Los males del Barça
El equipo azulgrana, fuera del play in, encadena tres derrotas seguidas en el Palau en la Euroliga. Sus desconexiones ya le han costado algún disgusto europeo.
El baloncesto español no atraviesa su mejor momento en la Euroliga. Ahora mismo, los tres equipos están fueran del playoff (puestos del 1 al 6) y también del play in (del 7º al 10º). El Barça es undécimo con ocho victorias y siete derrotas; el Real Madrid, 13º con 6-9, el mismo balance que tiene el Baskonia, 14º. Es decir, 20-25 entre los tres.
El Palau Blaugrana era, antaño, un fortín, pero el Barça encadena tres derrotas seguidas allí. El primero en tomar la cancha azulgrana fue el París Basketball, seguido del Real Madrid que, eso sí, necesitó una prórroga para hacerlo, y del Armani Milán, que este viernes cimentó su triunfo en un parcial de 20-0 en el tercer cuarto. Como ocurriera un día antes en el WiZink Center se oyeron pitos en la grada y los jugadores entonaron el mea culpa. “Me gustaría saber qué ha pasado en el tercer cuarto. Ha sido una vergüenza. Como ha pasado a lo largo de esta temporada, no hacemos las cosas juntos, no nos ayudamos. Parece que jugamos al tenis. Tenemos que cambiar la mentalidad ya”, comentó Tomas Satoransky tras la derrota ante el Milán (81-94).
Viendo las últimas temporadas, tres derrotas en el Palau a estas alturas parecen muchas. El curso pasado, por ejemplo, acabó con un balance de 15-2 en casa, el mismo que firmó en el curso 21-22. En 2023 los tropiezos en la Ciudad Condal fueron cuatro y en 2021, cinco. No se puede permitir muchos más fallos si no quieren regresar a aquellos tiempos, poco brillantes, en los que se quedaban fuera del playoff. Con menos equipos (16 en vez 18), en la temporada 2017-18 acabó con un pobre 8-7 en el Palau y un año antes, las derrotas en casa fueron seis en otra campaña en la que se quedó fuera de los ocho primeros.
El Barça ha vivido una auténtica revolución este verano. No sólo hubo cambio de cromos en el banquillo, donde Joan Peñarroya sustituyó a Roger Grimau, sino que el equipo azulgrana fichó a un quinteto entero: Juan Núñez, Kevin Punter, Justin Anderson, Chimezei Metu y Youssoupha Fall. Y el rendimiento de todos no está siendo el mismo. Anderson siempre está ahí, aunque sea para labores de intendencia; Metu se lesionó cuando empezaba a entonarse y a Fall lo ficharon como el anti-Tavares, pero su rol en el equipo es bastante secundario. A Núñez le falta todavía algo de ‘calle’, aunque le ha tocado dar un paso al frente con la lesión de Laprovittola, y Punter, que ha ido de menos a más, está a veces demasiado solo. Es el máximo anotador del Barça (16,4 puntos) y supera el 40% en tiro de tres (42,3%), pero no puede ser el héroe día sí y día también.
Los problemas del Barça han llegado también en forma de lesiones. Nico Laprovittola se rompió el cruzado dejando huérfana una posición a la que ha llegado Raulzinho Neto, que dejó destellos en los 3:49 que estuvo en pista ante el Real Madrid. Después se lesionó (aductor de la pierna izquierda) y no volverá hasta dentro de, mínimo, dos semanas. Pero lo hará posiblemente antes que Metu, que con un esguince de rodilla (mediados de noviembre) tenía, al menos, seis semanas por delante.
La ausencia de Metu ha dejado aún más tocado un juego interior en el que no sobraban tampoco piezas. Todo está en manos de Vesely, demasiado solo en la pintura, porque Willy muestra chispazos en ataque, pero se ha ganado varias broncas (y castigos) por sus despistes en defensa. Fall, ante el Milán, ni jugó; porque el gigante tampoco es que cuente mucho en los planes de Peñarroya.
Además, Metu era la llave entre el cuatro y cinco, porque podía echar una mano a los grandes y también era el único sustituto natural de Jabari Parker, que se ha quedado solo en el puesto de cuatro. Pero en la dirección del equipo también hay lagunas, porque Satoransky, aunque lo intenta, ya no es el de antes y Núñez tiene desparpajo, pero está algo verde y le falta tiro. La dependencia ofensiva de Punter y Parker, las desconexiones más que puntuales, los desajustes defensivos y la falta de efectivos por las lesiones evidencian un problema en la planificación que está teniendo consecuencias esta temporada. Ahora mismo, el Barça es 11º en la Euroliga y 6º en la Liga Endesa.
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