Ataman, el palo y la zanahoria

Ergin Ataman (Estambul, 1966) es uno de los mejores entrenadores en la historia de la Euroliga. El turco suma tres cetros continentales entre el Anadolu Efes (2021 y 2022) y el Panathinaikos (2024) gracias a su conocimiento de la pizarra y de las situaciones. De los momentos de los partidos y de sus claves.

Una gran inteligencia en el banquillo y también una personalidad arrolladora. Sin cortapisas, Ataman nunca ha tenido problemas en celebrar las victorias en feudo rival con los brazos en alto. O salir del parqué con ese mismo gesto cuando le expulsan por ser demasiado explícito en sus quejas. Es su símbolo. Su marca registrada, por decirlo de alguna manera.

Tampoco se corta en rueda de prensa. Los medios son una de sus principales armas para mandar mensajes a sus jugadores. Alabanzas, pero sobre todo críticas. Grupales, como tras la victoria frente al Baskonia en la tercera jornada de la Euroliga: “Estoy muy disgustado con el baloncesto que estamos jugando. Es una situación muy peligrosa la que tenemos ahora”.

Pero también individuales. Juancho Hernangómez las sufrió en su estreno en el Panathinaikos tras aterrizar desde la NBA: “Los jugadores que vuelven a la Euroliga tienen algunos problemas, juegan menos minutos allí y no asumen tantas responsabilidades. En la Euroliga a veces es un problema, no solo para Juancho. Tiene buen carácter y trabaja duro, pero a veces comete algunos errores cruciales durante los partidos. Es un jugador joven y tiene muchas cosas en las que progresar”.

Al canterano del Movistar Estudiantes, es cierto, le costó entrar en la máxima competición continental. Sin embargo, y a pesar de las críticas, Ataman nunca le marginó. Tuvo paciencia y le dio oportunidades, y ahora Hernangómez, con mucho esfuerzo y trabajo, es uno de sus soldados más fieles. Un castillo defensivo y un habilidoso reboteador que es clave en los buenos momentos del PAO y para mitigar los malos.

Una reacción que se espera también de TJ Shorts. El pequeño base firmó con el conjunto ateniense este verano después de deslumbrar con el París en su debut en la Euroliga. MVP de la Champions y la Eurocup, el pequeño diablo completa un perímetro letal, envidiable… pero que le está costando arrancar.

El estadounidense ha pasado de promediar 18,7 puntos a tan solo 7,9 con partidos a cero y por debajo de los 10 minutos sobre la pista. “Por ahora y al 90%, estoy disgustado con el nivel que ha tenido con nosotros. Igual es culpa nuestra, igual es suya… pero la realidad es que no es el rendimiento que esperábamos de él”, dijo Ataman sobre su nuevo pupilo después de la derrota contra el Estrella Roja en Belgrado.

Y tras el palo, la zanahoria. Después de esas declaraciones, Ataman permitió a Shorts disputar su segundo partido con más de 20 minutos (21:20) en París frente a su antiguo equipo. Cerró con 13 puntos, su segunda mejor anotación esta temporada en la Euroliga.

Una cifra que quedaría relegada a la tercera posición dos días después en Madrid porque el base volvió a reinar, como la pasada temporada, en el Movistar Arena. Llegó hasta los 19 tantos y 6 asistencias para 24 de valoración en 32:43. Fueron sus topes en puntos, valoración y minutos este curso. Solo Juancho Hernangómez, su hermano en la crítica, estuvo más en pista.

Un palo y una zanahoria que también da sus frutos colectivos: ahora mismo, el Panathinaikos ha enlazado cuatro victorias y ya está con un balance de 9-4. París, Madrid, Dubái y, este martes, el Partizán han sufrido la reacción del Infierno Verde.

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