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Finalizado

BCL | TOP-16 | 2ª JORNADA

El Murcia se desmelena ante un Bilbao Basket en caída libre

El UCAM bordeó la treintena de ventaja, pero al final dejó con cierta vida al equipo de Ponsarnau. Suman 14 victorias seguidas en casa en Europa.

El Murcia se desmelena ante un Bilbao Basket en caída libre
Marcial GuillénEFE

El Murcia dio una buena paliza a un Bilbao Basket que pide a gritos un receso. Su temporada le ha obligado a poner muchas energías en el parqué en otoño y anda con la lengua fuera en este crudo enero. Partido a partido se va desplomando y ya va por el subsuelo. Todo han sido derrotas últimamente, quitando un triunfo precisamente ante los pimentoneros y otro ante el flojo Darussafaka en la Champions. Lo del Palacio de los Deportes se cataloga como desastre, y como soplo de aire fresco para los universitarios, dolidos por ese tropiezo en Miribilla hace poco, dentro del territorio ACB, por 18 puntos, con la polémica por lo de “pesetero” a Sito Alonso. Jugaron el domingo ante el Baskonia y podía pensarse que estarían más fatigados, pero su agresividad y ambición los llevaron hacia una velada muy cómoda, aplastaron al rival de principio a fin.

Lo mejor que les ha podido ocurrir a los ‘hombres de negro’ es perder solo por 18, un guarismo muy familiar este año con los granas, ya que estuvieron a 29 puntos de distancia y la noche amenazaba con una ruina aún mayor. Física y anímicamente no se puede mover uno con peor aspecto sobre la madera que este Surne. Casi todos están en un agujero sin escalera para salir a flote. Pero el Murcia les dejó con vida, la verdad, porque podía haberles descuartizado. Si Tenerife va a ser líder de este Grupo L, porque tiene todas las papeletas, el UCAM ha tomado hoy cierta ventaja en esa pelea por la segunda plaza.

RESUMEN

90 - UCAM Murcia Club Baloncesto (20+28+26+16): Trice (11), Jelínek (11), Rojas (0), Luther (6) y Diop (10) -cinco inicial-, Bellas (0), Radovic (6), McFadden (17), Pustovyi (23), Sakho (0), Anderson (4) y Andronikashvili (2).   
       
72 - Surne Bilbao Basket (13+16+18+25): Hakanson (6), Rabaseda (11), Smith (8), Andersson (8) y Withey (13) -cinco inicial-, Radicevic (3), Reyes (0), Francis Alonso (11), Kyser (8), Sulejmanovic (4) y Rosa (0). 

Árbitros: Manuel Mazzoni, de Italia; Andris Aunkrogers, de Letonia; y Carsten Straube, de Alemania. Eliminaron por cinco faltas al local Pustovyi (m.35). 
          
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la segunda fase en la Liga de Campeones FIBA dentro del grupo L disputado en el Palacio de los Deportes de Murcia ante unos 4.000 espectadores.

El Murcia estaba ante una ‘final’, ya que en liguillas de este tipo resulta fundamental empezar bien, algo que no logró en Canarias, y sobre todo, conceder lo mínimo posible en casa. Y en su feudo llevaban 13 victorias seguidas en Europa hasta ahora contando varias ediciones, así que su hogar se puede tildar de absoluto fortín. El Bilbao Basket trató de aguantar el chaparrón al comienzo, pero era una pose de cartón piedra, perdió las pocas piernas que le quedan en ese intento. Sulejmanovic y Rabaseda cometieron pronto dos faltas y dejaron la defensa muy desnuda para lo que iba a venir en el primer tiempo. Rojas desactivó a un Hakanson que últimamente no ve aro en los primeros tiempos porque los rivales saben que, desactivando su flujo anotador, el Surne se queda escuálido. Y, claro, Radicevic está en una baja forma alarmante. Preocupa que una pieza tan importante, entre lesiones y bloqueo anímico, se va a pasar un año de lo más deficiente. Lo extraño es que Ponsarnau no conceda más oportunidades a Ubal, el mayor descaro y físico que tiene ahora mismo en sus filas. La contundencia, el físico, el juego, el acierto y la ambición están escondidos en algún trastero de Miribilla, vaya por Dios.

Frente a las lagunas ofensivas, McFadden se sacó unos triplazos de esos característicos de cuando era un chaval, medio cayéndose, lejanísimos y con el defensor encima. Acabó por romper la incertidumbre. Con todo, el choque se decidió en la ‘pintura’, con Pustovyi disfrazado de Tavares para ridiculizar a Withey y Kyser. El ucraniano está siendo muy discutido y pudo reivindicarse. Un 11-0 lanzó a los locales hasta el 53-29. Mates, tapones, ganchos, ‘alley-oops’... el UCAM se movía a placer por la zona, se paseaba ante un adversario sin argumentos, que mostraba una imagen lamentable, impropia de un conjunto que era el orgullo de toda una ciudad hasta hace poco. Aunque el menos pudieron maquillar un poco la debacle y ganaron el último acto: 16-25.

Las señas de identidad defensivas que le llevaron a pelear por un billete copero al cuadro vizcaíno han desaparecido y en ataque nadie ve aro con cierta frecuencia. Esas mentes están agobiadas, van como con una bola de preso por la pista, una mutación absoluta. Toca buscar alternativas en el mercado, especialmente un ‘cinco’, y esperar que el lesionado Goudelock ejerza pronto de ‘fichaje’ que saque de esta agonía. Desde el tropiezo en Girona, se ha pinchado el globo. El descalabro aumenta día a día y los jugadores piden a gritos el descanso de la Copa. Cada crónica plasma un deceso partido tras partido. Menos mal que tienen una cosecha maravillosa, que si no habría que ir pensando por Miribilla en escapar del infierno del descenso. Encima, para más desgracia de esta plantilla, la comparación con lo que hacían en noviembre les deja aún más a los pies de los caballos. Ahora que se pide un esfuerzo a los accionistas con una nueva ampliación de capital, habrá que demostrar que esto no se va a dejar morir. Honor y gloria a aquel grupo, inquietud con éste.