El Tenerife desnuda al Unicaja y sigue imparable
Sinfonía canaria, de dulce en este inicio de curso e invicto (4-0). El Unicaja, condicionado por las bajas, pero tiene Ibon trabajo por delante.
Continúa intratable La Laguna Tenerife, una máquina perfecta de jugar al baloncesto. Con el 4-0 al bolsillo, el conjunto canario ofreció una nueva sinfonía, y en una velada de prestigio como pasar por encima del Unicaja (95-79), aunque está en otra película el equipo malagueño, atravesando un periodo de construcción que será complejo, y ofreciendo síntomas como tal en el Santiago Martín. No es una noticia en el caso del Tenerife esta velocidad, jurando lealtad una temporada más a su bloque veterano (el reto de que no pase factura en junio). Se nutrirá en estas primeras semanas, mientras otros proyectos se van ensamblando, y de momento duerme líder, a la espera de qué depare en el Valencia Basket-Joventut, ambos invictos, de este domingo (18:00 horas). Anecdótico a estas alturas, pero no el pellizco al average de cara a esa pelea feroz por la Copa del Rey.
Al compás del Huertas-Shermadini (para variar), la génesis del juego canario: 19-6 del brasileño, con 15 puntos y 8 rebotes para su colega georgiano. Son buenos indicios para Tenerife que esa conexión fluya, pero es que tiene más aristas La Laguna Tenerife: ese uso exquisito de las esquinas ha incorporado a un jugador élite como el frío Rokas Giedraitis; a Jaime Fernández le vuelve a fluir el baloncesto tras temporadas de problemas físicos (grave lesión de rodilla), algo que seguro agradece Chus Mateo; la eficiencia de Fran Guerra (9 puntos y 11 de valoración). Y la limpieza de su baloncesto, a su manera pese a las tendencias actuales, porque Tenerife es de los pocos que exprime el cinco por cinco, aunque con algo más de rock and roll (segundo mejor ataque de la ACB con más de 98 puntos). Se quedó esta vez en 95, y con un partido que ya estaba roto en el último cuarto.
El Unicaja llegaba mermado a Tenerife: sin Djedovic, Sulejmanovic y un Killian Tillie que no jugó por un golpe en la rodilla. Negado el dominicano Chris Duarte (1/9 en tiros) y Xavier Castañeda, el generador que ha sustituido a Tyson Carter, se le queda grande un escenario como Tenerife, al menos de momentos. Muy difícil punto de partida, y el equipo malagueño fue a remolque siempre. Flashes potentes de Balcerowski para sostener al principio (24-20 tras el primer cuarto), pero Tenerife encontró un buen suelo, así como jugadores, para tener el partido bien sujeto al descanso (47-36). Dos velocidades distintas (de proyecto) y un poso que ahora mismo no tiene el Unicaja para mirarle la cara a un coloso como el canario, acentuado por la fecha y esa lista de bajas de los de Ibon.
Como una moto Tenerife al arrancar la segunda parte con un 8-0 de parcial, que replicó el Unicaja con un 0-9 (55-45) y ya rompieron los de Vidorreta, apelando a su núcleo duro y a Thomas Scrubb (10 puntos) que da aún más poso. 75-55 al final del tercero y a placer, y encima el Unicaja perdía a David Kravish por una avería que parece importante de tobillo. No es el principal problema de Ibon, pero se asumía en Málaga ese proceso que será despacio. El gen ganador permanece, pero toca rearmarse. Tenerife lo desnudó y manifestó esas carencias.
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