Camino de ida y vuelta
El Bayern de Múnich recibe este martes al Real Madrid con tres jugadores que la temporada pasada estuvieron en la NBA.
Hace mucho que cayeron los últimos tabús y se convirtió en rutina el tránsito de jugadores, cada vez en más número y en las dos direcciones, entre la NBA y la Euroliga, la segunda mejor competición de clubes del mundo.
Los estadounidenses que no se hacen hueco en la gran Liga de su país viajan a Europa, a veces para ganarse el regreso al otro lado del Atlántico y otras para asentarse en un Viejo Continente cuyos jóvenes también se toman con cada vez menos pompa el salto a Estados Unidos. Si las cosas no funcionan, regresan. También, en su caso, sin cerrarse la puerta a otras oportunidades en la NBA. Esa ida y venida, con los condicionantes que traen los tiempos y plazos de cada mercado, es una nueva realidad que influye a las dos competiciones… pero no de la misma manera: muchas veces, una mariposa bate sus alas en la NBA y provoca un terremoto en la Euroliga.
En esta Euroliga 2022-23 hay diecisiete jugadores que tuvieron minutos en la NBA 2021-22. Tres (Isaac Bonga, Cassius Winston y Freddie Gillespie) están en el Bayern que recibe hoy al Real Madrid, que a su vez cuenta con uno: el francés Petr Cornelie. La lista podría crecer en breve, claro, con todas las miradas puestas en un Facundo Campazzo que resolverá su futuro en los próximos días con el equipo blanco y el Estrella Roja como principales opciones.
El Estrella Roja es, precisamente, un ejemplo claro del efecto que los retornados pueden provocar en sus nuevos equipos: el argentino Luca Vildoza es una de las grandes estrellas (13 puntos, 4,2 asistencias y 12,1 de valoración) en un equipo al que llegó a mediados de octubre y que, con Dusko Ivanovic como revulsivo en el banquillo, ha ganado sus últimos cinco partidos en Euroliga. El Panathinaikos es otro que empezó muy mal y está en racha (cuatro victorias seguidas) en gran parte gracias a Dwyane Bacon. El alero estadounidense lo bordó en el Mónaco la temporada pasada, intentó el regreso a la NBA y, sin opciones con la temporada empezada, volvió a Europa a finales de octubre. Siempre hay mercado para jugadores como él. Promedia con la escuadra de Atenas, sin necesidad de adaptación, 20,3 puntos y 17,3 de valoración en la máxima competición continental.
Bayern
Isaac Bonga es el más significativo de esos ex de la NBA con los que se verá las caras esta tarde el Real Madrid en Múnich. Alemán de origen congoleño, sus padres se afincaron en un país en el que en principio iban a estar en tránsito de camino a Canadá, tiene solo 23 años y ha pasado cuatro intentándolo en Estados Unidos antes de regresar a Europa con un contrato por dos temporadas con el Bayern. Es un jugador de 2,03 pero que maneja la bola, un base/alero que defiende en todas las posiciones y cuyo físico lo convirtió desde muy joven en objetivo de la NBA.
Fue elegido con el número 39 en el Draft de 2018 y debutó el 7 de diciembre de ese año, nada menos que con la camiseta de los Lakers. Después pasó por la Liga de Desarrollo, los Wizards, los Raptors y, harto no de no tener estabilidad y minutos, este verano regresó a Europa. Con toda una vida deportiva por delante, otro salto a la NBA volvería a ser una opción para él si triunfa en Europa. Es la ley de estos tiempos en un baloncesto totalmente global. Por ahora, promedia 6,2 puntos, 4,9 rebotes y 6,4 de valoración.
