El Baskonia supera el compromiso con muchos apuros

Partido trampa para el Baskonia con la Euroliga metida en la cabeza. Juega el martes en Belgrado contra el Maccabi de Tel Aviv y, en caso de perder, recibirá al Efes o a la Virtus el viernes en el Buesa. El Breogán, muy bien acompañado en las gradas por gente venida de Galicia, lucha por apuntalar la permanencia y seguir un año más en la Liga ACB. Matinal de domingo en el Buesa con una entrada más baja de lo habitual pero buen ambiente ya que la liga sigue siendo también un objetivo para el club presidido por Josean Querejeta. Y la victoria del Manresa metía presión. Volvió Dani Díez tras sus molestias de espalda en Bolonia pero no jugó un solo segundo mientras que el descartado fue Jordan Theodore. Ben McLemore causó baja tras su acusación de violación de esta semana.

Comenzó mejor el Breogán, con un 0-8 fruto de dos triples consecutivos y un palmeo. La primera canasta local, de Moneke, llegó a falta de 7:40 para el final del primer cuarto. Enfado de Ivanovic, cambio de base colocando a Chiozza en la dirección y primer tiempo muerto del partido con el 2-10. Los gallegos siguieron inspirados con los triples y llegaron a estar 6-22. El Baskonia tiene bastantes problemas con sus puestas en escena. Ya con Markus Howard en cancha, las cosas comenzaron a cambiar. Con sus botas rosas bien calzadas, empezó la aproximación. Pero el primer cuarto terminó con un preocupante 13-27 para los locales. De nuevo, demasiados puntos encajados.

La reacción de verdad pareció llegar con un 3+1 de Howard. Quedaban 8:39 para el descanso y colocó el marcador en un 19-29. Él ya sumaba, a esas alturas, 10 puntos en su cuenta particular. Cuando se fue al banco, en el minuto 16, llevaba 18 y el marcador señalaba un 29-35. Las defensas empezaron a imponerse a los ataques, los porcentajes de tiro fueron bajando y el reloj corría rápido camino del tiempo de vestuarios. El máximo anotador del Breogán, con 10 puntos, era Toni Nakic. El choque se fue al descanso con un 33-39 tras un parcial de cuarto de 20-12 a favor de los baskonistas. Pero los lucenses llevaron la iniciativa siempre en el luminoso, salvo en los dos segundos finales.

Los de Ivanovic volvieron a complicarse la vida en el inicio del tercer cuarto. Su paso por vestuarios no conllevó grandes aprendizajes para corregir vicios. Tardaron 4 minutos en conseguir la primera canasta, y eso que los gallegos tampoco estaban con mucha producción. Eso les salvó. Blandos atrás y poco acertados en ataque (35-42, min. 24). Con el dominio en el rebote y la intensidad de Moneke, intentó cuajar la remontada definitiva. También con los puntos de Matt Costello, que se suele unir a la fiesta cuando se le necesita de verdad. Los vitorianos se pusieron a 1 con el 48-49 pero un nuevo estirón lucense dejó las cosas en un 48-58. Hubo un triple de los locales muy protestado aunque al final se concedió y el Baskonia se fue al final del tercer cuarto con 7 puntos de desventaja.

Las dos aproximaciones más peligrosas, al margen del 48-49, volvieron con el 73-74. El Breogán estuvo toda la mañana por delante pero, a falta de 5:8 segundos, Sakho metió dos puntos fuera de la posesión y llegó el triple frontal de Howard. Más de 39 minutos por detrás en el luminoso y victoria in extremis de los alaveses. Con 1:2 de tiempo, Momirov intentó el lanzamiento definitivo aunque el aro lo escupió. Milagro baskonista en vísperas de su viaje a Belgrado para jugar el martes ante el Maccabi. Si gana, lo elimina. De lo contrario, gozará de una segunda oportunidad el viernes, en el Buesa, ante el ganador del cruce Efes-Virtus. A los italianos ya les dio la noche el pasado viernes ganando en el Segafredo.

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