Eurocup, antes de dar el gran salto.

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