Euroliga

Alarma en el Fenerbahçe

Lío para empezar en casa del campeón. Tercera derrota en cuatro partidos del Fenerbahçe de Jasikevicius, que deja a la vista su lógico descontento.

Fenerbahçe - Dubái -
EuroLeague Basketball
Mike Maestre
Nació en Madrid en 1992. Cursó estudios en Periodismo en la Complutense de Madrid. Entró a AS en 2017 y se zambulló en Baloncesto. Y ahí sigue, entre NBA, ACB, LEB, competiciones internacionales... Ha trabajado, además de aquí, en MARCA, NBAmaniacs, EuroSport, la revista Gigantes o las retransmisiones de Euroliga.
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El Dubái asaltó la casa del campeón de la Euroliga en el que es sólo su cuarto partido en dicha competición. Los emiratíes hicieron un esfuerzo sin Dzanan Musa, la estrella en la que pusieron el mayor porcentaje del presupuesto, que se encuentra lesionado unas semanas. Con ello equilibran el balance clasificatorio, dado que hablamos de su segundo triunfo después del inaugural frente al Partizán, con dos derrotas por otro lado. Un trabajo loable de los de Golemac en el hogar no sólo de uno de los favoritos al título sino del que lo defiende.

Pero realmente la noticia está en el contrincante. Los turcos se ponen con 1-4 en la tabla. Vienen de cambios veraniegos, las salidas de Hayes a Phoenix y Guduric a Milán les han hecho pupa, se han llenado de talento de la NBA sin experiencia internacional, las piezas no encajan y el tiempo apremia. Un 21% en triples o las 15 pérdidas cometidas, algunas de las razones para el descalabro de este martes. A pesar de la mencionada baja de Musa y la falta de cohesión que también destilan en Dubái, victoria visitante y con enorme suficiencia. 69-93. Quizá eso es lo peor de todo, una imagen a la que se puede aplicar escaso maquillaje.

El Fenerbahçe venía de un latigazo del Zalgiris, el club con el que más se identifica Saras, y las dudas sobrevuelan el equipo a cada paso que éste da. Se queja el lituano de los problemas de lesiones que atraviesan: Zagars y Wilbekin acaban de empezar el curso y no tienen rodaje suficiente; para este encuentro había tres jugadores fuera, no otros que Boston, Bacot y Horton-Tucker. Ese talento con pasado americano que esperan que les dé un plus. De momento las certezas pasan a un segundo plano, el primero lo inundan las dudas.

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El inicio de duelo, en el que un pequeño runrún acompañaba algunas jugadas, dejó paso a un correctivo de alta dimensión. 11-21 de parcial en el segundo cuarto y malas vibraciones a partir de ahí. Kabengele, aquel jugador al que quiso el Madrid el pasado invierno, lideró con 26 puntos y 7 rebotes. En el último tramo del partido Bacon, autor de 21 al final, deleitó con incursiones positivas en ataque. Les acompañaron los 13 puntos, cada uno, de Prepelic y Bertans. La desidia acompañó al Fener según avanzaron los minutos, una muy mala señal del momento en el que se hallan.

Terrible es la palabra

Jasikevicius no quiso hacer mucho daño con sus declaraciones esta vez, a sabiendas de que el equipo puede necesitar algún retoque más y debe recuperar a jugadores que no están en el tono físico adecuado. En una Euroliga tan volátil, al menos en la fase regular, por el exigente calendario, y con los cambios del verano, así lo prefirió. “Pido disculpas a la afición. Como campeones, defensores del título, y jugando en casa, ésta no era la imagen que queríamos dar. Y claro que tenemos nuestros problemas, pero el panorama general es realmente terrible”, expresó en televisión. Sí quiso remarcar un aspecto, reprochándole un aspecto a la afición que se daba cita en el Ulker Sports Hall. “Sí pido a nuestros aficionados que dejen de gritar durante los partidos que la Euroliga es una mafia. No está bien que se escuche este cántico cuando somos los actuales campeones del torneo. Cuando jugamos bien el año pasado y ganamos, ninguna mafia estaba contra nosotros”, acertó a añadir.

Y eso que...

En el anterior duelo, el Zalgiris-Fenerbahçe, Saras sí había sido duro con sus jugadores. Para todo un campeón de la Euroliga no suena bien aquella frase que pronunció tras perder: "Parece que no sabemos ni dónde tenemos la mano derecha ni cuál es la izquierda". Formas de motivar a jugadores nuevos y no tan nuevos. El equipo de Estambul está en problemas.

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