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EUROLIGA | 19ª JORNADA

Musa frena a un intrépido Alba

El bosnio anota 9 de sus 15 puntos en el último cuarto y detiene la reacción alemana: de perder por 19 a ponerse a tiro de 2. El Madrid, líder en solitario a la espera del Barça.

El madridista Edy Tavares, defendido por Malte Delow y Jaleen Smith, del Alba Berlín.
El madridista Edy Tavares, defendido por Malte Delow y Jaleen Smith, del Alba Berlín.FILIP SINGEREFE

En la Euroliga, aquello de no hay enemigo pequeño pierde la etiqueta de tópico y se convierte en una realidad a subrayar porque por fin es verdad. Quizá sea atrevido decirlo, pero nunca habíamos visto una competición como esta en Europa, tan intensa e igualada, con semejante nivel en 18 equipos. El Alba Berlín, que hasta la visita del Madrid encadenaba tres victorias, había frenado hace dos jornadas como colista al líder, el Baskonia entonces, y venía de tumbar el martes al Armani Milán por 20 puntos. Ante el Real, ahora primero en solitario a la espera de lo que haga el Barça frente al Efes, no pudo triunfar de nuevo (77-84). Lo que sí pudo hacer fue pasar de perder por 19 en el segundo cuarto a ponerse solo a tiro de dos en el último. Una reacción denodada. Metió el miedo en el cuerpo a los merengues, donde otra vez Tavares mostró un nivel alto, aunque con problemas para encestar contra un interior de su talla. Y muy bien Musa en la resolución, que no pisó la cancha hasta el segundo cuarto y apiló 9 de sus 15 tantos en el último para que su equipo cruzara la meta con los brazos en alto. En la dirección, vimos en ese tramo candente a Hanga, luego a Llull. Y antes habían pasado por ahí Williams-Goss y el Chacho, ambos al alza, parece. Como Cornelie, y no por su tiro, virtud indiscutible, sino por aguantar atrás, por ser más completo.

No hay dos sin tres, ni tres sin cuatro, así que el Madrid salió muy preparado para completar su cuarto gran partido del 2023, todos desde la derrota con el Barça el día 2, aunque quizá este menos grande que los tres anteriores. Visto ahora semana y media después, el batacazo en el Clásico sirvió para espolear al equipo, para mentalizarlo, para que volviera a calar ese mantra que tanto repite Chus Mateo del colectivo por encima de todo. Y observamos eso de salida, con un bloque muy concentrado y rápido atrás en las ayudas, y que compartía muy bien el balón en ataque. Tras un intercambio de golpes, pronto cortó amarras desde la defensa y luego un elevado acierto. Al final del primer cuarto, los de Israel González llevaba un pobre 2 de 16 en tiros de campo (mínimamente compensado con 7 sin fallo desde la personal). La entrada del Chacho, con un triple, por Williams-Goss (bien ambos), el punto 3.500 del canario en la Euroliga; una racha de Causeur de 8 tantos; y el empuje de Hezonja, de vuelta tras no jugar por un asunto personal en los tres últimos encuentros, lanzaron al Madrid: 12-25 y ya en el segundo acto, un +19 (15-34). La rotación seguía su curso, ahora con Llull, Musa, Cornelie y Poirier, pronto con Hanga. El Real se paró en ataque y el Alba se calentó a base de triples, los de Jaleen Smith (17 al descanso, 4 de 7), que le dio para ganar el cuarto por una canasta.

Los jugadores del Real Madrid celebran la victoria.
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Los jugadores del Real Madrid celebran la victoria. FILIP SINGEREFE

La renta aún era amplia (35-46), pero si en el segundo acto los locales clavaban cinco triples, en el tercero iban a añadir otros cinco con el gigante Christ Koumadje, de 2,23 metros (ex del Estudiantes), como protagonista. Y no es que los metiera él, sin embargo, alteró mucho el juego. Pocas veces Tavares se encuentra a alguien que le pueda mirar de tú a tú en lo físico, y Koumadje puede. Empezó, eso sí, el cuarto sin faltas y en menos de seis minutos llevaba cuatro. Las dos primeras (una antideportiva) se las sacó Yabusele, las otras dos, Edy, que lucía el MVP de la jornada anterior. Y pese a ese problemón, el pívot del Chad se colgó dos veces del aro, hizo un palmeo, sacó tiros libres y... condicionó el rebote. Con los de ataque creció la escuadra de casa, que disponía de segundas oportunidades que le hacían sentirse más vivo, más metido en el duelo.

¿Cuánto de metido? Hasta el 64-66 tras una salida en tromba en el último periodo con canasta de Thiemann y un triplazo de Tamir Blatt. Restaban 9 minutos y el tiempo muerto de urgencia de Chus Mateo era obligadísimo… Consiguió detener la sangría con Hanga de base y Musa y Hezonja en el perímetro. Un triple del bosnio y una carrera de los dos balcánicos (asistencia de Mario) permitía al Madrid limpiarse el sudor de la frente. Hanga contestaba a Smith y Tavares, recién retornado, culminaba el alley-oop servido por Musa (9 puntos en este tramo decisivo), que luego no fallaba desde la personal después del cuarto tapón de Edy. El peligro parecía conjurado (67-77), aunque los de Berlín intentaron volver a bailar pegados: 74-79. Llull rompió definitivamente las estrecheces con una entrada por la derecha y un triple lejanísimo sobre el final de la posesión. Tercera seguida del Real en Europa para continuar líder.