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EUROLIGA | MADRID 80 - PARTIZÁN 95

Llull: “Asumo mi responsabilidad”

La dura falta del base balear a Kevin Punter desató la tangana en el Real Madrid-Partizán, que provocó la suspensión del segundo partido de cuartos de Euroliga.

Kevin Punter y Sergio Llull se retan con los puños en el alto.
Kevin Punter y Sergio Llull se retan con los puños en el alto.Juan Carlos HidalgoEFE

Las reacciones a la tangana entre el Real Madrid y el Partizán Belgrado continúan. Este viernes, Sergio Llull escribió un mensaje en la red social Twitter en el que aceptó parte de la culpa por unos incidentes que acabaron con 21 descalificados (el balear no estuvo entre ellos) y la suspensión del encuentro a falta de 1:40 para finalizar.

Lo de anoche no debe ocurrir nunca en una cancha de baloncesto. Asumo mi responsabilidad por hacer esa dura falta que desencadenó el desastre posterior. Mis disculpas a todos los aficionados al baloncesto”, escribió Llull.

La acción del menorquín fue la mecha que prendió la batalla campal del WiZink Center. El madridista asestó un duro golpe al pecho a Kevin Punter cuando este le había sobrepasado. Un puñetazo de rabia con 80-95 en el marcador y el 0-2 en contra la eliminatoria de cuartos de la Euroliga cerca de certificarse.

Punter también escribió en Twitter. El base estadounidense fue señalado por un publicación como el culpable junto a Llull de que se desatara la tormenta. El jugador del Partizán se defendió de manera abrupta: “No empecé esta mierda”.

El norteamericano contestó al tuit de Llull con un tono conciliador: “Las emociones estaban altas, lo entiendo totalmente, sigamos manteniendo el baloncesto como hemos estado haciendo durante la serie y las otras veces en la que hemos jugamos entre nosotros”.

La máxima competición continental, a través del Juez Disciplinario Independiente, publicará durante este viernes las sanciones. Un castigo que puede ir desde varios partidos fuera hasta cuatro años sin jugar el torneo del Viejo Continente. Punter puede ser uno de los sancionados junto a sus compañeros Exum y Lessort. En el Madrid, los principales señalados son Yabusele y Deck. Llull, a pesar del golpe, no participó en la pelea. Incluso, fue uno de los tres jugadores que no fueron descalificados por los árbitros.

Yabusele fue el último en lanzar un mensaje, aunque lo hizo en Instagram. “Lamento profundamente mi comportamiento en el partido de anoche. El baloncesto se trata de deportividad y la amistad. Mis más sinceras disculpas al Partizán, club con el que siempre hemos tenido una gran relación, a Dante Exum y su familia, a mis compañeros, a mi club y a toda la afición”, escribió el francés, que recibir una sanción importante tras su llave de judo sobre Exum.

El último en dar su opinión sobre los sucesos del jueves en el Palacio fue el presidente de los balcánicos. “El Real Madrid es un club amigo, uno de los clubes más grandes del mundo. Independientemente de la situación desagradable, les daremos una bienvenida extremadamente amistosa”, señala Ostoja Mijailovic, que trata de apaciguar el ambiente con el tercer y el posible cuarto partido de la eliminatoria en la caldera del Stark Arena de Belgrado (Serbia).

“Hemos vivido buenos momentos esta temporada hasta ahora, después de muchos años, todo está en nuestras manos y el éxito nos espera. Nuestras armas más fuertes, además de esta gran generación de jugadores, son nuestros aficionados, ¡los mejores aficionados al baloncesto del mundo! Demos todos la bienvenida al Real Madrid. Les deseo a todos una calurosa bienvenida a Belgrado, el centro del baloncesto europeo”, sentenció.

El último en compartir su disculpa por las redes sociales ha sido Gabriel Deck, del Real Madrid. El jugador argentino estuvo involucrado en la pelea multitudinaria, siendo uno de los protagonistas de la misma. “Lamento lo sucedido en el partido de ayer, es algo que no debe volver a repetirse. Mis disculpas a mi club, a los integrantes del Partizan y aficionados de ambos equipos”, comentó el alero.

La trifulca entre ambos equipos sigue pendiente de resolución para conocer los castigos a los que se pueden llegar a enfrentar.