La Virtus despide a Sergio Scariolo
Los comentarios del seleccionador español sobre el estado de su equipo antes del inicio de la temporada han provocado su salida. Luca Banchi es su sustituto.
Movimientos en Bolonia, donde la Virtus ha decidido destituir a Sergio Scariolo. El seleccionador español dio una rueda de prensa esta semana en la que, en el regreso de su equipo a la actualidad, habló de la situación del club y la confección de la plantilla de una forma que, según La Repubblica, enfadó mucho al propietario del equipo, Massimo Zanetti. Este terminó “muy irritado” y se planteó la salida del técnico de Brescia, algo que según el mismo diario quedó “en suspenso” hasta que la decisión se ha hecho oficial esta mañana.
Scariolo (62 años) tenía un año de contrato con el club de Bolonia y su sueldo supera el millón de euros. “La situación sigue en suspenso debido a la profunda irritación de Zanetti. La silla de Scariolo se tambalea, pero aguanta por ahora”, aseguraba Walter Fuochi en La Repubblica. Solo unas horas después, la decisión de Zanetti ya fue inamovible y Scariolo deja el equipo al que llegó en 2021 y con el que ha ganado dos Supercopas y la Eurocup 2022, clave porque fue la puerta por la que pudo regresar el club de Bolonia a la Euroliga.
Después de reconocer estos días que quiere afrontar con la Selección (tiene contrato, además) el reto de clasificarse para los Juegos Olímpicos de París y de afirmar también que vería con buenos ojos seguir más allá con España (su segunda etapa en el equipo nacional comenzó en 2015), Scariolo había retomado la actividad con la Virtus. En su primera rueda de prensa, sin embargo, dijo que tenía el equipo que le había “entregado el club” y “todavía por descubrir” y que por los objetivos para la nueva temporada había que “preguntar al club”. También dejó claro que no se cuenta con el base Iffe Lundberg por una decisión tomada en los despachos. Esas, sobre todo, son las afirmaciones que según la prensa italiana no habían gustado nada al propietario, que se planteó medidas drásticas hasta que, durante la noche, fue tranquilizado por ejecutivos del equipo. Estos pudieron parar un primer intento, pero finalmente se ha consumado el cambio en el banquillo del equipo italiano.
Tras esta decisión fulminante, Scariolo ya no dirigirá a la Virtus en el torneo amistoso que disputará el equipo en Múnich este fin de semana. La Virtus no tardó mucho en anunciar a su sustituto: Luca Bianchi, que llega tras lograr un meritorio quinto puesto con Letonia en el Mundial. Mañana, de hecho, se enfrentará al Bayern de Pablo Laso.
Estas son algunas de las declaraciones de Scariolo en la rueda de prensa que enfadó al club, que volverá a competir este año en la Euroliga aunque lo hará sin el técnico de Brescia.
La nueva plantilla: “Estoy intentando conocer al equipo y a los nuevos jugadores. Tengo mucha energía e ilusión, la nueva temporada será exigente. Hay mucho trabajo por hacer, pero veo buena actitud y buena voluntad en general. Sólo podré entrar en detalles más adelante. Los nuevos obviamente están un poco más atrás que los que ya estaban. No hay duda de que la calidad ofensiva es menor, el potencial es tener un mayor rendimiento defensivo. Será una gran apuesta para muchos jugadores, muchos de los cuales no han tenido un papel tan prioritario. Muchos necesitan dar un paso adelante en términos de personalidad y gestión de posesiones decisivas. Muchos partidos se juegan y ganan en los últimos cuartos, con defensas feroces. Esperamos pasos adelante, ya no tendremos a Milos Teodosic jugando el pick n’ roll, habrá que buscar buenos tiros a partir de acciones colectivas y alguien tendrá que ser capaz de crear de la nada. Con España jugamos muy bien como equipo, pero nos faltaba un jugador al que darle el balón en posesiones donde el balón está caliente. ¿Quién podría ser? Aún no lo he identificado. Nadie ha sido así hasta ahora, pero lo esperamos”.
Los objetivos: “Es una cuestión para la institución. El club me dio el equipo y lo recibo, con ganas de trabajar y ganas de hacerlo competitivo. El equipo lo construye el club, y hay que reconocer el mérito de haber hecho todo lo posible en función de los medios disponibles. Ahora nos toca a nosotros dar lo mejor de nosotros”.
La situación de Iffe Lundberg: “La decisión es de la empresa. Entrena con mucha seriedad y profesionalidad, como siempre. Se trata de decisiones basadas en el equilibrio de los medios disponibles. Es la línea elegida, hay que adaptarse y estar unidos. El debate interno es interno, la comunicación externa debe ser compacta.”
La próxima Euroliga: “Mirando las plantillas veo que los equipos que más se han reforzado son los que quedaron fuera de los playoffs el año pasado. La Euroliga será aún más competitiva y difícil”.