El Bilbao Basket pasa a cuartos de final y tiene el liderato en su mano
El equipo de Ponsarnau tuvo que remontar 12 puntos de desventaja ante el Oporto y de nuevo se alió con la agonía. El Legia de Varsovia, posible rival.
El Bilbao Basket certificó su pase a la siguiente ronda en la FIBA Europe Cup en otra de esas veladas agónicas que últimamente tanto parecen divertirle. Lo suyo es jugar con fuego y esta vez el incendio le pudo costar caro, tanto como arruinar una buena travesía por el Viejo Continente en este torneo que explora por vez primera. Ahora debe dilucidar si quiere ser primero en el trámite ante el débil Balkan búlgaro el miércoles de la semana próxima en Miribilla. Le costó un mundo derrotar al Oporto, más incluso que en la ida, a un equipo con varios jugones que Ponsarnau acertó a calificar de ‘Euroligas’. Como Barber, apodado Cat, es lo que lleva grabado en la parte de atrás de su camiseta, el Gato, un jugador que cuando maúlla pone firme al personal. Enorme capacidad para anotar en el uno contra uno. Se metió entre pecho y espalda los 45 minutos, pero falló un tiro libre clave en el suplemento, con 88-85, a 9 segundos para cerrar un debate interminable. Se quedaron sin físico porque cuentan con pocos para actuar en los partidos. El que sí abrochó el choque fue en la otra línea fatídica Hornsby, a 7 segundos del cierre. Previamente, a 17′' del final, Andersson puso una palanca para relanzar hacia el 4-1 en el grupo con una acción en la que no acertó con un tiro de dos que se quedó corto y, tras rebote ofensivo, un triple bien encaminado acto seguido. Remontándonos más atrás. instantes antes Harrison, con empate a 85, se precipitó en un disparo lejano y todo quedó casi visto para sentencia.
Partido emocionante en el que el Bilbao Basket tuvo que sobreponerse a un tercer cuarto horroroso, después no quiso entrar en guerras absurdas con los portugueses, que no rehuían ninguna pelea y a veces hasta pedían callar a la ruidosa concurrencia. La reacción de carácter le dio el premio. Los lusos tenían claro que, ante un pase al cinco bajo el aro, había que lanzar una o dos ayudas de exteriores. Killeya-Jones empezó martilleando por dentro, pero su esfuerzo le dejó con la lengua fuera. Los visitantes se pusieron 14-21 con su juego desinhibido y los fundamentos de cuatro hombres en el uno contra uno. El Bilbao solo anotaba con dos hombres, un Smith tocado por una varita mágica y Killeya-Jones. El cuerpo técnico pedía a gritos que alguien se incorporase a esa faceta. Por eso saltó a la cancha Hornsby, que ayer hacía 32 años, pero de inicio no miró a canasta porque apenas le daban balones.
Hlinason era defendido con enorme dureza y él fue el castigado con antideportiva, por un hachazo claro a Fayne. Dos personales en cinco minutos borraron al islandés en el primer tiempo. De Ridder, que estaba de cumpleaños con 21 primaveras, no ofreció esta vez una sólida rotación. Al descanso, los locales se oscurecían con 5 de 12 en tiros libres; dejarse siete puntos de una manera tan tonta castigaba a los hombres de negro, lo mismo que el elevado número de pérdidas. Barber era una pesadilla continua ante una defensa muy poco sólida.
Es curioso lo del Surne: tiene 14 de plantilla, pero dos son descartados (esta vez Kullamae y el sempiterno Tsalmpouris) y tres no contaban. Reyes, Rigo y Barandalla han quedado fuera del reparto de minutos, se jugaba un partido con desgaste con nueve peones. Hubo que parar todo a 1:35 de empezar el segundo tiempo, otra vez con una puesta en escena intolerable (38-45). Con 53-65 viendo las caras del Bilbao Basket, en el que todos deambulaban por la cancha, la Europe Cup parecía saltar por los aires. Ni se pensaba en el average, ni cábalas ni nada, el Oporto y el Gottingen se frotaban las manos. Ataques sin pies ni cabeza, dudas, gente desactivada... el panorama era desolador. Y el grupo daba muestras de estar descompensado con los pequeños. y frente a ello, un enemigo muy inspirado ofensivamente a través de grandes individualidades. Pero ahí salió a relucir la dureza mental que tanto se le ha pedido a este equipo en ocasiones de este perfil. Ponsarnau encontró a los jugadores que entendían lo que el choque demandaba: agresividad, personalidad.
La fórmula con dos bases daba resultado. Renfroe estuvo magistral. Hornsby era el inspirador de la remontada. Había que currar con pico y pala y se pusieron a ello, en la sede de una antigua zona minera. Smith, que apenas `participó cuando el partido aún estaba decantándose, falló el último tiro en el tiempo reglamentario, a una mano: dio paso a una prórroga que confirmó que Bilbao sigue aferrándose a Europa. Todo hace indicar que el Legia de Varsovia va a ser el rival en el primer cruce. El cuadro polaco se juega con el Sporting la clasificación en un duelo directo con nueve puntos de renta para el primero. Los ‘hombres de negro’ ya saben que mejor no andar con despistes y evitar ser segundos, porque les esperaría el Bahçesehir, que se ha mostrado intratable en su grupo y tiene, de momento, la iniciativa del factor cancha al marchar invicto en esta segunda fase. En semifinales y la final la vuelta es en casa del que mejor balance amase en la actual fase de la Europe Cup.
Ponsarnau: “Desde el alma de Miribilla cambiamos el partido”
Ponsarnau se mostró muy satisfecho por haber sellado el pase a los cuartos de final en un partido en el que gracias al respaldo de la afición “desde el alma de Miribilla” lograron cambiar el partido. “En la primera parte nos encontramos lo que ya esperábamos. Un rival con muy buenas individualidades que además han encontrado inspiración y nos lo han puesto difícil. Era cuestión de reducir pérdidas, pero incomprensiblemente el inicio del segundo tiempo ha sido desastroso”, lamentó el técnico en su valoración del encuentro.
Añadió que no lograron “volver al partido” hasta que algunos jugadores “entendieron cómo había que volver” y entre ellos destacó la aportación del tirador Hornsby y del base Renfroe. “Desde la defensa cambiamos sensaciones y, a partir de aquí, el partido fue igualado hasta el triple determinante de Denzel (Andersson). Encontramos alma y en todo momento Miribilla estuvo muy bien porque hasta entonces no nos lo habíamos ganado”, añadió el catalán.
De cara al futuro inmediato, el preparador de Tàrrega incidió en la trascendencia de poner el foco primero en el partido del sábado de Liga Endesa en la cancha del UCAM Murcia, antes de buscar la primera plaza del grupo la próxima semana frente al colista Balkan Botevgrad búlgaro en Miribilla.