Baldwin: “Es muy difícil para los negros norteamericanos triunfar aquí”

El Maccabi cierra una fase regular de la Euroliga muy complicada, marcada por el conflicto bélico en Gaza y la imposibilidad de jugar sus partidos como local en Tel Aviv y ante su público, con un duelo contra un Armani Milán que se juega sus últimas y escasísimas opciones: los de Messina necesitan ganar y que pierdan el Efes y el Partizán. Los macabeos son séptimos sí o sí, no pueden salir de la repesca ni caer más abajo en ese nuevo play in que estrena esta temporada la Euroliga a imagen y semejanza del que ha tenido mucho éxito en la NBA.

El líder del equipo de Oded Kattash ha sido Wade Baldwin IV, el explosivo guard que (con 28 años) está jugando a uno de sus mejores niveles de una carrera que cruzó la NBA y en Europa le ha llevado ya por Olympiacos, Baskonia, Bayern y, ahora, Maccabi, donde juega desde 2022. Esta temporada promedia 17,7 puntos y 4,9 asistencias con 19,7 créditos de valoración.

Después del último partido contra el Baskonia, Baldwin se encaró con uno de los árbitros y recibió una multa de 3.500 euros por “falta de respeto a uno de los integrantes del equipo arbitral”. En una entrevista con la web israelí Sport 5, asegura que su gesto fue el resultado de una frustración que llevaba tiempo acumulándose: “Lo políticamente correcto sería decir que no hay que hacer nunca algo así al acabar un partido, que no hay que comportarse así ni amenazar a nadie. Hay que ser profesional. Tienes que dejar que las jugadas pasen, ver qué pitan los árbitros, respetarlo y continuar. Eso es lo correcto y es lo que habría que hacer. Pero hablaré en nombres de todos los jugadores americanos que están aquí en la Euroliga y viven situaciones injustas durante los partidos y, en general, en este mundillo. Es muy difícil para los norteamericanos negros triunfar aquí”.

El base razona así este llamativo argumento: “Es un negocio duro. Somos muchos los que venimos aquí, y lo hacemos en situaciones muy diferentes. Es importante encajar en una buena situación y hacerlo bien. Sobre lo otro en concreto… es muy difícil ver cómo te arbitran en Europa. Es un estilo de juego muy diferente al que estamos acostumbrados. Yo siento que es muy difícil arbitrarme. Suelo ser más fuerte que mis rivales, me muevo muy rápido y es más difícil tomar decisiones. Lo que pasó en ese partido fue que se desbordó lo que se había acumulado. Pasas por muchas pequeñas cosas, tratas de comunicarte y explicarlo, y no va bien, así que reaccionas. No es racial, solo es muy difícil. Como eres estadounidense, siempre vas a competir con el siguiente jugador que llegue desde la NBA. Yo fui ese NBA que vino a la Euroliga, y llegas con la sensación de que tienes que ser el mejor todo el tiempo. Con los árbitros, vienes de algo muy diferente, hay más manos sobre ti… tienes que adaptar tu cultura y tu mentalidad. Todo. Y es difícil hacerlo permanentemente”.

Además, también asegura que le ha dicho a Mike James que, si sigue en Europa, podría batir el récord de anotación que acaba de establecer en la Euroliga el base del Mónaco: “Entrené con él unas cuantas veces en Portland, así que le llamé para felicitarle y lo primero que le dije fue que si sabía que yo iba a quitarle el récord. Es lo que creo, me da la sensación de que estoy en ello. Estoy haciendo cosas a nivel individual muy remarcables en la Euroliga. Y soy joven, acabo de cumplir 28 años. Si sigo aquí todo lo que me queda de carrera, no sé por qué no iba a poder batir el récord de puntos”.

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