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EUROCUP | PARÍS-JOVENTUT

Un relámpago en la ciudad de la luz

El Joventut visita al París Basketball, el equipo que domina con puño de hierro la Eurocup. La capital francesa sueña con la Euroliga la temporada que viene.

TJ Shorts celebra una canasta con el París Basketball en el partido de Eurocup ante el Besiktas.
París Basketball

El Joventut lleva siete victorias seguidas en la Eurocup. Después de un inicio titubeante, la buena racha de resultados le ha asegurado una plaza en octavos de final a falta de tres jornadas para acabar la fase de grupos. E incluso les ha puesto a tiro de alcanzar la segunda posición del grupo A (están a uno triunfo), la última que les daría acceso directo a cuartos. El liderato es otro cantar. A la Penya le toca esta tarde, a las 20:30, visitar al equipo más intratable en competición europea. No es el Real Madrid de Chus Mateo en la Euroliga, ni el todopoderoso Fenerbahçe de la Euroliga femenina. Se trata del París Basketball, un relámpago que está abrasando a sus rivales en la segunda competición continental.

El equipo parisino marcha primero con 14 victorias y sólo 1 derrota. Con un juego rápido, a muchas posesiones, buscando siempre que se puede la canasta rival, el París está maravillando a propios y extraños. Un club que hace menos de seis años ni siquiera existía. Lo montó el ejecutivo norteamericano David Kahn, actual jefe de operaciones de los Minnesota Timberwolves, quienes precisamente lideran la conferencia Oeste de la NBA en su mejor momento deportivo de los últimos 20 años. Kahn, recordado muchas veces por elegir en el draft de 2009 a dos bases, Ricky Rubio con el número 5 y Jonny Flynn con el 6, mientras dejaba escapar a Stephen Curry, tenía una idea muy clara: jugar la Euroliga en 2022. Ese sueño no se ha cumplido, pero si siguen jugando como hasta ahora todo apunta a que en unos meses se hará realidad.

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El campeón de la Eurocup tienn el premio de ganar una plaza para la Euroliga de la temporada siguiente; el finalista dependerá de si el AS Mónaco acaba entre los ocho mejores. Y, a diferencia de lo que ocurrió el pasado verano con el campeón, el Gran Canaria, que renunció a jugar la máxima competición continental por razones económicas (le ofrecieron al otro finalista, el Turk Telekom, la plaza de Euroliga pero también la rechazó), no parece que el dinero vaya a ser un problema en la capital francesa. De momento, están haciendo su trabajo en la pista. Con un nuevo entrenador al mando, el finés Tuomas Iisalo, quien se proclamó campeón de la Champions League la pasada campaña con el Telekom Basket Bonn, el París juega con una exuberancia ofensiva que deja sin aliento a los rivales. Promedia la increíble cifra de 99 puntos por partido con el segundo mejor porcentaje en tiros de campo y el mejor en tiros de dos. También son terceros en rebotes, cuartos en robos y quintos en tapones. Y la diferencia media por la que han ganado sus 14 partidos es de +19. Por comparar, la del Madrid en Euroliga es de +9,6.

La gran estrella del equipo, que también llegó este verano del Bonn alemán, es TJ Shorts. Un base de apenas 1,75, al que toda su vida dijeron que la altura le impediría llegar a jugar al baloncesto al máximo nivel y que en la encuesta de mitad de temporada a los veinte general managers de los equipos de Eurocup aparece como máximo favorito para llevarse el MVP de la temporada. Short es tercero en anotación (17,9), primero en asistencias (7,5), quinto en robos (2) y segundo en valoración (22,3). Un pequeño demonio al que escolta una de las revelaciones de la temporada, el base-escolta franco-argelino Nadir Hifi, que con apenas 21 años está explotando y ya es el quinto máximo anotador de la competición (17,1) y el segundo máximo triplista (2,8).

De momento la única cuenta pendiente que tienen es la de llamar la atención de los parisinos. En los ocho partidos que han disputado como local, en el Halle Georges Carpentier con capacidad para 5.000 espectadores, la media de asistencia ha sido de 1.685, un 33,7% del aforo total. La temporada que viene tendrán nueva casa: el Adidas Arena en el barrio de La Chapelle. Su construcción se está finalizando para los Juegos Olímpicos (acogerá el bádminton y la gimnasia rítmica) y hasta 8.000 personas podrán ver los partidos del París Basketball. Quién sabe si en la Euroliga, el empujón definitivo para que el baloncesto brille con luz propia en la ciudad de la luz.

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