Deck, el cimiento que necesitaba el Madrid
El alero (30 años y 1,98 metros) demostró en la victoria ante el Olympiacos que está a un alto nivel. Ha superado los 10 puntos en los cuatro partidos del curso.


Gabriel Deck siempre ha sido un cimiento en el juego del Madrid casi desde su llegada en el verano de 2018. En defensa, rocoso; en ataque, con recursos de espaldas al aro y habilidad de cara a él. El lanzamiento exterior es su punto flaco.
El alero (30 años y 1,98 m) es un trabajador silencioso. Serio. Un jugador que cautivó, primero, a Pablo Laso; y, luego, a Chus Mateo. Sergio Scariolo no iba a ser la excepción con un jugador peleado con las lesiones: las tres últimas temporadas se ha perdido 94 partidos, 38 de ellos en la última campaña por una grave lesión en la cadera izquierda.
La lesión, producida en diciembre, le hizo pasar por el quirófano en junio tras estar sin jugar todo mayo por el dolor. No pudo cerrar el curso. Le pasó lo mismo en 2023 y 2024, aunque en esos dos años fue por una rotura del ligamento colateral interno de la rodilla. La izquierda, el primer año; y la derecha, el segundo, ambas por el impacto con el cuerpo de un rival.
Unas penas que el madridismo quiere que olvide para poder ver la mejor versión de Deck, un escenario que el internacional albiceleste parece estar rozando con un gran inicio de temporada. Promedia 12 puntos y 4,8 rebotes para 16 de valoración entre los dos partidos de la Supercopa Endesa y los dos de la Euroliga.
En la victoria de este jueves ante el Olympiacos, en la segunda jornada de la máxima competición continental, alcanzó los 13 tantos y 6 capturas para 17 de valoración en 20:30. Fue el encargado de cerrar el enfrentamiento con un triple que puso el 89-77. Fue fundamental para cortar la sangría en el rebote. “Me siento muy contento y feliz de estar en la cancha”, asegura.
Es el único de la plantilla que ha superado la decena de puntos en todos y cada uno de los encuentros oficiales disputados hasta la fecha. Y no son solo números, sino también impacto directo, como en las semifinales de la Supercopa cuando dos tiros libres suyos dieron el pase a la final. Su valor como stopper defensivo es petróleo para Scariolo ahora que está al comienzo de su proyecto.
“Gaby es un soldado, da igual como esté, porque siempre va a dar el cien por cien y lo vimos de nuevo, que ayer dio un paso adelante. Nos encanta tenerle de vuelta porque es un tío que se deja todo en el campo”, sentenció Walter Tavares antes del duelo por el primer título de la temporada en Málaga ante el Valencia.
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