El Granca se divierte para cerrar su maravillosa primera fase

Gustándose mucho y un poco más. Así cerró el Gran Canaria su estupenda primera fase de le Eurocup, indiscutible líder de un Grupo B que dominó con puño de hierro y baloncesto de muchos quilates. Hoy, además, tampoco tuvo que sudar en exceso para deshacerse del Towers Hamburgo, demasiado endeble (86-73).

Tener a Brussino en su plantilla es una garantía de éxito para el Granca cuando el argentino está enchufado, que es algo que, para suerte insular, ocurre casi siempre. Siete puntos consecutivos del alero internacional argentino le dieron a su equipo sus primeras ventajas, 8-7, torrente ofensivo el suyo apenas respondido por Ziga Samar, con pasado reciente en Fuenlabrada. Así, el exterior esloveno, con siete puntos de varios colores en el inicio del primer cuarto para el 12-10, impedía que el Granca se sintiera cómodo. Sin embargo, los locales dieron un pequeño estirón al final de este acto y, con sendos triples de Bassas y Slaugther, empezaban ya a marcar una distancia notable con el equipo alemán: 22-13.

Parecía que nada cambiaría al alba del segundo cuarto, que se inició con otros dos triples, en este caso del propio Samar y Slaugther. Probablemente confiado, con el primer puesto del grupo atado, se desinfló el Gran Canaria, que sin apenas darse cuenta encajó un parcial de 0-12, coronado por el activo Polite, que le tuvo de nuevo por debajo en el marcador: 27-30.

Al rescate del equipo amarillo acudió, cómo no, Nico Brussino. Así, el 9 de los locales, 13 puntos al descanso, enchufó dos veces consecutivas desde más allá del 6,75 para darle algo del aire el Gran Canaria, que se marchó al receso ganando por un inquietante 41-33. El duelo del argentino con Samar estaba siendo precioso: si el primero de ellos firmó esos 13 puntos más dos asistencias al descanso, el ex de Fuenabrada registrad un 12+3.

El partido se terminó de romper, ya sin vuelta atrás, al principio del tercer cuarto, rendido el equipo alemán. Siete puntos del tirón de Benita disparaban al Gran Canaria, 56-47, ante un Hamburgo en el que solo Samar daba la cara (triple para el 58-50, el tercero de su cuenta, 17 puntos entonces). No fue sino un espejismo, pues los locales, sin demasiadas alharacas, pegaron un pequeño estirón que les valió para reventar el partido cuando sonó la bocina del final del tercer cuarto. Así, ese 69-53 enfilaba al Granca hacia su 15ª victoria, en 18 partidos, de esta primera fase de la Eurocup. Una barbaridad.

Apenas había historia que contar en último periodo totalmente anecdótico. De haber algo, serían las prisas por saber de cuánto ganaría el equipo de Lakovic, rendido por completo el triste Hamburgo, que finalmente acabó siendo de 13 puntos, un 86-73 que, si los insulares se ponen de verdad, hubiera sido bastante mayor. Así, con este partido de entrenamiento, cerró el Gran Canaria su imperial trayectoria en esta primera fase de la Eurocup. Se asegura, además, el factor cancha hasta en la final. Pero esa será otra historia, acaso lejana. Quizás no tanto. En cualquier caso, antes le toca medirse al Bursaspor en los octavos de final.