Garuba es un hombre nuevo

Usman Garuba piensa en grande. Su regreso a las filas del Real Madrid, el club que le formó como baloncestista, en verano le otorgaba un papel predominante. Cubrir dos posiciones con sus atributos, excelentes para el concierto europeo, parecía una tarea bien guapa, pero el dominó a caer y él fue una de las piezas que desestabilizó la construcción. Además de la salida de Yabusele no cubierta, el equipo blanco se vio con un Usman que renqueaba constantemente y al que hubo que apartar de la disciplina colectiva para que se pudiera recuperar con tranquilidad.

La fractura por estrés del ex de Rockets y Warriors mató el inicio de temporada en numerosos aspectos, por supuesto en el personal. Hasta un entrenador tan comedido como Mateo no sabía por dónde salir cuando se le preguntaba por el de Azuqueca de Henares. “Me gustaría ser franco y decir el plazo, pero con Usman no tengo la certeza de lo que va a pasar. Cada vez que hemos dado un paso adelante hemos tenido que retroceder. La situación con Usman es que yo vea que puede hacer un entrenamiento completo sin molestias, que se recupere bien”, dijo el 6 de noviembre. Había disputado minutos aislados en la Supercopa. Se veía que no estaba a tono. Actuó en los debutes de Liga (Coruña) y Euroliga (Bayern) y nunca más se supo. Se le puso la tarea de recuperar mediante gimnasio y ejercicios específico. Se le convocó para el duelo de Euroliga con el Barça y el regreso se produjo en la siguiente cita, en Badalona con el Joventut, el primer día del presente mes.

Chus Mateo se ha visto obligado a rotar con tres interiores puros, Tavares e Ibaka en el puesto de pívot y con Ndiaye haciendo de enganche para lo que hiciera falta. Ha tenido que tirar de ese recurso que se tiene pero no debería ser primera opción: subir de posición a Gaby Deck o Mario Hezonja, capaces por físico y perfil de hacer buena labor tanto en rebote como en el poste bajo. Pero claro, lo que te aporta un Garuba al cien por cien no es comparable. Cada uno en su parcela, siempre tendrá más sentido. Durante la última semana así se ha probado y no sólo con palabras.

En competición europea pudo actuar en duelos que salieron cruz, ASVEL y Fenerbahçe, hasta llegar a los días presentes. El partido del pasado domingo frente a Río Breogán en Liga Endesa fue un bálsamo para todos, 106-69, y en él se pudieron observar destellos de un Usman recuperado; 23 de valoración en 22 minutos. En París, duelo contra el sorprendente líder europeo y demasiadas ganas de agradar como para mantener el acierto. El golpazo en la mesa se produjo este jueves en el WiZink Center ante el Mónaco: 9 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias, 2 tapones y buena serie de tiro (de campo, 2/3; en libres, 5/6) con una participación de 15:01. Como lo más importante, al menos en estos casos de ausencias largas y peliagudas, son las sensaciones, ver morder a Garuba al subir las líneas, presionando, corriendo, disfrutando, podía llevar al espectador a 2021, a aquel jugador que maravilló en la angustiosa eliminatoria de playoff con el Efes.

“Es importante que sigamos encadenando victorias en busca del objetivo de llegar a la Final Four. Hemos hecho un gran partido y estoy contento por ello. Hemos puesto energía, intensidad. Sobre todo defender, que es algo que no hemos aplicado al cien por cien otros días. Es un día para estar contentos y seguir aprendiendo. Deja buenas sensaciones. Sabemos cómo es esto, que en la Euroliga si encadenas un par de victorias te metes arriba. Tenemos que seguir con esta línea”, apuntó. El doblete de la semana, la última de jornada doble del año natural, le ha sentado de manera espectacular a los capitalinos, que ven el futuro de otro color.

Días como éstos, en los que los rumores de fichajes copan portadas e informaciones, el Madrid se lleva un fichaje que realizaron hace meses pero les empieza a salir rentable arribando al invierno. Se incorpore o no Bruno Caboclo, el brasileño que se menciona para el hueco que continúa habiendo en el juego interior, Usman está a tope, mostrando que, con 22 años, lo venidero pasa por él.

“Estoy contento. Hay días en los que salen las cosas mejor y otros en los que salen peor. Pero estoy contento de que el equipo esté bien, más allá de resultado del juego que estamos haciendo porque sabemos qué podemos llegar a ser. Las lesiones hay que olvidarlas e ir siempre para adelante, seguir avanzando. Estoy agradecido al equipo médico por todo lo que hacen para poder recuperarme de esta lesión grave que he tenido”, agregó. Las molestias se han ido y el espíritu guerrero de Garuba, que siempre incrementa una marcha la velocidad del juego en ambos lados de la cancha, es el que vuelve a aparecer, el que buscaba el Real fichándole.

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