Rivalries: “Jugar un Clásico de Euroliga es algo muy especial”

Hoy hay Clásico, el primero de la temporada en la Euroliga (el segundo en total después del duelo en la Supercopa). Un partido siempre muy trascendente y que, esta vez, tiene miga porque dejará tocado al que pierda. El Barcelona, después de un buen inicio, ha tropezado más de la cuenta en las últimas semanas; El Real Madrid por su parte, está desconocido, muy lejos de su nivel de las últimas temporadas y obligado ya a reaccionar, sobre todo fuera del WiZink Center, para no perder de vista los cuatro primeros puestos, los que dan acceso a un casi siempre decisivo factor cancha en el playoff de cuartos, la puerta a la Final Four.

El partido se jugará en el Palau. Pero ya se está jugando para una Euroliga que ha estrenado un capítulo sobre este duelo dentro del proyecto Rivalries, una serie documental de cinco episodios (producido por la propia competición) basada en las mayores rivalidades del baloncesto continental. Los otros capítulos se centran en los duelos de Serbia (Estrella Roja-Partizán), Grecia (Olympiacos-Panathinaikos), Italia (Virtus Bolonia-Armani Milán) y Turquía (Efes-Fenerbahçe).

En el documental intervienen, entre otros, Jabari Parker, Luka Doncic, Marcus Slaughter y Luka Doncic, que habla así de su experiencia en la Euroliga y los Clásicos: “Para el público, esas rivalidades son lo mejor... con el pabellón lleno es algo increíble. La Euroliga me ayudó a ser mejor, como jugador y también como persona. Llegué a Madrid a los doce años, así que soy madridista, por supuesto. Allí aprendí todo. Mucha experiencia, mucho trabajo duro... me hizo muy feliz haber podido jugar la Euroliga. Las mayores rivalidades son Partizán-Estrella Roja, Panathinaikos-Olympiacos y Real Madrid-Barcelona. Jugar un Clásico es muy especial, no puedo ni explicarlo, una de las grandes rivalidades del mundo del deporte”.

Pete Mickeal, uno de los líderes del Barcelona campeón en 2010, va todavía más allá al recordar los choques contra el gran rival de Madrid: “El Clásico... es la guerra, la mejor rivalidad del mundo del deporte. Dicen que el Lakers-Celtics es una rivalidad mejor, pero cuando metes el tema político se convierte en un tipo distinto de enfrentamiento. Por eso, en Estados Unidos la gente no entiende lo que significa un Clásico, aunque seamos un país de 360 millones de personas. Los aficionados del Madrid odian al Barça y los aficionados del Barça odian al Madrid. Si pierdes ese partido, estás unos días sin salir a la calle. Es así de importante. Desde luego, estás unos días sin ir a clubes nocturnos. En mi época casi no perdíamos Clásicos. Éramos el alfa, el perro grande, el equipo que todos los demás equipos querían ser. Ahora es al revés, el Real Madrid se ha convertido en el equipo que los demás querrían ser”.

Por el lado madridista, Slaughter reconoce que es algo que va siempre con los jugadores: “Sientes... no diría odio, pero sí que es algo muy importante, que no quieres perder contra ellos, nunca. Quieres que ellos pierdan en todo, es algo que se convierte en parte de tu vida. Por eso es una de las rivalidades más grandes que hay en Europa”. Y Jabari, que estará en el Palau esta noche, reconoce que es uno de los alicientes de dejar Estados Unidos para jugar en la Euroliga: “Aquí en Europa, te sientes como uno de los luchadores del Coliseo. y de ahí sacas la energía. Oyes los cánticos de la afición, ves a la gente en pie cantando... Es un sueño hecho realidad. Soy de Chicago pero conozco las rivalidades de Europa, sé que llegan a otros deportes más allá del baloncesto”.

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