El campeón de Europa no lo tiene fácil

El Fenerbahçe se prepara para, una tarea muy difícil, dar continuidad a una temporada prácticamente perfecta. Ganó Liga, Copa y la preciadísima segunda Euroliga en la historia del equipo. Una triple corona verdaderamente difícil, tanto que nadie la conseguía desde el Real Madrid en 2015. Ni siquiera el histórico Fenerbahçe que ganó la primera Euroliga en 2017 (con Obradovic al mando y Bogdanovic, Sloukas, Udoh, Antic, Vesely, Datome…) logró ese triplete porque se le escapó la Copa y se quedó, en todo caso una temporada histórica, con Liga y Euroliga.

Sarunas Jasikevicius ya suma cinco títulos desde que aterrizó en Estambul en diciembre de 2023. Así que ahora las expectativas son máximas para un equipo que, en todo caso, está firmando un verano de perfil bajo y con algunos reveses que provocan unas dudas que todavía hay tiempo para mitigar. Las aguas del mercado se siguen moviendo, aunque cada vez con menos pesca de la importante, y todavía tienen que definirse del todo las plantillas en la NBA, el momento en el que jugadores de primer nivel se quedan sin sitio en el juego de las sillas y deciden abrir la puerta a la vía europea.

Si se mira la temporada 2024-25 del Fenerbahçe, el campeón, en la Euroliga, los datos de valoración colocan como los tres primeros a Nigel Hayes-Davis (18,3 de media y MVP después de la Final Four), Marko Guduric (11,9) y un Errick McCollum (11,3) que llegó en enero pero fue importante en el tramo decisivo de la temporada. Ninguno de los tres seguirá: el vetereano McCollum (37 años) jugará en el Galatasaray, Guduric aceptó una oferta económica muy importante del Milán y Hayes-Davis, la baja más sensible, probará suerte con un contrato mínimo, de meritorio, en la NBA. Los Suns le han dado una oportunidad que tiene que intentar aprovechar ahora… o nunca (tiene ya 30 años). Son, también, tres de los cuatro máximos anotadores del equipo en la Euroliga: 16,7 de media de Hayes-Davis, 11,1 de McCollum y 10,9 de Guduric (el otro es Wade Baldwin IV: 11,1). Si se quiere ver así, el campeón ha perdido desde ganó al Mónaco en la final de Abu Dabi, 38,7 puntos y 41,5 créditos de valoración por partido.

Y no ha hecho nada especialmente llamativo para suplir esas bajas: ya en primavera dejó atado el fichaje de Mikael Jantunen, ala-pívot finlandés de 25 años que fue una pieza muy sólida en el brillante Paris Basketball de la pasada campaña (7,5 puntos y 4,8 rebotes por partido). Ha renovado a Metecan Birsen y también a dos jugadores importantes: Scottie Wilbekin seguirá la próxima temporada y tiene una opción para la siguiente (2026-27). El guard (32 años) cuenta casi como un fichaje porque sufrió una grave lesión de rodilla en el inicio de la Euroliga y no regresó en toda la temporada. Además, la gran noticia es la continuidad de Tarik Biberovic, el alero turco de origen bosnio (24 años) que ha rechazado una oferta de Memphis Grizzlies y ha renovado hasta 2028 con un Fenerbahçe que espera otro salto importante de un jugador que viene de promediar en Europa más de 10 puntos y 3 rebotes por partido.

Además, tampoco seguirá Dyshawn Pierre y se está a la espera de saber qué pasa con Khem Birch y Sertac Sanli, que acaban contrato. Así que el Fenerbahçe tiene pocas novedades y todavía ningún movimiento de verdadero impacto a pesar de que ha estado en rumores muy importantes: fue el primer equipo que se posicionó para fichar a Vasilije Micic pero también el primero que abandonó un caso que acabó en culebrón. También se le ha relacionado con Filip Petrusev, pero el serbio ha firmado finalmente con el ambicioso Dubai BC y, en otro revés para la planificación de su juego interior, tenía casi cerrado el fichaje de Chimezie Metu pero este se ha ido al traste, al menos por ahora, cuando el jugador ya estaba en Estambul.

Metu, que se rompió el tendón de Aquiles en marzo cuando estaba a un gran nivel en su primera temporada en el Barça, espera regresar a las pistas antes de Fin de Año. El Fenerbahçe parecía dispuesto a apostar por él y esperar a que se recuperara, pero el fichaje se ha torcido. No por las revisiones médicas, que en principio se completaron sin problema, sino por las diferencias en cuanto a las garantías y duración del contrato. Así que el campeón de Europa sigue a la espera, con un equipo que ahora parece peor que el año pasado y cada vez más pendiente, seguramente, de los descartes de la NBA como última vía. Necesita al menos un pívot de primer nivel y un alero que intente llenar el enorme hueco que deja Hayes-Davis, uno de los tres mejores jugadores de la Euroliga en las dos últimas temporadas.

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