El Madrid tiene un problema de bases
La no llegada de Campazzo deja al Real Madrid con un problema en el puesto de base para el resto de la temporada. Trabajo para Mateo.
En el Palau Blaugrana llegó la primera derrota de la temporada para el Real Madrid. Fue después de seis victorias, dos en la Supercopa, tres en la Liga Endesa y una en la Euroliga. Un camino hasta ayer inmaculado que, sin embargo, estaba haciendo crecer unas expectativas sobre el equipo que no siempre se habían reflejado en la pista. De esas seis victorias sólo dos, las semifinales de la Supercopa ante el Betis y el segundo partido de Liga ante el Obradoiro, habían sido holgadas. El resto de encuentros se contaban por triunfos ajustados y en algunos casos sufriendo bastante, como en Atenas ante el Panathinaikos o en Málaga.
Chus Mateo ha reconocido que el equipo aún tiene que mejorar unas cuantas cosas, pero especialmente la química entre los jugadores cuando éstos saltan a la pista. Las caras nuevas, en su mayoría de jugadores que han de ser fundamentales para el proyecto, y el poco tiempo que hubo en pretemporada para que entrenase todo el equipo junto, explica en parte que al Madrid le esté costando coger el ritmo de transatlántico que se le supone. Pero también hay otra razón que ya se está haciendo bastante evidente y es la dirección del juego. A pesar de tener una de las plantillas más amplias de los últimos años, el equipo está mostrando síntomas de echar en falta un base puro de primer nivel europeo. En el club contaban con la llegada de Facundo Campazzo, que habría sido una guinda espectacular al proyecto y que habría puesto al Madrid probablemente en el primer puesto entre los favoritos a la Euroliga. Pero el argentino se va a quedar finalmente en la NBA, en los Dallas Mavericks, y esto trastoca bastante los planes del equipo blanco.
¿Qué tiene en plantilla para suplir la no llegada del argentino? Repasemos. Sergio Rodríguez fue uno de los fichajes del verano y el canario ha jugado ratos de gran baloncesto con algunos momentos estelares, pero hasta ahora no dejan de ser eso, ratos, y a sus 36 años cuesta pensar que pueda convertirlos en fases continuadas durante la temporada. Especialmente ante rivales físicos como le ocurrió ayer con Tomas Satoransky. Sergio Llull, que nunca fue un base puro, hizo carrera en esta posición donde llegó a ser el mejor jugador de Europa. Pero los años (cumple 35 el mes que viene) y las lesiones han hecho que poco a poco vaya perdiendo físico y explosividad, dos de las virtudes más importantes sobre las que se ha cimentado su carrera. Aún tiene fases de partido brillantes y es capaz de dar victorias al equipo, como ante el Panathinaikos o el Unicaja, pero tampoco parece una opción viable para ordenar el juego y bajar las revoluciones en los momentos más calientes.
Los otros dos bases del equipo aún no han debutado. Por un lado está Nigel-Williams Goss, que está en capilla para volver a jugar después de lesionarse en la Final Four de mayo. De momento parece que la idea con él es que se convierta en el especialista defensivo en la posición de uno y que en ataque se sienta más liberado por la mayor cantidad de recursos del equipo este año, lo que podría ser beneficioso para su rendimiento, que fue en líneas generales decepcionante la pasada campaña. Pero que mejore un poco no le convierte en la solución para los problemas en el puesto de base. Para que eso ocurriese su cambio tendría que ser notable, algo que está por ver que ocurra. Por el otro está Carlos Alocén, al que no se le espera en lo que queda de 2022 y del que no se descarta que acabe cedido para que pueda recuperar el ritmo de competición en otro equipo con menos exigencia y en el que pueda tener más minutos el resto de la temporada.
El resto de opciones son más creativas. Desde las ya conocidas de Alberto Abalde (que debutó ayer) o Adam Hanga (que aún no ha podido hacerlo), hasta la nueva de Dzanan Musa, del que se ha hablado mucho de su capacidad para encontrar a sus compañeros en posiciones ventajosas y de su escaso egoísmo a pesar de su arsenal ofensivo como razones para poder usarle como creador de juego en campo contrario. Pero todo esto no dejan de ser parches que señalan claramente lo que es ahora el punto débil del equipo, puede que el único que tenga. La opción de fichar a alguien está sobre la mesa.