El Bilbao Basket, de récord en récord

El Bilbao Basket es el campeón de la FIBA Europe Cup y va paseando ese escudo dorado que luce en la camiseta con un récord tras otro. En Brno se despachó con su diferencia más amplia en una victoria: +54. Y ocho días más tarde, en Georgia, se ha subido a la mayor montonera de puntos de su historia: 113. En esta ocasión la víctima ha sido el Kutaisi, que no es una perita en dulce, qué va, es un campo infinito de ellas. Más baño que en las dos citas del curso pasado ante este seudoadversario, +31 fuera y +28 en Bilbao. Fue un entrenamiento sin rival y también sin público, ya que el equipo georgiano tiene que desplazarse a la cercana Tiflis para jugar sus partidos y no van aficionados, sólo le acompaña el eco.

Sylla sigue de baja por su proceso vírico. Frey descansó en un choque que se solventó en hora y media, algo que no se va a ver en la ACB en la vida. Todo rapidito y al grano, buscando cada uno lo suyo: el Bilbao Basket, estirar las piernas y seguir elevando la autoestima, y el Kutaisi, tener el honor de medirse con un conjunto español, aunque a casi todos se les vio el cartón. En defensa son unas madres, permiten penetraciones y tiros sin puntear. Es curioso lo que cambia la referencia de una pista cuando ves un partido de ACB y otro de Europe Cup: en el primer caso no se ven los espacios en ningún instante y en el segundo los hay por todas partes, hasta parecer la cancha mucho más grande. Boykin, el máximo anotador y una de las referencias de los locales, llevaba un 0/6 al descanso y el pívot Darbaidze escapaba de la zona para anotar desde fuera como si tuviera alergia.

Fue un trámite que no llegó ni a la categoría de pachanga. El Bilbao Basket se activó pronto y no quiso dar ni una gota de esperanza a los georgianos. Jaworski inició el correctivo con un triple y avanzó lo que iba a venir en los 39 minutos y pico restantes. La labor bilbaína fue totalmente coral, ya que anotaron los 12 jugadores que saltaron a la cancha, 10 alcanzaron o superaron los 10 créditos de valoración y seis alcanzaron o superaron los 10 puntos anotados. Ponsarnau cumplió con la tradición de primera rotación completa, los cinco, a los cuatro minutos. Errasti, uno de los chavales junto con De Castro, entró en el primer cuarto. Normantas echó un cable como base y derritió a Browning en el uno contra uno, lo dejó sentado para ejecutar una bandeja. Todo eran facilidades en los locales, que no enviaban ayudas ni por recomendación. Font se desmelenaba en un torneo que le viene de cine y Jaworski fue el mejor, así que el norteamericano ya está en el carril esperado.

Solo hubo un pequeño lapsus al inicio del segundo acto. La diferencia crecía hasta hacerse sonrojante: un boquete de 27-61 al descanso. Lazarevic de nuevo demostraba que es un jugador sobrio, al que le sobran las florituras, y va a ayudar mucho en intangibles. Hubo un tiempo para probaturas, claro, y actuó de cuatro, y Krampelj, de cinco.

Hlinason se erigió en coloso, como ante el Andorra. El Kutaisi era una ruina. Para una canasta decente que hacen, de Berekashvili en reverso, estaba fuera de tiempo. Era todo tan plácido que el Bilbao Basket tuvo una fase lógica de esperar atrás en defensa, de ponerse cómodo, y Ponsarnau cortó ese amodorramiento con una zona-press 1-3-1.

Mates, bandejas, triples... todo era verbenero. Europa trae felicidad, pese al comienzo en falso con Peristeri. En la segunda mitad las incógnitas ya solo eran hasta dónde llegaría la paliza y cual iba a ser el resultado, que coincidieron con el 62-113 definitivo tras acabar un tercer cuarto más igualado 49-85. En puntos en la pintura aquello acabó en escabechina: 12-56. Un 13/30 en triples para los visitantes y un 12/42 en dobles para los locales. Cualquier apartado de la estadística que se coja es medio cómico. Ahora hace falta dejar parte de esta explosión para el fin de semana en Manresa. Y saborear la alegría en la lejanía no solo fuera de nuestras fronteras. Los 113 puntos dejan atrás la anterior plusmarca: 111 puntos consiguió el cuadro bilbaíno el 6 de enero de 2013, entonces denominado Uxue, en la Fonteta en un partido de la Liga Endesa en el que perdió, tras una prórroga, frente al Valencia Basket (113-111).

El marcador más alto conseguido hasta ahora por los ‘hombres de negro’ en Europa había sido el 106-58 firmado el 1 de noviembre de 2023 en Miribilla contra el Caledonia Gladiators escocés. Además, el +51 logrado en Tiflis por el equipo dirigido por Ponsarnau es la segunda victoria más abultada conseguida por Surne Bilbao con torneos continentales después del citado +54 (51-105) conseguido hace una semana en la República Checa. Tras estos meneos, el equipo es líder en anotación, asistencias y valoración en la Europe Cup. En el otro partidos del grupo, el Peristeri no anduvo nada sobrado ante el Brno (87-75). La semana que viene se dilucida en Atenas el liderato.

Ponsarnau: “Encontramos mucho acierto jugando desde la energía”

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Reconciliación completa

Ponsarnau aseguró que, aunque pudieron “hacer cosas mejor”, lo más positivo del partido fue que encontraron “mucho acierto jugando desde la energía”. “Hemos tenido un momento malo, de jugar mal a baloncesto, al inicio de la segunda parte y también ellos en ese momento se han encontrado un poquito de inspiración”, admitió. “Pero más que lamentarnos de eso se trata de aprender de las cosas que no se han hecho bien y reforzar las cosas que hemos hecho bien. Está muy bien venir aquí, en un desplazamiento largo, y poder disfrutar de un partido jugando con la máxima energía”, se felicitó el estratega de Tàrrega.

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