Feliz paseo del Granca: cómoda victoria para llegar al liderato

El Gran Canaria continúa sacando a pasear su mazo europeo. Esta noche, ante el Buducnost de Alen Omic, ex pívot amarillo, consiguió su novena victoria continental de la temporada (82-71) para tomar de nuevo la mejor de las posiciones de su grupo aunque empatado su balance, 9-2, con el Bahcesehir, al que ya derrotó en la Isla: 66-63.

La hueste insular vivió una noche de los más plácida durante este miércoles. La última desventaja que tuvo en el partido fue el prehistórico 5-6. Desde entonces se dedicó a martirizar al Buducnost hasta llegar a un punto álgido en el tercer cuarto, donde llegó a ganar por 25 puntos de diferencia. El equipo de Lakovic continúa haciéndose fuerte para repetir el sueño de ganar la Eurocup, inolvidable gesta de hace dos temporadas.

Salvo la habitual caridad de los minutos iniciales, en absoluto tuvo problemas el Gran Canaria para gobernar el partido prácticamente desde el salto inicial. Primero, sendos triples de Thomasson y Shurna cercenaron sobre la marcha, 8-6, las primeras ventajas del Buducnost. Después, otros dos firmados por Homesley y Pelos disparaban 19-9 a los locales, que vivieron una noche europea de lo más cómoda.

El conato de relajación de la hueste insular que se produjo al alba del segundo cuarto fue obviamente aprovechado por el equipo de Andrej Zakelj, que arrancó con un 0-7 de parcial coronado por McKinley para, con el consiguiente 21-16, darle algo de mojo picón a un partido que se prometía vencido mucho antes de tiempo. Pelos seguía peinando la zona rival, y con cuatro puntos consecutivos le dio algo de aire al Granca antes de que un mate al contraataque de Morgna, que además trajo consigo un inquietante 27-21, obligase a Jaka Lakovic a pedir tiempo muerto.

Espabiló y de qué manera la formación local. Primero Homesley enchufó desde el extrarradio, después Diop impuso su hercúlea anatomía bajo el aro rival y, para colmo de males balcánicos, la secuencia se coronó con el segundo triple de Shurna para elevar un clarificador 37-21 al cielo del Gran Canaria Arena, renta que aumentó, por poco, antes de un descanso al que se llegó 43-25.

No necesito la armada de Lakovic nada del otro mundo para controlar el duelo en el segundo tiempo, acaso 20 minutos obligatorios y de puro trámite en los que la remontada no fue ni siquiera una quimera. De hecho, tres triples, uno detrás de otro, el fun, fun, fun de Nochebuena por adelantado en versión baloncesto, enchufados por Homesley, Shurna y Salvó, reventaron definitivamente el duelo con ese imposible 55-30, la máxima diferencia de todo el duelo.

Solo Ferrerl parecía dar la cara por parte del Buducnost, y un tímido arreón suyo permitió a su equipo adecentar su deficiente imagen cuando ya se habían consumido tres cuartos. Aquel 67-51 con el que se bajó el telón del último periodo fue suficiente para que el Gran Canaria se dedicara a manejar una ventaja que tampoco es que su rival pusiera nunca en peligro ni siquiera con aquel 73-63 firmado por Magee.

De esta manera tan cómoda consiguieron los esta noche locales alicatar la novena victoria europea del curso, guarismo estupendo tras 11 partidos disputados, y de paso retomar el liderato del Grupo A de la Eurocup aunque empatado a victorias con el Bahcesehir College Istanbul, que claudicó 89-82 en su visita al Besiktas.

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