Serge Ibaka, nuevo jugador del Bayern
Pablo Laso, que ya dirigió al pívot durante su etapa en el Real Madrid, volverá a tenerlo a sus órdenes. Se acaba la etapa de Ibaka en la NBA.
Confirmado un movimiento que parecía cerrado en los últimos días y que ya es oficial: Serge Ibaka deja la NBA y jugará la Euroliga con el Bayern de Múnich, tal y como ha confirmado el propio club alemán.
El ala-pívot español de origen congoleño (33 años) se reencuentra con Pablo Laso, que ya fue su entrenador en su breve paso por el Real Madrid durante el lockout (cierre patronal) de la NBA en 2011. Laso acababa de aterrizar en el club blanco, en el que hizo historia durante los siguientes once años. Ahora, el técnico vitoriano se estrena en el banquillo del Bayern, y su último refuerzo es un Ibaka que ya dejó atrás sus mejores días y su plenitud física, pero que todavía puede ser muy útil, sobre todo en defensa.
Ibaka (plata en los Juegos de Londres 2012 y oro en el Eurobasket 2011 con España) regresa así al baloncesto europeo catorce años después de cambiar la disciplina del Manresa por la de Oklahoma City Thunder. Desde entonces, no se había movido de la NBA salvo por esos 40 días que pasó en el Real Madrid. Ibaka buscaba nuevo destino tras su paso por Milwaukee Bucks, desde donde fue traspasado a Indiana Pacers el pasado 9 de febrero, uno de los engranajes de la monumental (cuatro equipos implicados) operación que llevó a Kevin Durant a Phoenix Suns. Dos días después del trapaso, Ibaka fue despedido por los Pacers y estaba sin equipo desde entonces. Disputó su último partido oficial el 1 de enero, con los Bucks. En la temporada 2022-23 se quedó en solo 16 partidos con una media de 11,6 minutos. Su gran hito en la NBA fue el anillo 2019, que ganó con los Raptors.
Para el Bayern es la quinta incorporación del verano, después de las llegadas de Leandro Bolmaro (Canarias), Sylvain Francisco (Peristeri), Carsen Edwards (Fenerbahçe) y Devin Booker (Fenerbahçe). Además de, claro, la contratación de Laso en sustitución de Andrea Trinchieri. El técnico español vuelve a los banquillos un año después de su marcha del Madrid para intentar revitalizar a un conjunto que el año pasado estuvo por debajo de lo esperado: lejos de luchar por los playoffs de la Euroliga y sin meterse en la final de la Liga alemana.