Drama en Milán

El Milán se encuentra en barrena y la temporada acaba de empezar. Bajo el mando de Ettore Messina ha sabido revertir situaciones parecidas en los últimos años, sólo parecidas, difícilmente equiparables a la que vive este año. Tiempo tiene. Si le dejan. Giorgio Armani ha mantenido la confianza casi intacta desde que le reclutó de los Spurs para que volviera a Europa, pero empieza a ser insostenible en lo que a Euroliga respecta. El colmo es quedarse, aunque únicamente se cuentan cuatro jornadas, como colista y habiendo perdido ante el Zalgiris de forma en la que la crítica es un menester no evitable.

Con esta derrota en el Unipol Forum, un 82-85 que escuece como pocos, se sitúan en la penúltima posición de la clasificación, con 1-3. El dudoso honor lo podría compartir con la Virtus, que sólo ha estado en tres citas (la próxima será este viernes en Mónaco). No fue una caída cualquiera, de ahí que la situación se haga harto complicada por no decir insostenible: vencían por 27 puntos, 64-37 en el minuto 25, y acabaron por debajo. Desde que hay seguimiento jugada a jugada en la Euroliga, 2007, ésta es la segunda remontada más abultada del cuarto de siglo que cumplen esta temporada; se mantiene primera la que consiguió el Trefl Sopot (ahora renombrado como Arka Gdynia) en Siena durante la 2012/13 sólo por un punto, 28. El Zalgiris, a lo suyo: tres alegrías de cuarto posibles. Para el Olimpia la cara se desdibuja, se aja por momentos: ha finalizado 12º, la misma posición, en las últimas dos campañas, algo que para gozar de uno de los presupuestos más voluminosos de la Euroliga es catastrófico. El espectáculo ofrecido este jueves, algo que no ha rehuido el principal señalado, es digno de estudio y reflexión.

El Milán no funciona en este impulso inicial de la campaña, de nuevo con piezas de calidad que llegaron en verano para reforzar el equipo. A Messina le han llegado veteranos forjados como Causeur, frescos y en racha como Dimitrijevic, americanos por experimentar como Brooks y de regreso como LeDay. Ni con ésas. El único punto que lograron subir al casillero de victorias fue contra el París, que debuta este año en la competición de más alto nivel e incluso se lo puso complicado a los de Lombardía. En un pabellón poblado por lituanos se acobardaron en los momentos en los que eso no puede ocurrir.

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Mirotic estaba mejor que en las anteriores competencias, Bolmaro estaba sacando la cabeza por primera vez desde que llegó. Los dos, que se conocían de los tiempos del Barça, hacían buen tándem. Los dos hicieron buenos números: 17+11, doble-doble, para el hispanomontenegrino, 12 tantos para 15 de valoración aportó el argentino. Nada que sirviera. Ellos habían sido los que con más ahínco habían ayudado a sacar la ventaja de la primera parte. Porque la cascada de puntos que se le vino encima al Zalgiris no fue momentánea, pasajera, desde el segundo cuarto el Olimpia había sacado a pasear la apisonadora. Debió calarse o quedarse sin gasolina. Al llegar a la marca antes reseñada se acabó todo. Dovydas Giedraitis, ex del Estudiantes, coronó otro día lúcido con 21 puntos. Los de Kaunas se fueron comiendo a bocados de gloria la diferencia con su rival, incluso con un final accidentado (Diop, del Olimpia, y Francisco, del Zalgiris, se retiraron lesionados sin poder apoyar los pies) hasta que el castillo local se desmoronó. Cuatro triples en dos minutos como estirón definitivo. Armoni Brooks, decepcionante, fue el que erró el tiro para forzar la prórroga. En el debe de esta velada concreta quedan Causeur o McCormack, que sólo figuran, o un sobreexcitado Stefano Tonut. Queda la vía de la recapacitación.

Ettore Messina invita a la reflexión

Después de semejante desaguisado tocaba ver qué discurso ofrecía Ettore Messina, plenipotenciario en la planificación deportiva del club, ante estos hechos. “Tenemos que ser honestos y disculparnos por esta actuación horrible durante el último cuarto de hora. Lo que hicimos es inaceptable a este nivel”, comenzó en rueda de prensa. “¿Que los últimos 14 minutos han sido una basura? Tenéis todo el derecho a utilizar esa palabra. Hemos sido una broma esta noche. Tenemos que revisar el partido calmadamente, espero que teniendo dignidad y fuerzas para después mirarnos en el espejo. Todos”, confrontó con un periodista. Para el que se pregunte por la situación del ex de Virtus, Real Madrid, Treviso y CSKA, el presidente del club, Leo dell’Orco, le renovó sin miramientos hasta 2026 incluso con los problemas que tiene para enderezar el rumbo. Messina advirtió en el pasado de que Milán sería la última parada de su carrera profesional como entrenador, queda ver hasta dónde llega la cuerda.

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