Una guinda de 280 millones

EI 29 de junio de 2020, en plena pospandemia y con la fase final excepcional de la Liga Endesa celebrándose a unos metros de allí, Juan Roig ponía la primera piedra de una obra faraónica que se convertirá en el “Arena más moderno de Europa”. Desde entonces, algunas cosas han cambiado. De llamarse Casal España Arena al definitivo Roig Arena; de tener como deadline finales de 2023 a establecer como fecha de fin de obra las últimas semanas de 2024; de tener un presupuesto de 220 millones a tener que invertir 280 millones debido al encarecimiento de materiales por la inflación y otras mejoras del proyecto. Pero lo que no ha cambiado en todo este tiempo, mientras la obra avanza a gran velocidad, es la esencia, la voluntad del mecenas, Juan Roig, de dotar a Valencia de uno de los recintos multiusos más importantes de España y de Europa. La guinda de su legado que, dentro de 50 años, revertirá en la ciudad.

Desde la promotora del Arena insisten en que el proyecto es muchísimo más que un pabellón de baloncesto para el Valencia Basket. Y lo es. Pero sólo con escudriñar un poco en su nombre, Licampa 1617 (Liga Campeones Pamesa 2016-17, por la Liga ACB que ganó el Valencia en esa temporada), nos damos cuenta de que el club taronja, también propiedad de Juan Roig, va a tener un papel preponderante en el uso del recinto. “Será nuestro inquilino preferente”, comenta Víctor Sendra, el director general de Licampa.

Aún no está decidido cuándo se mudará el Valencia Basket al Roig Arena desde la mítica Fonteta de forma definitiva, pero seguramente a finales de la próxima temporada, la 2024-25, ya se jugará algún partido de baloncesto en la que será su nueva casa que podrá albergar hasta 15.600 espectadores, casi el doble del aforo máximo actual de La Fonteta. Las oficinas del Valencia Basket estarán ubicadas de tal forma que las vistas desde sus ventanas den a L’Alqueria. Y esta no es una ubicación al azar, más bien un leitmotiv del proyecto global. Además, “los primeros equipos, masculino y femenino, tendrán sus estancias independientes en el Arena y una pista de entrenamiento propia, distinta de la central”, explica Sendra.

Ampliar

Para el Valencia Basket también será la guinda. O más bien servirá de impulso definitivo para instalarse en la elite del baloncesto europeo. Con los primeros equipos masculino y femenino compitiendo a un nivel alto en Euroliga y con el proyecto de L’Alqueria del Basket totalmente consolidado, referente continental en el baloncesto formativo, hospedarse en un recinto de tal magnitud no tiene otro camino que convertirse en uno de los clubes, exclusivamente de baloncesto, más grandes de Europa. Con el Roig Arena en funcionamiento, que la Euroliga dote al Valencia Basket con una Licencia A para asegurarse su participación cada año, debe caer por su propio peso.

Pero el Roig Arena será mucho más que un lujoso pabellón de baloncesto. “Es un proyecto de ciudad”, asegura Sendra. El proyecto global también incluye la construcción del colegio Les Arts, que ya está siendo utilizado, un aparcamiento de ocho plantas (1.000 plazas) junto a la actual Fonteta y un parque con 20.000 metros cuadrados de zonas verdes.

En poco más de un año debe estar una gran parte del proyecto finalizado. Será un año frenético, con 300 trabajadores aplicándose a destajo. El último hito ha sido la colocación de las ocho cerchas de 450 toneladas cada una. Lo siguiente será la tabiquería, distribución de espacios interiores, la fachada, la construcción de las terrazas y la colocación de la cubierta.

La inauguración será en 2025

Paralelamente a la construcción del Roig Arena, Licampa ya trabaja en la gestión futura del recinto y sobre todo, en la inauguración, que será en 2025. Las negociaciones son el secreto mejor guardado, aunque aseguran que “se están dando pasos para que la inauguración esté a la altura de lo que será el Arena”. Los aficionados al baloncesto fantasean con algo muy grande: un partido de la gira europea de la NBA, un amistoso del Valencia Basket contra un equipo de la liga norteamericana... También los amantes de la música esperan que un artista internacional inaugure el Roig Arena, algo a lo que también aspira la gerencia del recinto. “Tendremos un espacio que sumará para que España pueda albergar algunas cosas, como conciertos del máximo nivel internacional. Que los artistas internacionales que vengan a España puedan hacer un Madrid-­Barcelona-Valencia”, señala Sendra.

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