El Joventut recupera parte de su grandeza

El Joventut ha empezado el año intratable, es un ciclón imitando a su versión más gloriosa, la de los títulos. Este aire retro, de nostalgia, lo encabeza Ricky, del que vuelve a gozar el Olímpic. Todo es disfrute en esta casa. Su alianza con Tomic es gloria bendita. Llevan pleno, cinco de cinco entre ACB y Europa. Cuando entran en ebullición nadie se les resiste, mucha identidad y poca especulación, van a pecho descubierto desde el salto inicial. Y en el otro bando... Las derrotas en ocasiones dicen muchas cosas de los equipos. Y esta deja en muy mal lugar al Bilbao Basket, que prolongó el bochorno del tramo final ante el Peristeri con un primer cuarto bochornoso, sin canastas en juego, un 31-6 en el que solo vio aro desde el tiro libre. Ante Burgos por poco se complica un choque que estaba resuelto y después de eso la preocupación se ha acentuado. Fue el quinto peor cuarto de la historia, tras los 4 puntos ante el Zaragoza en 2014, 4 ante el Joventut en 2018, 5 ante el Manresa en 2007 y 5 ante Zaragoza en 2022.

Mucho se está hablando en la capital vizcaína de los 10 meses que llevan sin ganar fuera; pues dando esta imagen van a pasar como diez años hasta que haya un zarpazo en la distancia. Han sido dolorosas las remontadas en contra que ha sufrido el equipo estos últimos cursos, y lo de hoy dejaba bien claro que no se daba pie a ningún tipo de voltereta. El proyecto se resquebraja porque encima se ha lesionado Jaworski, en un contraataque, un problema muy feo en una rodilla. Ahora que hay algo más de dinero se echa en falta el orgullo y el baloncesto, antiguas virtudes.

La Penya pasaportó el choque en cinco minutos. Salió Ricky, al que hasta los colegiados admiran y castigan cualquier soplido de un rival sobre su figura, y revolucionó el cotarro. Con las 9 asistencias que ha repartido este domingo se convierte en el noveno mejor pasador del club en Liga Endesa (acumula 422), dejando atrás a Sergi Vidal(416). No empezaban con tres triunfos seguidos desde 2009. Los de Miret repartieron 30 asistencias, su nuevo récord en Liga Endesa. Hasta ahora, su tope estaba en 28, conseguidas en tres ocasiones; la última, hace 17 años, ante el Granada.

La puesta en escena del Bilbao Basket fue para pensar en toques de atención serios. Sin actitud, cero química y con la defensa mirando a Cuenca, fueron pan comido para un rival mucho más entonado, aplicado en ambos lados del aro y agradeciendo tantas facilidades. El más-menos de los bilbaínos era para recoger los bártulos y volverse a casa: -135 llegaron a acumular. O lo meten en el almacén del nunca jamás o tendremos crisis seria.

Los verdinegros tenían tiros sencillos, se adornaban con manejo de balón de Ricky por la espalda, pases al primer toque de Tomic y diabluras en general de un equipo en silla masajeador. El primer cuarto acabó con 31-6, la anotación visitante solo se vio desde la línea de libres. Llevaban un 0/12 en dobles y 0/5 en triples. Sonaban las alarmas, nadie se salvaba de la quema. Ese +25 iguala la máxima diferencia conseguida por el club de Badalona en cualquier cuarto de un partido de Liga Endesa. Hasta ahora solo lo había logrado una vez: en 2001 contra el Lucentum Alicante (34-9, tercer acto).

Dekker se sumó al frenesí anotador. A Kraag le costó entonarse, pero lo logró. Y Birgander también campaba a sus anchas. Nadie podía con Tomic en el poste bajo, pocas veces se ha visto tan cómodo moviéndose de espaldas en su eterno poste bajo. Petrasek logró la primera canasta bilbaína en juego, casi con once minutos transcurridos. No había por dónde cogerlo, nadie se ofrecía a liderar un pequeño amago de dignidad. Sin un mínimo de concentración, lo normal es que salgas trasquilado en este tipo de peleas. Cuando al fin parecía el Bilbao Basket sacar a cabeza del sótano, con algo de inspiración y un 1-10, paraba el partido Miret. En el tramo final de primera mitad los bilbaínos mejoraron algo y un triple muy lejano de Normantas puso un 49-35 al descanso que dejaba el pulso con mínimas opciones de remontada tras su terrible inicio. Puro espejismo.

Hilliard también naufragaba, no apareció hasta después del descanso. Ponsarnau fue castigado con técnica tras protestar con razón una falta en un salto completamente vertical de uno de sus chicos. Hunt también se sacó de la chistera buenas canastas en el recital badalonés, fue otro dolor de cabeza. Los verdinegros se dispararon para dejar todo visto para sentencia a falta de aún 12 minutos para acabar (70-44, min. 28). El partido no tenía más interés que el de ver la exhibición verdinegra, comprobar si batirían la mayor paliza al Bilbao en ACB (un 47 que permaneció a salvo) y ver el debut con la camiseta de la Penya de Mauri, que se estrenó en ACB el año pasado con el Lleida y en esta ocasión pudo anotar con descaro un triple, a pase de Ricky, o e hizo enloquecer al Olímpic. Para cerrar la funesta matinal, en el tramo final se torció una rodilla Jaworski en una entrada a canasta solo tras un contraataque y pinta mal. Font se comió el marrón durante 9 minutos. El Bilbao se va al rincón de pensar. Inadmisible salir así en una pista en al que arrancan en sexta marcha. Nadie quiso entender o no les supieron hacer entender la intensidad que requería una cita como esta.

Miret: “Cuando tenemos acierto, el equipo rival sufre muchísimo”

Dani Miret ha remarcado que “cuando el equipo tiene acierto, el rival sufre muchísimo”. Se ha mostrado muy contento por la identidad que muestra el equipo. “Somos nosotros los que vamos a por todas desde un inicio. No esperamos a lo que haga o deje de hacer el rival para hacer unas cosas u otras”, ha dicho.

“Tenemos jugadores que saben defender muy bien, y es un apartado en el que realmente estamos de manera muy positiva. Yo no fiché a Hakanson con la etiqueta de defensor, y me está defendiendo muy bien, por ejemplo”, ha añadido.

Por último, Miret ha hablado del calendario próximo. “Ahora tenemos dos partidos de máxima complejidad ante el Bursaspor y el Valencia, por lo que será difícil repetir lo de las últimas semanas. Pero repito, debemos ser nosotros con nuestra identidad”, ha finalizado.

Ponsarnau: “Me marcho con la sensación de enfado”

Ponsarnau remarcado que el equipo “no ha entendido la dureza que requería este partido en Badalona”, en la contundente derrota. El entrenador de Tàrrega se ha mostrado muy crítico tras la derrota. “Estamos jugando la ACB y el Joventut nos ha marcado el nivel que hay. No podemos salir a jugar así. Nos ha faltado dureza y concentración”, ha dicho.

“Ellos han tenido buenos tiros y los han metido, pero en defensa también han estado mucho más metidos. Me marcho de Badalona con la sensación de enfado”, ha añadido. Por último, Ponsarnau ha hablado sobre qué se le dice al equipo tras un partido así. “Lo primero que tenemos que hacer es identificar nuestros errores, y a partir de aquí seguir entrenando”, ha finalizado.

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