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EUROLIGA

La regla de la Euroliga que valió un desempate entre Barça y Madrid

El Barcelona acabó por delante del Madrid en la clasificación de la Euroliga pese a tener más puntos en el ‘average’ particular, el que desempata.

La regla de la Euroliga que valió un desempate entre Barça y Madrid
Sonia CanadaGetty

El Barcelona y el Madrid han quedado empatados en la clasificación final de la Euroliga 2022/23. Han sido 23 victorias y 11 derrotas en 34 encuentros, una menos que el líder Olympiacos, para ambos equipos españoles, los dos únicos representantes de esta nacionalidad en la próxima fase.

Los de Jasikevicius son 2º y se medirán al Zalgiris de Kaunas. Los de Mateo son 3º y se las verán con el Partizán de Belgrado. El camino se volverá a repetir si los dos ganan sendas eliminatorias de cuartos. Se las verían en semifinales, ya siendo parte de la Final Four, como en la edición pasada (en un duelo que se llevó por poco el Madrid y que le envió a la final con el Efes, también decidida en la última jugada).

Una circunstancia curiosa es la que hace que los azulgranas están por delante de los blancos con ese empate. Y rareza se da teniendo en cuenta que se cuenta el diferencial particular, no el general donde el Madrid también supera al Barça con +211 a +143, y lo hace habiendo metido menos puntos.

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En el partido del Palau (ida), disputado el 13 de octubre, un 75-73 a favor del Barça puso el +2 en el contador particular del average. Para más tomate, aquel resultado se dio después de una remontada de 18 puntos permitida por los locales en un horrendo final y un criticado triple de Sergio Llull que no entró en la última acción para certificar una victoria blanca. El deporte es un boomerang que puede volver en cualquier momento, pensaría el base menorquín, que fue el principal impulsor del Madrid para, esta vez sí, estropear otro partido serio pero mal acabado del Barça. En la velada del Palacio (vuelta) el resultado final, contando la prórroga, fue 91-86, pero ése no es el que conteo que importa. Y es para abrir la boca a lo grande porque hasta en ese anduvieron igualados: 73-73, los mismos puntos que en la ida (que anulan el efecto de un marcador superior en caso de un mismo +/-; una canasta decidía todo), es lo válido en los cuarenta minutos reglamentarios. ¿Qué hizo esto aún más enrevesado? Que en el Madrid no eran conscientes de esta situación durante el choque en el WiZink Center, calificaron el diferencial particular como ganado y la propia Euroliga tuvo que salir a aclarar la situación: el desempate sería para el Barça, como así se ha confirmado al acabar la fase regular, porque los puntos de las prórrogas no cuentan para esta materia, sólo para deshacer el empate en los partidos propiamente dichos.

Un final bochornoso que lo cambió todo

Esta regla de las prórrogas no computables para el average se instauró después de un episodio que saltó a los medios de otro continente y supuso una mala publicidad para la Euroliga en diciembre de 2015. Un duelo entre el Darussafaka turco y el Maccabi israelí fue el detonante. El marcador apretado no le servía al Maccabi, en plena lucha con su rival de aquella ocasión, para entrar en el Top-16, y con 65-65 en el último minuto y medio comenzaron a ocurrir cosas extrañas. Los de Tel Aviv trataron de forzar la prórroga, donde podrían haber sacado más ventaja (necesitaban un +11 para pasar de fase), a base de fallar a propósito para mantener la igualada. Jordan Farmar o Taylor Rochestie se encargaron de errar tiros libres tras faltas del equipo local, uno de ellos sin tocar aro. Pero el Darussafaka tenía la estrategia contraria. Logrando Reggie Redding un punto tras viajar también a la personal el marcador se descompensó, 66-65, y la función de su equipo consistió en casi ni moverse para evitar más tiros libres: ganaran o perdieran no iba a haber más empates y así fue, acabando en 66-70 el electrónico del Volkswagen Arena. El Maccabi no consiguió el propósito pese a intentar estirar las reglas hasta un punto macabro y la Euroliga reaccionó elevando a los clubes propietarios del torneo la petición de cambio.