Tímido debut de Bruno Fernando

El fichaje que debe servir para dar descansos de conveniencia a Walter Tavares sin que el nivel del Real Madrid se resienta ha empezado su carrera como jugador merengue. Bruno Fernando tuvo sus primeros minutos con la casaca blanca en la Salle Gaston Médecin, donde tanto él como sus novedosos compañeros se midieron con el Mónaco en enfrentamiento de Euroliga. La pena es que, tanto individual como colectivamente, hubo poco que celebrar en esta velada de viernes.

Los blancos perecieron en el Principado, donde La Roca Team supo usar todas sus artes para prevalecer por 77-73. El resultado les deja empatados con el Barça, el otro de los españoles que está con 13-11 en una zona media repleta. Mónaco fue la primera parada para Fernando, sin equipo desde el 7 de enero -cortado en la NBA- hasta que el Madrid le amarró, ganando la partida a otros que le querían como Panathinaikos y Fenerbahçe, la semana pasada. Entrenamientos con fuerza. Mentalidad de ganador. Simplemente necesita adaptarse a los esquemas, al ritmo de su equipo y acomodar sus características a lo que le van a pedir desde el banquillo y los demás compañeros. Porque la primera toma de contacto no fue como esperaba.

El pívot angoleño sí viajó con la expedición. No lo hizo Smith, el otro fichaje. Tampoco estuvo Serge Ibaka, con el que va a competir por minutos. Entre eso y que Usman Garuba quedó desplazado de la rotación, no piso parqué, Bruno Fernando pudo debutar con el Real Madrid. Relevó a Tavares como pívot puro, aunque también vio pista Eli John Ndiaye como interior de refresco. La sensación de aún estar perdido fue en consonancia con la que todos dieron como conjunto unificado.

Bruno Fernando disputó 14:38 minutos en Mónaco ante el equipo de Spanoulis, que supo ver en él las debilidades del debutante. Entró ya en el primer cuarto y transformó la primera que tuvo en la ofensiva, una asistencia soberbia de Hezonja sin mirar que el africano sólo tuvo que empujar dentro de la cesta. Conforme el duelo fue entrando en terrenos pantanosos se vieron algunas carencias de Fernando. De hecho la rotación que utilizaron los locales fue extraña y se vio alterada por lo que ocurrió sobre la cancha: Cornelie, ex del Madrid, fue titular; Papagiannis pasó problemas de faltas; Motiejunas actuó cuando no se le esperaba; Jaiteh, buscado por Calathes, dio la sorpresa. El nuevo actor del Real pasó un momento malo en el tercer cuarto, justo cuando sus contrincantes comenzaron a poner tierra de por medio en el marcador, al recibir seis puntos seguidos del mencionado Mam Jaiteh: despiste en un saque de fondo, mucho espacio para lanzar una bombita... Fueron 4 puntos y 4 rebotes para el de Luanda, con un -12 de balance en juego. Lo más tremendo llegó en la conclusión, donde el Madrid peleó cuando parecía tener perdidísimo el partido. Remontando desde el -10 al -4 en menos de tres minutos restaban unos pocos segundos, tantos como nueve, y seguían batallando en el marcador, cuando la jugada de estrategia sorprendió a propios y extraños: los madrileños, buscando un triple que apretara aún más el puntaje, le dieron el balón a Fernando para que se jugara un triple. Incomprensible (en seis años de NBA promedió un 12% de acierto). Era una simple toma de contacto. Sobra calidad. Vendrán días mejores.

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