Serios problemas en el ASVEL
El ASVEL continúa sufriendo económicamente. El club de Lyon, uno de los propietarios de la Euroliga, busca mejores opciones financieras para subsistir.
La sacudida en el baloncesto europeo está tomando tintes explosivos con la inclusión en la ecuación de la NBA, que se plantea lanzar su propia competición, y ante lo que la Euroliga desea hacer propuestas en firme para seguir siendo el torneo hegemónico. Algunas ideas planteadas son la ampliación a 20 equipos, con un plan para llegar hasta 24 algún día, de cara a la renovación de acuerdos que se debe confirmar en los distintos clubes (ya lo hay con IMG, gigante comercial). Es por ello que en los distintos equipos se calibran los movimientos.
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Los hay que pueden elegir y los que no. En Villeurbanne, en uno de los dos clubes franceses y uno de los tres que representa a esa liga si se cuenta al Mónaco, agradecen estar en la absoluta élite pero de un tiempo a estar parte lo están pagando. Y los ojos se giraron hacia allá.
El ASVEL se encuentra en una poco boyante situación económica. Hablamos de uno de los propietarios de la Euroliga, por lo que la situación es monitorizada en las altas instancias. Gabriel Pantel-Jouve (Be Basket) ha informado que este mes se han vuelto a retrasar los pagos, algo que es simplemente la punta del iceberg: “El club sigue activo en su búsqueda de socios e inversores para salir de números rojos y, sobre todo, para evitar el cese de pagos”. El conjunto que preside Tony Parker se ha ido enfrentando a varios obstáculos desde que adquirió la licencia permanente en la Euroliga: el hermano de la leyenda de la NBA le quiso denunciar por incumplimiento de contrato, la sección femenina tuvo que dejar ir a dos estandartes del baloncesto galo como Gabby Williams y Marine Johannès, el novedoso LDLC Arena no es una mina de oro... Se han juntado varias cosas y, en términos de exposición y repercusión, el París les ha comido la tostada. Hay serios problemas.
Los franceses necesitan mayores inyecciones de dinero para mantenerse entre los trece elegidos de la Euroliga o no podrán cumplir con los estándares que se les piden. Dos de sus principales patrocinadores cayeron el año pasado y, desde entonces, van en caída.
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La prerrogativa para que se estabilice de nuevo el pago de nóminas y no haya conatos de salidas forzadas por este motivo se mantendrá hasta cierto tiempo. El propio presidente ya se encargó hace unas semanas de ofrecer a Théo Maledon, la apuesta fuerte de esta temporada y por el que clubes como el Real Madrid suspiran, al mejor postor. Un ejemplo más de lo delicada que es la situación y de lo que se ven obligados a hacer.
El ASVEL se hizo en 2021 con una licencia de la Euroliga para actuar como propietario, que no fundador, junto al Bayern de Múnich; ahora son trece los dueños del cortijo. En noviembre de 2023 se inauguró el LDLC Arena (sito en Décines-Charpieu), precisamente ante los alemanes, nada casual, un recinto con más capacidad que el Astroballe y ampliando las relaciones con el Olympique de fútbol.
Dando pasos adelante es el acompañamiento de instituciones y patrocinadores es lo que no ha ido de la mano. Se han conformado con un entrenador de escaso bagaje, Pierric Poupet, y jugadores de la tierra que tampoco les resultaban caros. En este punto tan decisivo de la historia, cuando deben renovar y se plantean otras oportunidades en la mesa, el peor de los males para un club deportivo, temblar porque se acaban los fondos, ataca. Mucha atención a lo que pase.
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