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EUROLIGA | MADRID 98 - PARTIZÁN 94

La fe del Real Madrid: claves de una remontada única

El Real Madrid es el primer equipo en remontar un 0-2 en la historia de la Euroliga. Para ello, ajustó durante los partidos: estas son las claves de la hazaña.

Real Madrid players celebrate their win at the end of the Euroleague quarter final basketball match between Real Madrid Baloncesto and Partizan Belgrade at the WiZink Center arena in Madrid on May 10, 2023. (Photo by JAVIER SORIANO / AFP)
Real Madrid players celebrate their win at the end of the Euroleague quarter final basketball match between Real Madrid Baloncesto and Partizan Belgrade at the WiZink Center arena in Madrid on May 10, 2023. (Photo by JAVIER SORIANO / AFP)JAVIER SORIANOAFP

Se hizo posible lo imposible: el Real Madrid estará en la Final Four. Los blancos, en un ejercicio de pundonor y personalidad impresionante, se convierten en el primer equipo de la historia en remontar un 0-2. De haber caído, el Partizán habría sido el primero en ganar un quinto fuera de casa. Para algún lado tenía que inclinarse la balanza. Algún récord de los dos se tenía que romper. Y finalmente fue el del equipo de Chus Mateo, envalentonado por su público y por esa vieja guardia de rockeros que siguen tocando una sinfonía infinita que parece no llegar a su fin: Sergio Llull, Rudy Fernández y el Chacho Rodríguez. Se cierra así una eliminatoria titánica, extraordinaria, histórica en la Euroliga. En la que sólo se ha ganado un partido en casa (el último) y en la que ha habido tiros ganadores, dosis de polémica, finales ajustados y un gran peso emocional.

Son muchas las claves de la victoria blanca. O de la derrota del Partizán, según cómo se mire. Los ajustes de Chus Mateo permitieron al Real Madrid sobrevivir al infierno del Stark Arena, en Belgrado, y empatar la serie. También la salud, al final buena, de Edy Tavares o la introducción en la rotación de Ndiaye. La tangana del segundo asalto y sus posteriores sanciones cambiaron el rumbo de la serie. Y la gestión de los finales ajustados fue esencial para el devenir del resultado final. Los blancos estarán en la Final Four. El Partizán de Zeljko Obradovic se queda sin un premio que habrían, sin duda, merecido. Estas son las claves:

  • La pelea... y sus sanciones: el bochorno en forma de tangana ocurrido en el segundo asalto tuvo una importancia sideral en la serie. El mayor perjudicado fue Guerschon Yabusele, al que le cayeron 5 partidos de sanción y no volverá a jugar en la Euroliga esta temporada. Pero Mathias Lessort y Kevin Punter también sufrieron consecuencias: el primero no estuvo por sanción en el tercer partido, mientras que el escolta se perdió los dos asaltos en Belgrado por el mismo motivo. Esto permitió al Real Madrid jugar ante un Partizán mermado sin dos de sus principales estrellas y llevarse dos choques titánicos en el Stark Arena. Los serbios compitieron a pesar de las bajas. El retorno de Lessort en el cuarto y de Punter en el quinto no cambió las tornas. El segundo, que convirtió el triple que inclinó la balanza en el duelo inicial, intentó forzar la prórroga en el quinto en una jugada similar, aunque sin suerte. Otra consecuencia de la pelea fue la lesión de Dante Exum, que aseguró después del choque que las sanciones fueron injustas para el Partizán y que ha jugado con dolor toda la serie.
  • Edy Tavares: el pívot, uno de los baloncestistas con mayor influencia de la Euroliga, se lesionó en la derrota del primer partido y no pudo jugar el segundo. Su presencia era duda, pero pudo jugar en Belgrado y su presencia fue fundamental: 26 puntos y 11 rebotes (41 de valoración) en el tercer asalto y 15+7 (para 30) en el cuarto. Su presencia se multiplicó por la permanente ausencia de Vincent Poirier, que no se ha recuperado de la operación por apendicitis aguda a la que se sometió a principios de abril. En el quinto encuentro tuvo menos protagonismo, pero fue un peligro constante y sumó 12 tantos y 8 rechaces.
  • La defensa zonal: el Madrid no ha jugado siempre igual. Ha cambiado: a veces de forma obligada (por la presencia de Tavares), otras sin mucha convicción pero de forma funcional. Y, al final, simplemente con la magia de los de siempre (ahora hablaremos de eso). Hubo un ajuste concreto que permitió a los blancos igualar la serie: una zona 2-3, nada especial en apariencia, no demasiado ajustada: picaba en fintas y permitía posiciones cómodas posteriores, huecos, tiros más o menos liberados… Pero el Partizán dejó de fluir, dudaba al soltar la mano, en cuál era el tempo correcto de sus acciones, cuándo debía resolver. El Madrid, que en el primer cuarto de ese tercer partido iba 32-19 abajo, empezó entonces a remontar y dejó en 16, 15 y 17 puntos a los serbios en los tres siguientes periodos. El partido acabó 80-82. La zona se mantuvo, con buenos resultados, en el cuarto (78-85). Otra clave.
  • Chus Mateo: cuestionado en ciertas partes de la temporada, eliminado en semifinales de la Copa del Rey ante el Unicaja (72-83), tiene al Real Madrid en la tercera posición de la Liga Endesa (tras Barça y Baskonia) y su único título ha constado en una Supercopa ante los azulgranas (89-83) que queda ya muy lejana. Su posición generaba dudas tras el 0-2 inicial, pero la remontada le reivindica en su puesto y deja a los blancos a dos victorias de la Euroliga. Ser el relevo de Pablo Laso nunca es fácil, pero la Final Four ya está aquí, la octava desde la llegada del vitoriano, que además llegó a cinco finales. Una línea continuista y una victoria histórica que permiten a Chus Mateo sacar músculo delante de la opinión pública, ese lugar en el que se ganan y se pierden las batallas que deciden las guerras.
  • Eli Ndiaye: otro acierto de Chus Mateo, que dejó fuera de la rotación a Petr Cornelie para introducir al canterano en el duelo final. Era un auténtico papelón, pero lo resolvió con creces. Disputó 12 minutos para 4 puntos y 4 rebotes, pero su influencia fue más allá de los números. Salió de titular para frenar a Zach LeDay, que sumó 25 puntos con un extraordinario 12 de 14 en tiros. El chaval hizo una gran labor deteniéndolo e incluso taponándolo. LeDay se quedó en 9 puntos, 3 de 5 en triples... pero 0 de 5 en intentos de dos. Bien por el canterano.
  • La vieja guardia y la fe del Madrid: otra vez, los mejores son los de siempre. Los que lo eran con Pablo Laso lo son también con Chus Mateo. Los héroes de la Novena: Sergio Llull, Rudy Fernández y Sergio Rodríguez. La remontada de 18 puntos en el último partido de la serie se cimentó en el espectacular nivel del Chacho, que anotó 16 tantos en los últimos 11 minutos. Acabó con 19 y 6 asistencias, un vuelco redondo a su temporada, que empezó con ciertas dudas. Llull finalizó con 8 y un triple sublime al final que encarrilaba el duelo. Y Rudy acabó sin puntos, pero volvió a ser un héroe más allá de la estadística, con esas intangibles que tanto aportan por mucho que no se vean. Tiene 38 años; Llull 35. Y el Chacho 36. Pero eso da igual. Fue otro gran ejemplo de la fe inherente a este equipo. Fue otra noche para el recuerdo. Al fin y al cabo, los viejos rockeros nunca mueren.