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EUROLIGA | MADRID-OLYMPIACOS

Nigel Williams-Goss y los caminos cruzados entre Madrid y Olympiacos

Madrid y Olympiacos se vuelven a ver en la Final Four de la Euroliga, ahora en Berlín. Un jugador es protagonista del trasvase entre ambos: Nigel Williams-Goss.

Actualizado a
Nigel Williams-Goss -
INMA FLORESDiarioAS

El Madrid intenta revalidar la Euroliga y repetir el éxito contemporáneo del Efes, vencedor de dos ediciones consecutivas en el último lustro. Supondría un espaldarazo definitivo para una plantilla supercompetente que lidera Chus Mateo, que cumple sólo su segunda campaña en la dirección desde el banquillo. Para ello se va a encontrar con unos conocidos no tan viejos: se midieron con la mayoría de ellos el año pasado en la final que resolvió Llull en los últimos segundos.

No todos, eso sí. El bloque de Bartzokas es distinto. Se nota, sobre todo, en las personas que más deben aportar acorde a su calidad. Sasha Vezenkov está en la NBA (con un contrato en Sacramento Kings) y Kostas Sloukas se ha ido al eterno rival, el Panathinaikos (también presente en la Final Four). Con ello los de El Pireo han perdido un peso ofensivo importante para intentar competir en la más absoluta élite. Mantienen una línea exterior fuerte físicamente, con Walkup para defender a bajitos y McKissic para hacerlo con hombres de más altura, los experimentados Larentzakis y Pananikolaou actuando de comodines a la hora de proteger el aro y una imponente caballería en la pintura con Fall, Petrusev, Milutinov y el último en llegar, Wright. ¿Qué les falta? Más capacidad para anotar, asustar al rival con un caudal de puntos con el que sí contaban el año anterior. En esta 2023/24 han sido el cuarto peor equipo en ese apartado estadístico; por debajo sólo quedaron Valencia, Alba y Olimpia de Milán, tres de los que ni siquiera llegaron al play-in. Rebajar el ritmo será capital para que puedan luchar con el Madrid en algo cercano a la igualdad.

El Olympiacos lo está fiando este curso a sus reacciones atrás. Sí son líderes en robos de balón, lo que provoca contraataques que les aportan puntos fáciles. Durante diferentes tramos de la temporada Canaan, por fuera, y Peters, por dentro, han aportado soluciones en ataque, aunque no en el nivel de confianza que les hizo llegar a la final de Kaunas hace un año. En esa línea de trabajo están los rojiblancos: en la de usar una nueva estrategia sobre la cancha para, esta vez sí, vencer.

El único jugador que ha hecho un camino de ida y vuelta entre estos dos clásicos de la Euroliga y le ha tocado realizarlo de 2023 a 2024, con lo que para esta semifinal implica, es el estadounidense Nigel Williams-Goss. El regreso de Facu Campazzo tras su aventura en la NBA desplazó de Madrid a uno de los bases y el elegido para salir fue NWG. Su destino era conocido para él, mismo caso que en el del argentino: era momento de probar de nuevo en el Olympiacos, donde había estado en la temporada 2018/19 -la que marcó su descenso a la segunda división griega- y en la que debutó en la Euroliga. En la capital de España estuvo dos años, inestables ambos, pero en los que amasó cuatro títulos y uno de ellos fue el continental. En 2022 al Real se le escapó el campeonato en los instantes finales con el Efes y en 2023 llegó esa especia de venganza, la que ahora querrá ejecutar ante el club que prescindió de sus servicios buscando seguir ganando.

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El director de juego de Oregón va a rachas, tiene menos regularidad en su juego de la que prometía en experiencias como la de Partizán o Lokomotiv. Pero sin él, mal que le pese a algún detractor, el Madrid no habría ganado la Euroliga el año pasado. Precisamente fue uno de los artífices de la remontada a los serbios en Belgrado en cuartos de final, sacando un doblete en el Stark Arena y cerrando en el WiZink Center un global de 3-2 que marcó historia (22 puntos en el 3º encuentro). Tanto con Laso como con Mateo se le vieron carencias a la hora de asumir el mando como base, pasando a segundos y terceros planos ante el arranque mostrado por otros jugadores como Musa, Llull o, en una magnífica parte final de la temporada, Sergio Rodríguez. Por eso y porque no hay sitio para todos se decidió que no continuara. En Grecia también juega a la contra.

Williams-Goss: año I d.M.

Este combo de 29 años, que puso su luna de miel a un lado para fichar por el Madrid, se prevé que alterne con Walkup, el otro titular, la defensa al MVP de la ACB e integrante del mejor quinteto de la Euroliga: Facu Campazzo. “Es un reto”, como señala al corresponsal de AS en el evento, Ricardo González, para el que tiene conocimiento: “Creo que estoy preparado”. Él conoce a la plantilla de primera mano, pero Bartzokas no se queda atrás: “Es un gran entrenador y creo que no necesita mis consejos. Conoce muy bien al Madrid. A mí quizá me ayude saber cómo son mis ex-compañeros, el talento que tienen y el orgullo con el que juegan”. Campazzo es el emparejamiento que le puede servir de reivindicación, sin ser ni mucho menos la única: si en España tuvo que suplir a Facu, allí ha parcheado a Sloukas. Palabras mayores las que asume. En El Pireo ha vuelto al rango de los 20 minutos por cita y a subir su aportación de cara a canasta. En el año I d.M. (después del Madrid), Goss ansía su segunda Euroliga pero arrebatándosela a los que le dieron la primera. Un sueño grande en un universo que no lo es tanto.

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