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INTERNACIONAL

Fuga de Israel

Jonathan Motley deja el Hapoel Tel Aviv sin permiso del club, que estudia acciones legales contra él, para unirse a una larga lista de jugadores que se han marchado de Israel por la guerra.

Jonathan Motley con el Hapoel Tel Aviv.

Hace más de un año de los ataques de Hamás en el sur de Israel que provocaron la respuesta en forma de invasión de la Franja de Gaza por parte del gobierno israelí mediante el ejército. Desde entonces, y lejos de apagarse, la situación se ha ido incendiando más en la región. También en la frontera norte de Israel con continuas escaramuzas con Hezbolá en Líbano, que en las últimas semanas también se han transformado en ataques más serios por parte del vecino del sur. E incluso con intercambios de lluvias de misiles entre Irán e Israel. Todos estos hechos unidos hacen que se esté viviendo en estado de guerra de facto en Oriente Medio. Un aspecto que no está pasando desapercibido para los deportistas extranjeros que juegan o jugaban en equipos israelíes y que tenían la oportunidad de cambiar de trabajo y de país.

En el baloncesto ya se comenzó a ver en verano. El Maccabi Tel Aviv, santo y seña del deporte de la canasta en el país y único representante en la Euroliga, perdió a siete de los jugadores que se quedaron a un solo triunfo de estar en la Final Four de Berlín. Los macabeos llevaron al futuro campeón, el Panathinaikos, al quinto partido en la eliminatoria de cuartos de final. Un proyecto deportivamente muy competitivo que, sin embargo, se deshizo por completo. Cuatro de sus cinco titulares ya no están en Tel Aviv: Lorenzo Brown (Panathinaikos), Wade Baldwin y Bonzie Colson (Fenerbahçe) y Josh Nebo (Armani Milán) hicieron las maletas al finalizar la temporada. Los cuatro integrantes de la plantilla que más minutos jugaban la temporada pasada, los cuatro que más puntos metían y los cuatro que más valoración acumulaban. El mejor jugador que continúa, el quinto en discordia, es Tamir Blatt... nacido en Israel. En cuanto a las incorporaciones, hay dos nombres conocidos par el aficionado a la Euroliga: Jordan Loyd, procedente del Mónaco, y Rokas Jokubaitis, del Barça. El otro gran fichaje ha sido Wenyen Gabriel, llegado desde los Grizzlies para engrosar la lista de jugadores que han dado el salto de la NBA a Europa este curso.

Motley abre otra vía de agua

Ese es el caso más llamativo porque el Maccabi es el gigante del basket israelí, pero la tendencia está empezando a extenderse al Hapoel Tel Aviv, equipo de la Eurocup. Jonathan Motley fue uno de los fichajes estrella para ellos. Procedente del Fenerbahçe, donde había jugado las dos últimas temporadas y haciéndolo bien, el interior norteamericano era uno de esos casos de jugador que rinde a buen nivel en Euroliga pero en el maremágnum del mercado veraniego se queda sin sitio en la máxima competición continental y tiene que dar un paso atrás para volver a coger impulso. Así que decidió firmar dos años con el Hapoel de la Eurocup a la espera de que llegara una nueva oportunidad en la Euroliga. Pero Motley se ha cansado de esperar y no tiene sólo que ver con el tema deportivo. La guerra, claro, resuena de fondo.

Según avanzaba Eurohoops, el pívot tenía intención de unirse al Estrella Roja, pero sin llegar a un acuerdo de desvinculación previo con el Hapoel. La segunda parte de esta afirmación la explicó el propio club en un comunicado hoy, en el que aseguraba que su jugador había sido visto en el pabellón recogiendo sus pertenencias. “Ayer, a altas horas de la noche, nos enteramos de que Johnathan Motley había llegado al Shlomo Group Arena para recoger sus pertenencias. Sus acciones en los últimos días no están en línea con el generoso contrato firmado con él. El club ha comenzado a operar en los canales legales pertinentes. Estamos tratando sus acciones muy en serio. Firmó con el club por dos años. El club ha invertido y seguirá invirtiendo enormes recursos y esfuerzos para proporcionar una plantilla de alta calidad y afrontar con éxito los altos objetivos establecidos en todas las competiciones”.

Sin embargo, horas después era Basketnews quien descartaba el fichaje de Motley por el Estrella Roja reproduciendo unas declaraciones de Milan Dozet, director deportivo del club serbio, en las que se desentienden de toda esta historia: “No tengo nada que decir sobre este tema porque mi club no participa en él. Ya se lo dije a su director general, con quien tenemos una gran relación. Le expliqué claramente que no tenemos ninguna conexión ni traeremos a Motley. Al parecer, el Fenerbahçe, el Maccabi e incluso Dubai llamaron a dicho jugador. No sé por qué ahora lo están vinculando al Estrella Roja.

El Hapoel explota: “Quien causa daño, paga”

Pero Motley puede no ser el único ilustre que deje el Hapoel. Desde algunos medios se apunta al nombre de Bruno Caboclo como la próxima gran fuga con origen en Israel. El pívot brasileño también llegó este verano a Tel Aviv procedente de un equipo de Euroliga, en este caso el Partizán de Belgrado. Pero su agente, Daniel Hazan, ha declarado que su representado está recibiendo ofertas de equipos de la máxima competición. Por tanto, su regreso a la misma no es para nada descartable. E incluso ya empieza a sonar Patrick Beverley, uno de los fichajes más mediáticos del verano, como otro futuro miembro del club de extranjeros ilustres que dejarían la liga israelí en busca de destinos más tranquilos.

El presidente del Hapoel Tel Aviv ha querido salir al paso de todas estas noticias con un mensaje en su cuenta de X: “A la luz del entusiasmo y la alegría que se ha visto en algunos periódicos deportivos esta mañana, quiero recordarles algunos datos básicos. Ningún jugador nos hace ningún favor estando aquí. Jugar para el club, el símbolo y la afición es un gran honor. Jugadores extraordinarios, los mejores de los mejores, quieren venir a jugar al Hapoel. Esta tendencia ha cobrado impulso este verano y seguirá creciendo. Ningún joven que haya cometido un error cambiará esta realidad. Con todos los jugadores actuales se firmaron contratos generosos cuando la situación de seguridad era aún menos estable. Hay que respetar los contratos. Quien causa daño, paga. Y a veces mucho. Al Hapoel no le interesa ninguna cláusula de rescisión, independientemente del importe. Los agentes de jugadores reciben generosas comisiones, pero también tienen responsabilidades. Para jugar en un equipo, un jugador debe obtener una carta de autorización de la FIBA. Hasta entonces no podrá jugar. Es muy poco probable que reciba una carta bajo el pretexto de ‘la guerra’ cuando te han ofrecido poder vivir fuera del país. El Estrella Roja descubrirá que se ha equivocado de pareja para este tango.

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