Rodríguez: “Fue un error dejar a Heurtel en Estambul, eso no se puede hacer”

Los años tumultuosos del Barça finalizaron con la llegada de Nacho Rodríguez a los despachos. Fue el 27 de marzo de 2017 cuando Josep María Bartomeu, presidente de la entidad, contrató sus servicios para encargarse de la sección de baloncesto del club. Exjugador con muchos años de experiencia, fue parte de la plantilla que conquistó la Euroliga de 2003 y estuvo seis temporadas en el equipo (de 1998 a 2004). Como jugador, la última camiseta que defendió fue la del Valladolid, antes de retirarse en 2008. Antes de eso, fue 125 veces internacional y jugó con la Selección justo antes de la llegada de la generación dorada que tantos títulos conquistó. Eso sí, le dio tiempo a ganar dos medallas en sendos europeos: la plata de 1999 en Francia y el bronce de 2001 en Turquía, donde ya coincidió con una estrella emergente como Pau Gasol, que dio el salto a la NBA poco después de dicho éxito.

A nivel de clubes, el currículum de Nacho Rodríguez también es extenso y prolífico. La ya mencionada victoria en la máxima competición continental fue su mayor logro, pero no el único. También ganó la Copa Korak en 1999, la Copa del Rey en 2001 y 2003 y cuatro campeonatos domésticos en la ACB: 1999, 2001, 2003 y 2004, consiguiendo un año antes de su adiós a los azulgranas el triplete de un equipo histórico, comandado por un joven Juan Carlos Navarro y una estrella consolidada como Sarunas Jasikevicius. Del ahora entrenador, entre muchos otros temas, ha hablado Rodríguez en una extensa entrevista en Jot Down Magazine, que se desvinculó de la organización en abril de 2021 de forma repentina, con la llegada de Joan Laporta a la presidencia, previa salida de Bartomeu.

El exjugador, conocido por su fuerte personalidad en pista y sus amplios conocimientos tácticos cuando era profesional, ha repasado su carrera deportiva, pero ha dedicado una buena parte de la entrevista a repasar su estancia en los despachos del Barça. Y cuenta, por ejemplo, un detalle del fichaje de Mirotic por el Barça, del que dice algo interesante: “Sé que la primera opción de Niko era ir al Real Madrid y fue donde lo ofreció su representante, pero no lo quisieron”, asegura, además de contar que llegó al Barça tras no aceptar una suculenta oferta de los Jazz (45 millones en tres temporadas) y que considera el paso del hispano-montenegrino por el equipo culé como positivo.

Rodríguez se centra también en la polémica que se originó cuando Thomas Heurtel se quedó en Estambul. “Voy a contarlo tal cual fue y es la primera vez que lo voy a hacer”, le dice a Javier Ortiz, periodista encargado de la entrevista. “Hablé con su agente, Misko Raznatovic, y negociamos porque el jugador quería marcharse y el entrenador no contaba con él. Llegamos a un acuerdo. Y el domingo anterior a jugar en Estambul el partido de la Euroliga me dice Misko que Thomas quiere viajar con el equipo. Nosotros íbamos a fichar a Léo Westermann, que estaba en el Fenerbahçe, así es que habría un hueco en su posición. Todo el mundo me decía que iba a ir allí. Es decir un intercambio de jugadores. Evidentemente, cuando llegas a un acuerdo no preguntas dónde va a ir el jugador. No se suele preguntar. Nos vamos a Estambul. El chico no entrena y yo pensaba que iba a pasar el reconocimiento médico con el Fenerbahçe”, empieza diciendo.

“El martes por la mañana empieza a llegarme que va a fichar por el Madrid. Nosotros habíamos llegado a un acuerdo de pagarle prácticamente el 90% de la ficha que le quedaba pendiente. Llamo al agente, con la rescisión por firmar todavía, y le pregunto por esto. Me dice que no lo sabe. Le dejé claro que el documento no se iba a firmar y también se lo expliqué al jugador”, dice el exjugador, al que no le hizo gracia que se quisiera ir al máximo rival. Pero a Sarunas Jasikevicius menos todavía. Según se revela en la entrevista, fue el entrenador lituano el que tuvo la iniciativa de dejarlo en tierra, algo a lo que el entonces directivo se negó tajantemente, teniendo además en cuenta el contexto que representaba entonces la pandemia del coronavirus. Las nueve personas presentes en dicha reunión (preparadores físicos, cuerpo técnico...), estuvieron de acuerdo con Saras. Al final, el jugador se quedó y la opinión pública se cebó con Rodríguez, que entona el mea culpa de lo que ocurrió entonces: “¿Arrepentido? No, lo siguiente. Si me vuelve a pasar, que se queden los nueve allí si quieren, pero a un jugador de tu equipo no se le puede hacer eso. Fue un gravísimo error dejar a Heurtel en Estambul. Es gravísimo dejar a un jugador así”, sentencia.

La retirada de Navarro

Otro de los temas tratados fue la gestión del Barça en la retirada de Juan Carlos Navarro, leyenda del club que precisamente ocupó su puesto como jefe de la sección de baloncesto cuando se hizo oficial su salida. “Con Navarro tuvimos diferentes formas de ver su retirada. Él debería un día explicar cómo se retira. Desde el punto de vista deportivo tanto el entrenador (Pesic) como los responsables del área deportiva entendíamos que ya no podría aportar más en la pista y así lo trasladamos a la junta directiva. Se fue a hablar con el presidente Bartomeu y decidieron entre ellos varias cuestiones”, dice.

Rodríguez asegura que “nunca voy a hablar mal de Navarro”. “Le tengo un grandísimo respeto como jugador. Le he ayudado mucho porque lo propuse como director de cantera y el contrato de diez años que firma con el club lo proponemos nosotros. Es verdad que él ayuda en el primer año bajándose el salario, pero se difiere. En su último año como jugador, que fue mi primer año llevando la sección, él pensaba que tenía que jugar más y no lo llevaba bien. Y ahí no nos comunicamos bien. Fue un error de comunicación. El Madrid gestionó mucho mejor lo de Felipe Reyes. En su último año Felipe tampoco daba el nivel, pero el club lo gestionó mucho mejor que nosotros. No supimos hacerlo bien”.

El exjugador se ha mantenido alejado del Barça tras su salida, pero valora como positiva su estancia en el club azulgrana. Asegura que se mejoró mucho al equipo, que promovió varios fichajes y que se pasó de caer en cuartos de final de la ACB a pelear por la Euroliga, llegando a la Final Four en tres ocasiones consecutivas. Las conclusiones que saca el que fuera directivo de la entidad durante cuatro temporadas son buenas y piensa que su labor también. Y, tiempo después de su marcha, se ha encargado de relatar todo lo que ocurrió entonces con pelos y señales y a dar detalles, muchos de ellos desconocidos hasta ahora. Unos años tumultuosos en los que se tomaron varias decisiones. Algunas de ellas difíciles, claro.

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