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EUROLIGA | 1ª JORNADA

Pasión, tensión y petardazo de Fournier en Estambul

El Fenerbahçe se impone al Olympiacos en el partido estrella de la primera jornada de la Euroliga. El francés, el peor de los recién llegados. Jasikevicius y Bartzokas se encararon al final del partido.

Khem Birch (L) of Fenerbahce in action against Evan Fournier (R) of Olympiacos during the Euroleague basketball match between Fenerbahce Beko and Olympiacos Piraeus in Istanbul, Turkey, 04 October 2024.
ERDEM SAHINEFE

La Euroliga no espera a nadie. Estamos en la primera jornada de 34 que tiene la temporada regular y ya se puede mascar la tensión en el ambiente de cada pabellón. En el Ulker Sports de Estambul, la casa del Fenerbahçe, más que en casi ningún otro sitio. Y más si el rival tiene el pedigrí del Olympiacos. Ambos equipos se quedaron a un paso de jugar la final de la Euroliga, ambos cayeron en el partido de semifinales. Y ambos se han reforzado por todo lo alto para intentar de nuevo el asalto al título. Fichajes de campanillas en ambos bandos, por si el duelo no fuese ya poco atractivo. Sobre el parqué se podía ver a gente como Wade Baldwin, Devon Hall, Bonzie Colson, Nicolo Melli, Khem Birch o Boban Marjanovic con el Fenerbahçe, mientras que con la camiseta del Olympiacos aparecían nombres como los de Luca Vildoza, Evan Fournier, Tyler Dorsey o Sasha Vezenkov. Muchos quilates. Al final, victoria local (82-71).

Como era de esperar, el partido fue una batalla, aunque queden casi ocho meses para la resolución del torneo. Así es esta competición. El encuentro no tuvo un dueño claro hasta los últimos minutos, cuando el Olympiacos se desconectó en ataque y en defensa. A falta de 7 minutos igualaron el partido a 65 con dos tiros libres de Shaquielle McKissic, el jugador que tiraba de los griegos con su energía y su superioridad física. Pero esa tensión se le volvió en contra apenas un minuto después, cuando se encaró con un aficionado que en un saque de banda le estaba gritando algo. Esa acción le costó la técnica (al aficionado le echaron pero se fue entre aplausos) y ese fue el principio del fin para su equipo. Un parcial de 8-0 a favor de los turcos en poco más de 2 minutos dejaba a los griegos contra las cuerdas. Vezenkov, que llevaba una vida sin anotar (acabó con 11 puntos) rompió la sequía, pero el búlgaro, MVP de la Euroliga 2023, iba a cometer otro error grosero con los suyos a 6 puntos. En una defensa sobre Nigel-Hayes Davis, el duelo de la noche que anuló a ambos durante gran parte del encuentro, el americano le metió un triple en sus narices y encima le sacó el tiro adicional. Ahí se acabó todo para el Olympiacos.

No fue un regreso por todo lo alto el de Vezenkov, pero no fue el peor de los recién llegados. Fournier estuvo desaparecido en combate, dejando esa sensación que deja a veces de que el partido no va con él. En los 22 minutos que estuvo en pista se quedó en 5 puntos, sólo lanzó en juego tres veces a canasta y su valoración fue 0. Un partido flojísimo para una de las nuevas estrellas de la competición. En el bando local, gran actuación de Wade Baldwin (19 tantos, 7 asistencias y 26 de valoración) para seguir en la senda en que lo dejó con el Maccabi, buena actuación de otro ex de los macabeos, Bonzie Colson (10 puntos y 9 rebotes), y buenos minutos (16) de Boban Marjanovic (8+4).

La mala noticia para el Fenerbahçe fue la lesión de Scottie Wilbekin, que en una entrada a canasta notó dolor en una rodilla al pisar y se lo tuvieron que llevar entre dos compañeros sin apoyar el pie. En la repetición sí da la sensación de que la articulación hace un movimiento algo antinatural. Poco después el equipo turco confirmaba la rotura del ligamento cruzado del base. Y para acabar, pique de entrenadores. Porque con el partido finalizado, cuando tocaba el clásico saludo entre los integrantes de los dos banquillos, Sarunas Jasikevicius se fue directo a Giorgios Bartzokas para reclamarle algo de una manera poco amistosa. El griego se unió a las voces que estaba dando el lituano y tuvieron que acabar separándoles antes de que la cosa para a mayores. Saras explicó en rueda de prensa el porqué de su reacción: “Es la segunda vez que quiere enseñarme como entrenar estando en la banda. La primera vez que pasó fue cuando él estaba en el Khimki. No voy a permitir a ningún entrenador que me diga lo que puedo hacer con mi equipo”. Nadie se toma a broma la Euroliga. Ni en el primer día.

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