Los pecados del Real Madrid

El inicio de temporada del Real Madrid se ha caracterizado en esencial por moverse en matices de gris. Los cambios veraniegos y la llegada de Sergio Scariolo al banquillo obligan a tener paciencia con el proyecto, pero hay un denominador común en las derrotas bastante claro: los problemas fuera de casa. Los blancos todavía no han ganado lejos del Movistar Arena si obviamos la victoria por la mínima en semifinales de la Supercopa ante el Tenerife (72-71) en campo neutral. Desde entonces, cada partido como visitantes se ha saldado con derrota, aunque la fiabilidad en casa les permite seguir a flote y que no se hayan disparado las alarmas. Al fin y al cabo, esto acaba de empezar.

El equipo blando perdió en el Martín Carpena ante el Valencia la final del primer título de la temporada (94-98). Tras ello, cayó en Bolonia contra la Virtus (74-68), en Vitoria frente al Baskonia (105-100), en Belgrado con el Estrella Roja de rival (90-75) y más recientemente contra el Maccabi (92-91). “Estamos mejorando, pero no lo suficiente como para ganar fuera de casa”, dijo tras el partido Scariolo. Al italiano no se le ha visto nervioso en ningún momento y el inicio de curso responde mucho a su modus operandi habitual: menos fuerza para empezar y así llegar en la mejor forma posible cuando llegue el momento de la verdad. Pero si bien en la ACB las victorias irán cayendo por inercia, en la Euroliga más salvaje el margen de error es más pequeño y cada derrota penaliza.

Todas las derrotas del Madrid menos la que tuvo lugar en Bolonia han sido recibiendo 90 o más puntos. Los problemas defensivos son una constante también en este inicio para los blancos: si bien el talento individual de los nuevos fichajes (Chuma Moneke, Trey Lyles, Theo Maledon...) y de la plana mayor de los que continúan (Mario Hezonja, Facundo Campazzo, Edy Tavares...) permiten a los de Scariolo producir en ataque aunque sea con acciones aisladas, la falta de conexión en el otro lado de la pista es frecuente y permite lanzamientos liberados, falta de entendimiento en los bloqueos o despistes colectivos que provocan que veamos a jugadores rivales anotar a placer cerca del aro. Algo que da lugar a anotaciones altas y que impide a los blancos frenar a los equipos que tiene delante.

Y más: los momentos de lucidez muchas veces quedan enterrados bajo periodos de tiempo en los que el Madrid es totalmente indolente, se deja ir y ve como encaja un parcial demoledor en un momento concreto. En la final de la Supercopa recibieron un parcial de 17-27 en el segundo cuarto, uno comúnmente fatídico en el que el equipo sufre mucho y se deja ir. Ante la Virtus fue un 24-16 en esos 10 minutos; en Vitoria también perdieron en ese rato (31-24), pero la cosa fue aún pero porque los blancos, que ganaban 20-40, encajaron un parcial de 77-48 en 25 minutos. Contra Estrella Roja perdieron por 47-28 entre el segundo y el tercero. Y la masacre frente al Maccabi fue brutal: 40-21 en el segundo, con 20 puntos de Lonnie Walker, al que de ninguna forma pudo contener el equipo de Scariolo. Y ahí estuvo el partido.

Esto está empezando y el Madrid juega este domingo contra el Manresa (19:00) en el Movistar Arena, donde está invicto en la otra cara de la moneda. Luego, visitará al Bayern el próximo martes en el inicio de otra doble jornada de Euroliga buscando su primera victoria a domicilio. El año pasado llegaron seis derrotas seguidas a domicilio, (Bayern, Baskonia, Olympiacos y Maccabi en Euroliga y Coruña y Bilbao en ACB antes de cortar la racha en Murcia el 3 de noviembre). Este año lleva cuatro, cinco si contamos la final de la Supercopa, en campo neutral pero con los blancos alejados del Movistar Arena. Desde luego, la situación no es alarmante al encontrarnos en el momento de la temporada en el que estamos. Pero Sergio Scariolo tiene cosas por trabajar y resolver, como la situación de Bruno Fernando y la intención de aclararlo todo con las rotaciones. Así están las cosas para el Real Madrid.

¡Tus opiniones importan!

Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí.